Gabilondo, Urdangarín, Zubizarreta y Arguiñano por parte de
padre e Igartiburu, Erentxun, Otegui y Clemente por parte de madre. ¿Se
acuerdan? Éstos eran los apellidos que decía tener el protagonista de la genial
y desenfadada película “Ocho apellidos vascos”, el éxito de taquilla (que no de
los politizados premios Goya) más importante de la última década del cine
español. ¿Y qué ocurriría si la costumbre se extendiera y la próxima producción
tratará sobre los apellidos catalanes?
El Idescat, Instituto de Estadística de Cataluña, publicó la
semana pasada los resultados del padrón de habitantes de la región catalana. En
él, se reflejan algunos datos interesantes como que en Cataluña viven 7.518.903
personas, de las cuales 1.089.214 son extranjeras, el 14,5% del total, siendo la comunidad marroquí la más numerosa
con 226.818 personas, el 20,8% del total, seguido de los procedentes de
Rumanía, China, Italia, Paquistán, Bolivia y Ecuador por este orden.
Pero lo que más nos ha llamado la atención es que el Idescat
también ha contabilizado a la población catalana en función de sus apellidos,
¿Saben cuáles son los más comunes? ¿Acaso Capdevila, Roca, Llach, Guardiola,
Doménech, Alemany, Albert o Balaguer? No. Descarten cualquier apellido etimológicamente
catalán. El más común es… el mismo que en el resto de España: García. Cerca de
350.000 catalanes portan este apellido, ya sea como primero o como segundo. Le
siguen, por este orden Martínez, López, Sánchez, Rodríguez, Fernández, Pérez y González
hasta completar los ocho primeros. Luego aparecen Gómez, Ruiz, Jiménez y así
hasta llegar al puesto vigesimosexto en el que encontramos el primer apellido
100% catalán: Vila, que identifica a 18.021 ciudadanos de Cataluña. Pujol aparecen
el puesto 54; Durán en el 55 y Más en el 83. Como curiosidad decir que se
apellidan Ferrusola apenas 118 personas. (Pueden encontrar la lista completa en este enlace).
¿Imaginan al protagonista de esta hipotética película dándole
a su futuro suegro la lista de los
apellidos más comunes de la región para demostrar su catalanidad?
Ni se es más inteligente ni más guapo por apellidarse
Tarradellas que Herrero ni viceversa. Realmente importa poco a la hora de ser
más o menos independista. El peligro es que apellidándose Agramunt no es
necesario demostrar nada si se pertenece a un partido separatista, pero llamándose
Francisco Pérez se deben hacer muchas demostraciones patrioteras para llegar a
lo más alto. Y ya sabemos lo que el radicalismo lleva tras de si.
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