Desde
hace ya muchos años, existe un clamor en la calle contra los privilegios que
tienen nuestros políticos. Y ese clamor suele centrarse en los políticos que
ocupan los escaños de los diferentes parlamentos que salpican nuestro país: que
cobran demasiado, que trabajan poco, que con pocos años tienen la jubilación
asegurada… pues aún no tienen suficiente. Ahora quieren cobrar la prestación
por desempleo cuando, tras unas elecciones democráticas, tienen que abandonar
su escaño. Como se suele decir, “pa mear y no echar gota”.
Esta
estupenda idea parte del presidente de las cortes valencianas, Enric Morera,
representante del Bloc, partido de izquierdas (muy de izquierdas) englobado en
Compromís, una de las patas del tripartito que gobierna la Comunidad Valenciana
junto con el PSOE y Podemos. De los que se quejaban de los privilegios de la “casta”
política. Hasta que empezaron a mandar ellos, claro.
El
señor Morera empieza a justificar su reivindicación diciendo que los diputados
valencianos son los que peor retribución tienen de toda España, algo que sería
bastante discutible si nos atenemos a las estadísticas oficiales publicadas.
Sigue
diciendo que hay diputados provinciales que cobran más que un diputado
autonómico. ¿Y no será que esos diputados provinciales cobran sueldos
desmesurados y se deberían modificar a la baja?
Continúa
argumentando que de los 20.000 millones del Presupuesto de la Generalitat
(¡casi nada! 4.000 euros por cada habitante de la Comunidad Valenciana), “sólo”
28 millones se destinan a las cortes y que con eso se tiene que pagar a los
funcionarios, a los diputados y a sus asesores. Pues a 60.000 euros por
empleado, contando SS, (que ya los quisiera más de uno) salen cerca de 500
trabajadores, más que muchas grandes empresas.
Y
para acabar su razonamiento, dice que se han vivido situaciones dramáticas de
personas que no son funcionarios, que han prestado un servicio público siendo diputados
y que luego se han quedado sin nada. ¡Ostras! Pues como cualquier hijo de
vecino cuando pierde su trabajo, no ha ahorrado nada y se da cuenta de que no
sirve para otra cosa. Y que se “desprofesionalizan” después de varios años como
diputados. Supongo que se referirá a los que tenían un empleo anterior, porque muchos
no han cotizado en una empresa privada en su vida. Y si me apuran, tampoco en
una pública.
Seguro
que, a estas alturas, muchos de ustedes se preguntarán cuánto cobran estos
abnegados representantes del pueblo valenciano. ¿Poco? Decidan ustedes.
Por
ser diputados reciben una asignación reglamentaria de 2.360 euros mensuales. Además,
los síndics cobran 2.050 euros más y los portavoces adjuntos 1.572 euros. Pero
ningún diputado se queda sin su “extra” ya que hay sitio suficiente para todos
en las innumerables comisiones existentes (ya se encargan ellos de crearlas)
como presidentes, vicepresidentes o portavoces de los partidos, lo que les
supone 584,51 euros al mes por comisión. Y para los que no tienen otro trabajo
fuera del hemiciclo, 365 euros mensuales de dedicación exclusiva.
Pero
no acaba ahí la cosa, que los diputados se tienen que desplazar desde sus
poblaciones hasta Valencia y no se lo van a pagar ellos. Para los que viven
fuera de la capital, el Parlamento Valenciano paga a 0,64 euros el kilómetro,
cantidad que dobla con creces lo que paga cualquier empresa privada. Algunos se
han llevado más de 10.000 euros por este concepto. Hay diputados que tienen
alquiladas casas en Valencia o duermen en casa de sus parejas y no por ello han
dejado de pasar kilometraje. Incluso los hay que se han empadronado en su
segunda residencia para poder cobrarlo.
Y,
para finalizar, el complemento de “ejercicio de su función”, por el que vive a
menos de 10 kilómetros de las Cortes, cobra 294,17 euros; los que están entre
10 y 100 kilómetros 588,35 euros y los que están a más de 100 kilómetros,
882,52.
Si
quieren saber cuánto cobran al mes, saquen la calculadora, porque si lo hago
yo, me voy a indignar. Todo esto por acudir menos de 100 días al año
a las cortes. Algunos no llegan ni a 50. Del trabajo que hacen allí, prefiero
no hacer comentarios.
Pues
sí, señor Morera: los diputados de las cortes valencianas “rozan” el umbral de
la pobreza. Sólo hay que ver su imagen cuando estaba en la oposición (abajo) con
la que tiene tras cinco años como Presidente (encabezado del post) ¿Qué menos
que cobrar del paro hasta que se jubilen?