Sabido
es por todos que la comunidad andaluza lleva décadas ostentando el dudoso honor
de ser la autonomía con una mayor tasa de paro, sólo superada en ocasiones por
Extremadura o Canarias. Sería de suponer que, ante una oferta de 23.000 puestos
de trabajo, aunque sean temporales, la avalancha de inscritos superase todas
las expectativas. Pues no. Sólo 970 personas se han inscrito. ¿Cómo es posible?
El
Servicio Andaluz de Empleo (SAE) lanzó una campaña para captar mano de obra
para la recogida de la fresa en Huelva. Concretamente, se necesitaban 23.000
trabajadores, más del doble que el año anterior. A pesar tener un 25% de paro y
que la campaña supone el mayor acicate laboral del año en varias comarcas, los
parados apuntados apenas han llegado a los 970, el 4,2% de todos los
desempleados.
¿Solución?
Sencilla. Asociaciones y organizaciones agrarias se han desplazado a Marruecos
para conseguir que vuelvan este año las 11.500 temporeras que ya vinieron el
año pasado y seleccionar a 7.500 nuevas empleadas.
El
trabajo puede ser duro, el periodo demasiado corto y las condiciones económicas
no muy favorables, pero, si usted estuviese en el paro y tuviera que alimentar
a su familia sin ningún otro empleo en perspectiva, ¿lo aceptaría? Pues en
Andalucía no y la culpa la tiene, mal que les pese, el subsidio agrario, más
conocido como PER.
Para
beneficiarse del PER es necesario haber realizado un mínimo de 35 jornadas en
los 12 meses anteriores a la solicitud, estar desempleado e inscrito en el
censo del Sistema Especial Agrario de la Seguridad Social y no superar las
rentas familiares 2 veces el SMI para unidades familiares de dos miembros o 4
veces el SMI si es de cinco a más miembros
Las
cuantías oscilan según la edad y las responsabilidades familiares que tenga el
interesado. A modo de ejemplo, un joven de 25 años cobrará durante seis meses y
una persona con más de 52 años, doce meses a razón de unos 430 euros mensuales.
Muy poco realmente, pero si tenemos en cuenta que hay unidades familiares en
las que cobra el PER la madre, el padre y dos de sus hijos, la cantidad
percibida por quedarse en casa sobrepasa los 1.700 euros por haber trabajado (o
por tener firmadas las peonadas) 35 días en todo un año. ¿Recoger fresas? Que
lo haga otro.
Esta
prestación (justa en su día) que se instauró hace décadas para paliar las
necesidades de trabajadores que sólo encontraban trabajo como temporeros en el
campo durante algunos meses al año, ha desembocado con el paso de los años en
un caladero de votos cautivos para el partido que ha gobernado en Andalucía
durante 40 años. Así les va.
PD.
Por culpa de estas prácticas, muchos españoles tildan a los andaluces como
vagos. Nada más lejos de la realidad. Y si logran que alguien les conduzca por
el buen camino, pronto se demostrará.
1 comentario:
Sería interesante conocer el salario y las condiciones de los puestos de trabajo ofertados para obtener una posible conclusión, pues la población de la zona hace tiempo que exige puestos de trabajo para cubrir el desempleo, además de los que reciban el subsidio agrario. Gracias por el post, un saludo!
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