Poco
importa que atravesemos la peor pandemia del último siglo o que estemos al
borde de la crisis económica más grave que se recuerda; los políticos españoles
continúan gastando a manos llenas el dinero que a duras penas logramos pagar,
vía impuestos, los ciudadanos de este país. Buen ejemplo de ello es el del
municipio alicantino de Daya Vieja, que acaba de adquirir un carísimo vehículo
policial (¡40.000 euros!) que no podrá usarse al carecer de policía local.
El
hecho parece sacado de una película de los Monty Python. Daya Vieja es un
pequeño municipio de la comarca de la Vega Baja del Segura, dentro de la provincia
de Alicante, de 700 habitantes. Comandado desde la alcaldía por José Vicente
Fernández, del partido Compromís (uno de los tres grupos integrantes del
gobierno de la Comunidad Valenciana), el pueblo tiene un nivel de endeudamiento
digno de cualquier capital que se precie: 3 millones de euros para 700
habitantes, a más de cuatro mil euros por cabeza.
Acuciado
por la abultada deuda, el consistorio decidió hace un año desprenderse de los
agentes locales que tenía, en comisión de servicios a los vecinos municipios de
Rojales y Orihuela, de forma temporal. Según su alcalde, los puede recuperar
cuando quiera y, además, un municipio de 700 habitantes no tiene la obligación
de tener agentes de Policía local y la seguridad la puede llevar la Guardia
Civil. ¿Y para qué se gastan 40.000 euros en un coche patrulla?
Pero
no crean que el señor Fernández es el primero que dilapida el dinero de
los contribuyentes. El anterior edil, Rafael Vives, del Partido Popular,
inauguró unas magníficas instalaciones de dos plantas para albergar a la
policía. Un edificio totalmente desproporcionado puesto que en ningún momento
la policía local ha contado con más de cinco agentes.
Y
todavía algunos critican que Holanda y otros países del norte de Europa sean
reticentes a la hora de regalarnos 140.000 millones de euros. Es que son unos
tiquismiquis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario