miércoles, 24 de marzo de 2021

El pan más caro del mundo es español. 400 gramos, 1.500 euros

 


Juan Manuel Moreno se topó un buen día con un amigo repartidor en Marbella que vendía café, con cristales de Swarovski incluidos, a 5.000 euros. ¿A quién? A magnates rusos afincados en la capital del lujo malagueña. ¿A quién sino? Quitando a los árabes, son los mejores derrochando el dinero. ¿Y porqué no aprovechar el filón? Dicho y hecho: haría el pan más caro del mundo.

José Manuel llegó al oficio de panadero tras casarse con la nieta del dueño de la panadería Pan Piña de Algatocín, que se remonta a los años cuarenta del siglo pasado. Siempre había tenido buena fama en el pueblo por la calidad de sus panes, pero a raíz de su encuentro con el repartidor de café hace seis años, empezó a investigar y a probar ingredientes hasta que en 2016 hizo el primero de maíz con oro y empezó a presentarlo en ferias gastronómicas internacionales. Su fama creció como la espuma, llegó a oídos de millonarios árabes y rusos afincados en la costa y comenzó a competir con Marbello y Puerto Banús en términos de lujo.



Venden 170 tipos de pan (también más asequibles desde 1,50 euros) y en todos priman la salud de sus clientes, utilizando masa madre fermentada para que consuma el azúcar de las materias primas, consiguiendo que sean aun más saludables. Pero con los más caros llega la sofisticación: los mejores granos del mundo doblemente cribados, sal extraída a mano dese las rocas del mar, una malta que tuestan ellos mismos para realizar la decoración (lo llaman tatuaje) y oro y plata en tres formatos: copos, polvo y tamiz.  

“El luto del pan industrial” se llama el pan más caro que vende, “el más caro del mundo”, que se tiene que pedir por encargo, con una antelación de 48 horas ya que se necesitan unas 18 para que fermente y luego lleva toda la decoración, en oro, plata y malta tostada. La producción cuesta entre 1.000 y 1.100 euros (según la cotización en el mercado de metales preciosos) y él lo vende a 1.480 euros por unidad de 400 gramos. Por cierto, que, en 2020, con pandemia china incluida, vendió 96 unidades, casi dos por semana.

Para el futuro, ya están trabajando en un pan completamente personalizado que quieren vender por 10.000 euros y prepara un curso destinado a Emiratos Árabes Unidos (que hará cuando lo permita la crisis sanitaria) en el que enseñará a hacer esos panes y que costará ¡70.000 euros! De momento da trabajo a diez personas, pero ya planea la construcción de una fábrica en Marbella para ampliar su producción.



Juan Manuel lo tiene claro: puede que lo critiquen y lo tachen de frívolo, pero reconoce abiertamente que su pan con oro y plata es tan bueno, pero no más, como el más barato que hace cada día y que vende en la panadería de Algatocín. Es simplemente una cuestión de glamour y exclusividad de unos multimillonarios que quieren destacar entre sus amistades. ¿Por qué no aprovecharlo? Un aplauso para José Manuel.


miércoles, 17 de marzo de 2021

Un bosque a partir de una caja de lápices

 


Podría parecer que, con la digitalización y la proliferación de ordenadores, teléfonos móviles o pantallas táctiles, los históricos instrumentos de escritura, léase bolígrafo o lápiz, tenderían a desaparecer. Nada más lejos de la realidad; cada día se producen 135 millones de bolígrafos de plástico y 40 millones de lápices.

Con los deshechos de los bolígrafos de plástico, aparte de depositarlos en los contenedores adecuados una vez agotados y no tirarlos por ahí, poco se puede hacer, pero con los lápices no ocurre igual porque tienen la virtud de ir mermando conforme se usa. Pero ¿y lo que queda cuando ya no nos dan los dedos para poderlo coger?

Un grupo de estudiantes de la universidad de Massachussets, en Boston, en 2013, estaban realizando un trabajo sobre cómo serían las herramientas de la oficina del futuro, cuando se les ocurrió la brillante idea de quitar la goma de borrar de la parte trasera para colocar una pequeña cápsula con semillas; cuando el lápiz se acaba, lo que queda se planta en una maceta para que crezca una planta o un árbol.



Pusieron su invención en Kickstarter y pronto un emprendedor danés, Michael Stausholm, les compró la patente y fundó la empresa Sprout World.   

El producto que comercializan es muy similar al que inventaron los universitarios. Los lápices, que son 100% naturales y hechos de madera certificada de bosques sostenibles donde se planta un árbol nuevo por cada uno que se tala, llevan incorporados en el extremo una cápsula con semillas. Cuando ya no se puede escribir o pintar con ellos, se introducen en la tierra y en apenas unas semanas, crecen los primeros brotes de plantas como albahaca, tomillo, salvia, margaritas, tomates cherry o árboles como abetos.



Fabrican unos cinco millones de lápices con semillas cada año y están teniendo mucho éxito entre las empresas, que ponen su logotipo o diferentes mensajes en ellos y los usan como obsequios promocionales e, incluso, como tarjeta de visita en lugar de la tradicional de papel. También está de moda para personalizar regalos en bodas, cumpleaños y bautizos.  

Su próximo producto, a punto para la venta, será un lápiz delineador de ojos 100% natural que al plantarlo se transforma en flores salvajes

Pequeños gestos para conseguir un planeta más limpio y más verde.


viernes, 12 de marzo de 2021

Proliferan los “no binarios” en el Parlament de Cataluña

 


Mucha política de género, mucha igualdad, pero ahora, el Parlament de Cataluña obliga a distinguir a sus diputados, y por escrito, si son hombres, mujeres, no binarios o indefinidos.

La cámara ha remitido un formulario a los grupos parlamentarios para que lo trasladen a sus diputados y que definan qué sexo es el que escogen en un nuevo (ellos opinan que también “decisivo”) paso en el Plan de Igualdad de Género del Parlamento de Cataluña 2020-2023 que tiene por objetivo que el Parlamento incorpore transversalmente la perspectiva de género, la igualdad entre hombres y mujeres y la no discriminación de las personas del colectivo LGTBI. Bonita frase.

Y para conseguir esa igualdad y no discriminación, no se les ha ocurrido otra cosa que obligar a los diputados a retratarse y “elegir” su sexo para que las comunicaciones que reciban utilicen el género masculino, femenino o neutro. Tres redacciones de una misma comunicación y para siempre, ¡hay que ver el buen uso que hacen de nuestros impuestos!

En el documento también se pide a los diputados un compromiso de tolerancia cero ante la discriminación y el acoso por razones de sexo, la obligación de cooperar en la investigación de las denuncias que se puedan producir y a participar en la formación especializada que se imparta en la cámara sobre la igualdad y el acoso. ¿Hacía falta pedírselo? ¿No lo hacían hasta ahora?  


Ya en la anterior legislatura se dieron los primeros pasos en esta dirección y uno de los grandes “logros” conseguidos fue el de cambiar algunas de las placas informativas de las puertas de los lavabos. En la actualidad, esas placas que lograron con mucho esfuerzo cambiar, muestran una copa menstrual, el símbolo del “tercer sexo”, la figura de un bebé y la de una persona en silla de ruedas. Si a alguien le coge un apretón, mientras descifra los símbolos, ya no hace falta que entre al lavabo.

Pero no todo son buenas noticias en esta cruzada. Ahora, quienes boicotean la iniciativa son las feministas de Asociación Contra el Borrado de Mujeres y de Feministes de Catalunya que se quejan de la inclusión de conceptos como el de “niñas y adolescentes transexuales y cisgénero”, “personas intersexuales” o “identidades no binarias” en iniciativas de este tipo porque tienden a invisibilizar a las mujeres. Aunque también puede deberse a su afán por eliminar a la competencia. Ya saben: cuantos más a repartir, a menos salimos.




miércoles, 10 de marzo de 2021

Energía verde con nanoturbinas en bombas hidráulicas. Powerturbines

 


Cuando hablamos de energía hidroeléctrica, siempre se nos viene a la mente la imagen de una inmensa presa o un enorme pantano vertiendo sus aguas para que unas grandiosas turbinas puedan producir electricidad. Pero ¿es necesario que todo sea tan espectacular? ¿no se puede producir energía sin utilizar magnitudes tan grandes? La firma española Powerturbines se hizo estas mismas preguntas y halló la solución.

Powerturbines es una empresa ubicada en Elche (Alicante) que se centra en la fabricación de bombas hidráulicas que, usadas como turbinas, generan energía eléctrica en redes de agua potable. Obtención de energía a pequeña escala que ellos denominan energía minihidráulica. Un sistema novedoso en el campo de la energía renovable, muy fácil de implantar y escalable.

Hacer lo mismo que las grandes presas, pero a un nivel pequeño es la base de su éxito. Su producto es sencillo: turbina, cuadro eléctrico e instrucciones para implantarla. Lógicamente, estudian caso por caso cada instalación para ofrecerle el producto que más le convenga a cada cliente. Sus mayores turbinas son capaces de generar 25 kilowatios, lo suficiente para cubrir el consumo de unas 50 viviendas.



Tienen una gran variedad de clientes y se pueden adaptar a cualquier circunstancia: empresas de distribución y gestión de aguas municipales, comunidades de regantes e, incluso, particulares con una fuente hídrica en propiedad. En definitiva, en cualquier lugar donde haya diferencia de altura y caudal.

Ponen como ejemplo a un hotel de Moratalla (Murcia) que aprovechó un riachuelo que pasa para su propiedad para colocar una de las turbinas o San Juan de Plan, pueblo del Pirineo Aragonés donde han instalado una turbina en un manantial con el que consiguen iluminar todas las instalaciones municipales del pueblo.



Algunos trabajos más “sofisticados” son los de la planta potabilizadora de Granville, en Francia, donde, a partir del agua almacenada en un embalse elevado (antes de ser tratada en la planta), han instalado la turbina en bypass con la válvula motorizada de entrada que puede llegar a generar 61.320 kwh/año, que se utiliza en el autoconsumo energético de la planta de tratamiento, sin utilizar energía externa.  

Evidentemente, la energía minihidráulica no será la solución definitiva para los problemas energéticos de la humanidad. Pero si se puede conseguir un porcentaje, aunque sea pequeño, de las necesidades a través de este método, ¿por qué dejarlo perder por la cañería?

 

jueves, 4 de marzo de 2021

Cremalleras intercambiables que permiten reutilizar varias veces nuestras prendas y zapatos preferidos

 


Cada año, el español medio se deshace de 34 prendas de ropa, el equivalente a 14 kilos, ya sea tirándolas a la basura o donándolas, tanto a conocidos como a ONG´s y otras organizaciones caritativas. Ya sé; todos pensamos que tiramos bastante menos, pero ya saben aquello de las medias: si tú tienes 2 millones y yo 0, la media dice que los dos tenemos un millón… y como que no es verdad.

Pero volvamos al asunto que nos compete. Un dato sorprendente es que, en el mundo occidental, la media de veces que nos ponemos una prenda solo sea de entre 7 y 10 veces. Caprichosos que somos.

Sin embargo, siempre nos encariñamos con alguna prenda; aquella que no nos quitaríamos nunca; esa con la que nos sentimos más favorecidos, pero que, con el uso, se rompe. Y en muchas ocasiones, la rotura proviene de un mismo complemento: la cremalleraCuando esto sucede, la prenda suele ir a la basura porque cambiarla en una tienda de reparaciones puede costar más que comprarla nueva. Sobre todo, si la prenda ya tiene cierta edad.



Para abordar este problema, una empresa de la provincia de Alicante, concretamente de Alcoy, ZTC, ha creado y patentado un sistema de cremalleras intercambiables que mediante un sistema técnico muy sencillo y fiable, consigue cambiar el complemento sin descoser la vieja para coser una nueva.

El cambio puede no estar provocado solamente por rotura; podemos querer cambiarle el color o el diseño y renovar así la prenda sin tener que deshacernos de ella y comprar otra.

Esta creación ya está aprovechándola otra empresa de la zona, Tom Bluck, que confecciona prendas que se caracterizan por su alta calidad y por la incorporación de este revolucionario sistema de cremalleras. A las prendas de vestir que ya tienen en el mercado acaban de añadir su primera colección de zapatos, otro sector donde las roturas de cremalleras provocan que tengamos que tirarlos anticipadamente.

Es previsible que pronto más empresas se sumen a este novedoso invento.



La industria textil es la segunda más contaminante del mundo, sólo por detrás de la petrolera. Ella sola es la responsable del 20% de todos los tóxicos que se vierten en el agua. Anualmente se fabrican 150.000 millones de prendas en el mundo; 62 millones de toneladas de ropa, zapatos y complementos. Cualquier innovación que provoque una reutilización de las prendas, por poco que sea, tendrá un importante impacto en el medio ambiente.


martes, 2 de marzo de 2021

Barcelona apoya el comercio local con bolsas “made in China”

 


“Compra cerca y comprarás sostenible” es el lema de la campaña del Ayuntamiento de Barcelona para impulsar el comercio local y de cercanía. “Barcelona nunca se detiene” (“Barcelona mai s´atura”) continúan diciendo en la campaña. Todo muy “social”, muy “patriótico” y muy “ecológico”, como pueden comprobar.

Para promocionar la campaña, aparte de la publicidad en marquesinas y en medios de comunicación (como siempre, afines), el consistorio ha suministrado a las tiendas de barrio unas bolsas de tela con el mencionado lema para que las regalen a sus clientes con el objetivo de que las reutilicen y, de paso, que les hagan publicidad gratuita, con el logo del Ayuntamiento de Barcelona bien visible.


Pero quien encargó las bolsas no tuvo en cuenta un pequeño detalle, que no ha pasado desapercibido para los usuarios finales:
la etiqueta del fabricante. En el interior, junto a una costura, una pequeña etiqueta blanca delata que la bolsa para promocionar las compras de proximidad… se ha fabricado en China. Un poquito más allá de L´Hospitalet. Incluso algunas, como las que promocionan el comercio del barrio de Sants, están fabricadas en la India.



Si con esto ya habían tocado fondo, han decidido excavar para llegar más abajo y es que, aparte de que se han fabricado a decenas de miles de kilómetros de la ciudad comandada por Ada Colau, la empresa encargada de su importación, venta y distribución es de Madrid. La “querida” Madrid. Vamos, que sólo falta que se haya utilizado algo de plástico en su composición para acabarlo de arreglar. ¿Alguien la ha analizado? Por favor, urge hacerlo.



Conociendo su forma de actuar, al encargado de la campaña le espera un buen futuro como teniente de alcalde. Colau siempre se rodea de los “mejores” para que no se noten sus deficiencias.