domingo, 3 de mayo de 2009

La energía eólica marina llega a España

Las energías renovables, afortunadamente, van ganando terreno día a día. Durante el pasado mes de abril, más del 30% de la electricidad consumida en España provenía de fuentes renovables. Y entre todas ellas, la que más peso tiene es la energía eólica.

Sin embargo, este tipo de energía, que en un principio era considerada como una de las grandes esperanzas para el futuro de la humanidad, cada vez causa más rechazo. No existe proyecto de parque eólico que no tenga miles de alegaciones de grupos ecologistas y colectivos ciudadanos en su contra. Como ocurre con las prisiones o los vertederos, todo el mundo piensa que son necesarios pero nadie quiere tenerlos a la puerta de su casa. Al final, uno piensa que las energías renovables son buenas mientras están basadas en estudios futuristas, pero dejan de serlo cuando pasan de ser proyectos a realidades rentables; en ese momento, “los de siempre” se oponen pensando que sólo sirven para enriquecer a los “capitalistas” esquilmándoles a ellos su patrimonio paisajístico.

Muchas veces he escuchado la siguiente pregunta: ¿y por qué no los instalan en el mar, lejos de las costas donde no molesten a nadie?

Pues bien, a pesar de que España es la tercera potencia mundial en energía eólica y que las empresas españolas son un referente mundial en lo que respecta a la tecnología eólica, tanto en fabricación de turbinas y componentes, como en promoción y explotación de parques y servicios auxiliares, en nuestro país no existe ni un solo parque eólico marino. ¿Por qué?
Pues simplemente porque no se puede. No existe (o más bien, no existía) un Estudio Estratégico Ambiental del Litoral, que acotara y definiera las zonas aptas y las no aptas para la instalación de parques eólicos marinos. Es decir, un documento (o Mapa Eólico Marino) que determine las zonas del dominio público marítimo-terrestre que, únicamente a criterios ambientales, reúnen condiciones favorables para la ubicación de instalaciones eólicas marinas.

Después de muchos años de espera, por fin el gobierno lo aprobó a finales del pasado mes de abril. El citado documento delimita las zonas de exclusión de las zonas aptas y, dentro de estas últimas, establece una gradación para la implantación de parques eólicos marinos en función de los condicionantes ambientales.
A partir de ahora, los promotores de parques marinos podrán realizar solicitudes de reserva en las zonas declaradas aptas, presentar sus proyectos y, mucho me temo, recorrer el largo y tortuoso camino administrativo y técnico habitual para lograr las concesiones por parte del Ministerio de Medio Ambiente.

¿Será esta la solución definitiva? Pues según como se mire. Si hablamos de aumentar la producción de electricidad, dejando de generarla a partir de combustibles fósiles, sin duda que se conseguirá puesto que la brisa marina y las corrientes de aire que siempre existen cerca de la costa son las mejores aliadas para los majestuosos molinos de viento. Y eso, sin duda, es una buena noticia. Ahora bien, ya les aviso que al primer proyecto que se presente, decenas, por no hablar de cientos, de organizaciones ecologistas se levantarán en armas e inundarán los medios de comunicación con sus soflamas a favor del paisaje y la vida marina. Tiempo al tiempo.

2 comentarios:

damagum dijo...

Más o menos el peso de las eólicas es del 15% mensual, con la pega de su irregularidad. Cosas de depender del tiempo atmosférico.

A mi las organizaciones ecologistas me dan igual, pero desde luego no me gusta el malgasto y enriquecimiento de algunos con el dinero de todos, hablo de las energias subvencionadas, digo, renovables. Me refiero concretamente a las eólicas.

Escribí algo hace tiempo, más bien leí.

http://damagum.blogs.uv.es/2009/03/18/kioto-o-com-llancar-els-diners/

Sermau dijo...

Hola.
Gracias por leer este blog.
El tuyo continúa pareciéndome estupendo. Lo visito siempre que puedo.
Yo creo que las energías renovables sí se deben subvencionar. Ahora bien, estoy de acuerdo contigo en que esa subvención no debe servir para enriquecer a unos cuantos, sino que se debe utilizar en investigación y desarrollo del producto para que algún día llegue a ser rentable. Sin rentabilidad no tendrán futuro.
Y no se deben olvidar de las nucleares... ¡Ostras! ya he tocado el tema tabú.
Saludos.