Todo el mundo conoce que la empresa que fundó Mark
Zuckerberg, Facebook, ha comprado por 19.000 millones de dólares el servicio de
mensajería instantánea más popular del mundo, WhatsApp. Según ambas empresas, todo
continuará igual y WhatsApp será totalmente independiente de la popular red
social, sin cambiar la interfaz de usuario y sin incluir publicidad. Pero, ¿qué
peligros pueden surgir para los usuarios tras ésta compra?
Según el responsable de la oficina de regulación de la
privacidad en las comunicaciones de Alemania, Thilo Weichert, muchos. Es más,
ha aconsejado a todos sus compatriotas no utilizar WhatsApp para comunicarse a
través de mensajes instantáneos. Y va más lejos al afirmar que la combinación en un mismo dispositivo
móvil de WhatsApp y Facebook “deja al usuario completamente desprotegido y
quienes utilizarán sus datos a partir de ese momento, no responden ante las
leyes de protección europea”.
El señor Weichert, no tiene reparo alguno en llamar al
boicot: "En la aplicación WhatsApp ni siquiera encontramos una declaración
sobre política de protección de datos. Eso quiere decir que se reservan el
derecho a disponer de los datos de los usuarios como les parezca mejor" (lógico
sí que parece su planteamiento). "Además,
tras consultar a nuestros juristas, hemos constatado que este tipo de
comunicaciones se encuentra en una interfaz problemática entre las
telecomunicaciones y los medios de comunicación que dificulta en extremo la
acción de la justicia, porque no hay una legislación específica al
respecto". Y acaba afirmando que "ambas compañías se han negado a
acatar las normativas de seguridad y de privacidad de datos establecidas por la UE y sus usuarios deben saber que
están totalmente desprotegidos" (ya saben que ambas compañías tienen sus
sedes en Estados Unidos, país donde las leyes de protección de datos son
bastante menos estrictas que en Europa).
¿Qué puede haber de verídico en todas estas afirmaciones? Lo
cierto es que Facebook se ha caracterizado en los últimos tiempos por
protagonizar continuos fallos de seguridad que han dejado en una posición muy
vulnerable los datos de sus usuarios. También es cierto que muchos usuarios de
Facebook habían decidido en los últimos meses pasarse a WhatsApp para proteger
sus comunicaciones por tratarse de un entorno más cerrado que protegían mejor
su intimidad. Y no debemos olvidar que,
según sus responsables, la política de privacidad de WhatsApp consiste en compartir
información con otros proveedores de servicio y en usar información personal,
ya sean datos de uso, cookies, IP, entre otros, con el objetivo de mejorar la
calidad del servicio y generar la creación de nuevas características para
mejorar la experiencia del usuario.
¿Compartirán ahora las dos empresas todos
esos datos? No lo duden ni por un instante.
No soy el único que siempre ha sentido recelos ante estas
empresas “altruistas”. ¿Por qué negarse a incluir algún tipo de publicidad en
un servicio que usan centenares de millones de personas diariamente en todo el
mundo? Sí, ya sé que desde hace aproximadamente un año, a veces, cobran unos
ridículos céntimos anuales a sus usuarios; ¿no lo harán para disimular y que
pase desapercibida su auténtica fuente
de ingresos? ¿Imaginan cuantos datos pueden almacenar diariamente?
Hoy, Mark Zuckerberg ha afirmado en Barcelona que WhatsApp
vale mucho más de lo que han pagado por ella. No piensen mal: puede que entre
sus proyectos para rentabilizar tan alta inversión esté el cobrar a los
usuarios los centimitos dos veces al año.
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