
No hay nada más patético que observar a alguien demostrando su inutilidad. O peor aun, haciendo trampas para conseguir unos objetivos inalcanzables para sus condiciones.
Esto es lo que le ha pasado a Carmine Stefani, ciclista aficionado italiano, que con 45 años ha querido emular al Miguel Indurain de sus mejores tiempos.
Sus rivales ya sospechaban de él desde hacía tiempo. Y es que el tal Carmine no sólo ganaba a sus contrincantes (20 años más jóvenes que él) sino que encima les humillaba; en julio, sacó una ventaja de 13 minutos al segundo clasificado en una carrera organizada por los Ayuntamientos de Cilento. Y claro, sus rivales se cansaron y le denunciaron ante la comisión antidopaje del país transalpino.

Y no es la primera vez que le pillan; hace quince años ya le sancionaron varias veces. Una de ellas por dar positivo, otra por no presentarse a un control y otra por participar estando sancionado en otra carrera. Ahora, las autoridades han sido mucho más contundentes ya que ha sido suspendido de por vida.
Lo más deplorable fueron sus declaraciones (antes de que lo pillaran, claro): "Tengo 45 años y corro por pasión, gastando dinero en ello, haciendo saltos mortales para poder entrenarme y competir". ¿Se creería que no le descubrirían nunca?

No hay comentarios:
Publicar un comentario