Esas personas sabias, estiradas y en ocasiones desaliñadas, siempre
rebosantes de papeles y carpetas, que deambulan pensando en sus cosas y que se
pasan cientos de horas a la semana en sus laboratorios, a los que denominamos
científicos, también tienen sentido del humor y lo demuestran cada mes de
septiembre en la entrega de los premios IgNobel (a los estudios científicos más estrafalarios) que se celebra en una de las
cunas del conocimiento mundial, el auditorio Sanders de la Universidad de
Harvard en EEUU. Unos galardones que reconocen, con bastante
cachondeo, que “la ciencia le arrancará una carcajada y luego, le dará pausa y
le hará pensar”. Toda una declaración de intenciones.
Tras una tanda de
chistes, un concierto (poco recomendable) de acordeón y una opereta en tres
actos sobre la conveniencia de alimentarse únicamente a base de pastillas,
abandonando drásticamente la ingesta de cualquier tipo de comida, se pasó a la
entrega de una mención honorífica a la propuesta del investigador
Tomer Ullman de que nuestros ancestros llevaban bebés montados a la espalda
cuando acudían al campo de batalla para recibir un estímulo extra de adrenalina
(suponemos que generada por el insufrible llanto de los pobres niños).
Acto
seguido, se inició la entrega de los premios de este año:
- Física: Kiyoshi Mabuchi,
Kensei Tanaka, Daichi Uchijima y Rina Sakai por medir la fricción entre un
zapato y una piel de plátano y entre la piel de plátano y el suelo cuando una
persona pisa este deshecho. No aclararon si documentaron con filmaciones todos
los experimentos realizados. Digno de verse.
- Neurociencia: Jiangang Liu, Jun Li, Lu Feng, Ling Li,
Jie Tian y Kang Lee por intentar entender qué pasa en los cerebros de las
personas que creen ver el rostro de Jesús en una tostada (denominado científicamente
como pareidolia). Algo, según estos sabios,
bastante normal.
- Psicología: Peter K. Jonason, Amy Jones y Minna Lyons
por intentar probar que la gente que trasnocha es, por lo general, más
narcisista, manipuladora y psicópata que las personas que madrugan. Cuidado con
esos vecinos que no paran nunca en casa.
- Salud pública: Jaroslav Flegr, Jan Havlíček y Jitka
Hanušova-Lindova y David Hanauer, Naren Ramakrishnan y Lisa Seyfried por
investigar si es peligroso para la salud mental de las personas poseer un gato.
¿Alguien sabe de algún minino que verdaderamente quiera, sin recompensa, a sus dueños?
- Biología: Vlastimil Hart, Petra Nováková, Erich Pascal
Malkemper, Sabine Begall, Vladimír Hanzal, Miloš Ježek, Tomáš Kušta, Veronika
Němcová, Jana Adámková, Kateřina Benediktová, Jaroslav Červený y Hynek Burda (un
equipo de fútbol entero, con suplente y todo) por documentar con sumo cuidado
que cuando los perros defecan y orinan prefieren alinear el eje de su cuerpo
con las líneas norte-sur del campo geomagnético terrestre. ¡Increíble! Mañana mismo
lo compruebo.
- Arte: Marina de Tommaso, Michele Sardaro y Paolo Livrea
por comparar el dolor que siente la gente cuando mira un cuadro feo con el que
siente cuando mira un cuadro bonito mientras le disparan con un láser en la
mano. Resumiendo: que Botticelli o Monet actúan como sedante y la última etapa
de Picasso exacerba el dolor.
- Economía: Instituto Nacional de Estadística de Italia, por
tomar el liderazgo en cumplir con el mandato de la Unión Europea de aumentar el
volumen de sus respectivas economías nacionales incluyendo en estas los
ingresos por prostitución, drogas, contrabando, etc. El próximo año, España
también verá aumentado su PIB significativamente.
- Medicina: Ian Humphreys, Sonal Saraiya, Walter Belenky
y James Dworkin por tratar los sangrados de nariz incontrolables rellenando las
fosas nasales con cerdo curado. O sea, con la panceta que todos conocemos.
- Ciencia ártica: Eigil Reimers y Sindre Eftestøl por
estudiar cómo reaccionan los renos al ver a seres humanos disfrazados de osos
polares. ¡El frío que pasarían para comprobar esta chorrada!
- Nutrición: Raquel Rubio, Anna Jofré, Belén Martín,
Teresa Aymerich y Margarita Garriga por su estudio titulado “Caracterización de
bacterias del ácido láctico aisladas de heces infantiles como potenciales
cultivos prebióticos de arranque para salchichas fermentadas”, para ser más
exactos, fuet. ¡Premio español!, para que después digan que no existe la
investigación en España.
Esperamos ansiosos la edición 2015.
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