Días antes de la Semana Santa, nos inundaron con anuncios de la DGT en los que sentenciaban a morir a 36 españoles en las carreteras esos días, ¿lo acuerdan? Al parecer, esos muertos son de primera; los más de 100 diarios por COVID, no.
Dios
me libre de criticar una campaña dirigida a rebajar las muertes inútiles que
provocan las carreteras y todo el sufrimiento que conllevan; ni las dirigidas a
eliminar para siempre las 50 muertes anuales provocadas por la violencia de
género; o las campañas, más discretas, para concienciar de la lacra del
suicidio, que con 10 muertos diarios machacan a miles de familias al año; y
otras muchas que ahora no recuerdo, pero, ¿ni un anuncio, ni una comunicación
del gobierno, ni un minuto de telediario que recuerde a la población que tiene
que prevenir contagiarse de una enfermedad que provoca que más de 100 españoles
mueran cada día?
Les
paso los datos que se han publicado hoy, porque son difíciles de encontrar y
puede que no los conozcan. En tres días, desde las cifras publicadas el pasado
viernes, se han registrado:
- 47.421 nuevos casos de contagios de coronavirus (15.807 diarios).
- 319 muertos (106
diarios).
- Tasa
de contagio por cada 100.000 habitantes para mayores de 60 años (los menores ya
ni se publican) es de 608 casos (50 más que el viernes).
- 6.455
pacientes ingresados en hospitales, 5,2% de ocupación (820 más que hace una
semana y 0,7% más de ocupación).
- 364
en UCI, 4,1% ocupación (20 más que hace una semana y 0,3% más de ocupación).
No
pretendo con estas líneas que nos vuelvan a machacar, Simón y compañía, con sus
disparatadas medidas coercitivas que, poco a poco, se va demostrando que iban
en contra de las libertades individuales de las personas. Tampoco deseo que los
informativos ocupen el 90% de su tiempo contándonos si la incidencia ha subido
o bajado unas decimitas. Pero que lo único que se haya dicho en el último mes
es que ya no es obligatorio el uso de mascarillas en interiores y que los ciudadanos
ya son “libres” para disfrutar de la semana santa o de las fiestas patronales cuando
más de 100 compatriotas mueren diariamente, me parece una horrenda frivolidad.
Evidentemente,
hay una especie de “acuerdo” internacional (excepto en China, claro) desde el
pasado diciembre para silenciar los estragos que continúa causando el COVID. ¿Por
qué? Ni idea, pero lo cierto es que todo el mundo occidental se ha esforzado en
minimizar la enfermedad y que nadie hable de ella. Supongo que, a partir de
cierto punto, la economía prima sobre la salud, al contrario de lo que tantas
veces nos han repetido desde los gobiernos.
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