La
carrera por conseguir ser los menos contaminados del mundo nos está llevando a
situaciones estrambóticas. Cualquier dirigente que se precie, impone (o, al
menos dice que va a imponer) restricciones a la venta o al uso de coches. Sólo
de coches. Será porque de eso entiende todo el mundo y, de esa forma, sus
medidas se difunden por todas las capas de la población, ganando protagonismo,
porque si hablasen de los gases que se desprenden en la industria auxiliar
farmacéutica de la zona meridional de la península, por poner un ejemplo, nadie les haría caso.
Prohibición
de vender coches diésel, gasolina o híbridos dentro de dos décadas, más o
menos; prohibición para circular en tal ciudad a los vehículos matriculados
antes de 200x si están pintados con colores cálidos; prohibición para aparcar
en las calles que empiecen por vocal a los coches con matrícula capicúa en los
días impares… en fin, ya pueden
comprobar que estoy exagerando, pero es que el galimatías que se están montando
algunos es para hacérselo mirar. Un buen ejemplo es la ciudad de Madrid y sus
ya famosas etiquetas de colores patrocinadas por la DGT. ¿Cómo son, con cuál de
ellas puede circular por la capital y qué días?
Para
empezar, comentarles que, si disponen de un vehículo diésel anterior al año
2006, uno de gasolina anterior a 2000 o una motocicleta o ciclomotor
matriculados antes de 2003 (aproximadamente el 50% de los vehículos censados en
Madrid), se han quedado sin etiqueta. Lo siento. Sus coches son un demonio
contaminante sobre cuatro ruedas y los días que haya restricciones (que no
tardarán en ser todos), no podrán circular por Madrid. Para el resto, cuatro
etiquetas que deberán pegar en el parabrisas. A saber:
- Etiqueta
azul de cero emisiones. La “joya” de la corona. Con ella se puede circular
siempre, aparcar sin pagar y ser bien visto por todos los ciudadanos. La llevan
los vehículos eléctricos de batería, el eléctrico de autonomía extendida, el de
pila de combustible y el híbrido enchufable con más de 40 kilómetros de
autonomía eléctrica.
- Etiqueta
azul y verde. Aquí empieza el lío. La pueden pegar los turismos híbridos
enchufables con menos de 40 kilómetros de autonomía eléctrica, los híbridos no
enchufables y los propulsados con cualquier tipo de gas. Todos los vehículos
deberán cumplir las normativas Euro 4/IV, 5/V o 6/VI si son gasolina o Euro
6/VI para el diésel. En el caso de los vehículos con más de ocho plazas y
transporte de mercancías, será obligatorio que cumplan con la normativa Euro
6/VI.
- Etiqueta
verde o C. Bajamos de categoría. Con esta etiqueta que todavía permite tener
algunos privilegios, pueden contar los turismos y comerciales ligeros de
gasolina matriculados a partir de 2006 que cumplan con la norma Euro 4/IV, 5/V
o 6/VI y los diésel posteriores a 2014 que cumplan la normativa Euro 6/VI. Para
los vehículos de más de ocho plazas y de transporte de mercancías, deberán
cumplir la Euro 6/VI indistintamente del combustible que utilicen.
- Etiqueta
amarilla o B. La última categoría entre quienes pueden llevar etiquetas. La podrán
pegar los turismos y comerciales ligeros de gasolina matriculados a partir del
año 2000 o los diésel a partir de 2006. También los vehículos de más de ocho
plazas y transporte de mercancía posteriores a 2005 que cumplan la normativa
Euro 4/IV o 5/V.
Los
coches que no cumplan ninguno de estos requisitos, no podrán llevar etiquetas.
¿Se
han hecho un lío? Pues hay una forma sencilla de acertar: Entrar en el buscador
de la DGT, teclear el número de matrícula de su coche y darle a “comprobar”. En
un segundo sabrán que etiqueta comprar, ¿o acaso creían que era gratis?
Las
etiquetas (¡5 euros por una pegatina!) se pueden adquirir en oficinas de Correos,
en algunos talleres autorizados o en la web de la DGT, siempre con su DNI,
carné de conducir y permiso de circulación del coche. Aunque no es obligatorio
llevarlas, sí que es aconsejable para evitar que la policía nos tenga retenidos
hasta que lo compruebe en su base de datos en caso de que estemos en zonas
restringidas. El mejor sitio para colocarlas es en el ángulo inferior derecho
del parabrisas delantero.
¿Con
ellas se puede circular libremente por cualquier calle? Lo sentimos. No.
Dependerá de la contaminación existente y de las ganas que tenga el alcalde o
el concejal de movilidad de que el problema se haga visible en los medios de
comunicación. Unos días podrán circular todos, otros sólo algunos y, al final,
todos a pie, que es lo que parecen perseguir.
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