Queda muy bien para la foto, pero en el fondo todos sabemos que es mentira. En España hemos visto ministros llegando a su trabajo en metro o autobús, pero sabemos que no puede ser cierto porque tienen que ir rodeados de guardaespaldas y con unos protocolos de seguridad que no son aptos para el transporte público. Pero la foto queda de cine, ¿verdad? Pues lo mismo ocurre en Estados Unidos, aunque en el caso que nos ocupa, roza con la tomadura de pelo.
Pete Buttigieg fue nombrado secretario de transporte apenas llegó Joe Biden a la Casa Blanca. Considerado por muchos como un “justiciero” contra el cambio climático, ha asistido a numerosas conferencias internacionales sobre el tema. Ya saben, de esas en las que se proclama que “hay que ahorrar gasolina”, “no más aviones, viajen en tren cama” o “comamos hamburguesas artificiales, acabemos con la ganadería para evitar el metano en la atmósfera”.
Recientemente, ha saltado a
la palestra en Estados Unidos por ser la cabeza visible del anuncio por parte
de Biden del gasto de 2,2 billones de dólares destinados a infraestructuras y
proyectos de transporte ecosostenibles para evitar las emisiones de dióxido de
carbono. Lógicamente, para cubrir ese gasto, el bueno de Pete propuso un nuevo
tributo que cubra este sobregasto. Los malditos impuestos.
Siempre
ha defendido el uso de la bicicleta para los desplazamientos e incluso ha sido
felicitado por el director ejecutivo de la Cumbre Nacional de Bicicletas, Bill
Nesper: “Estamos emocionados por tener un secretario de Transporte que conoce
los beneficios de ir en bicicleta y estamos ansiosos por discutir su visión
para el futuro de nuestro sistema de transporte en la próxima Cumbre”.
Pero
no todo es como aparenta ser. Un ciudadano anónimo ha grabado una secuencia que
ha corrido a toda velocidad por las redes sociales. En ella se ve como el
secretario se apea de su vehículo oficial a unos 200 metros de la Casa Blanca
con un casco puesto; sus escoltas bajan una bicicleta del maletero del coche de
alta gama; el secretario demócrata se monta en ella y pedalea hasta llegar a su
oficina donde le esperan un grupo de periodistas que inmortalizan su llegada a
la Casa Blanca “cansado de pedalear desde su casa”. Pueden ver el video en este enlace.
¿Teatro? ¿Hipocresía? De todo un poco. Pero sobre todo se trata de la enfermiza obsesión de todos los políticos de exagerar las cosas para ser “los más” en cualquier asunto que defiendan. Siempre pensando en los votos (no en el ciudadano) para perpetuarse en el poder. Con ese ejemplo, ¿cómo piensa convencer a sus compatriotas de que contaminen menos?
A
Buttigieg le han pillado con el carrito de los helados. Poco tiempo ha tardado
en demostrar quién es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario