Si las encuestas preelectorales aciertan (aunque,
sinceramente, lo dudo mucho), las elecciones de este próximo domingo, 24M, tendrán
el resultado más fraccionado de la reciente historia de la democracia española.
Las mayorías absolutas prácticamente desaparecerán de la geografía patria y
creo que nos vamos a reír con los pactos que se alcanzarán para lograr la
gobernabilidad de algunos municipios y comunidades. Eso si no se tienen que
repetir algunas tras pasarse varios meses intentando alcanzar acuerdos que difícilmente
se lograrán.
Y en medio de todo este desbarajuste, existe un partido que
sube como la espuma, aunque creo que le ha faltado tiempo para darse a conocer
a la mayoría de la población. No hablo de Ciudadanos o Podemos, partidos de
reciente creación, sino de otro con un nombre, cuanto menos, curioso: “Escaños
en Blanco”. ¿Quiénes son?
Escaños en Blanco se fundó el año 2010 en Cataluña y su
máximo órgano de representación del partido es la Asamblea general, formada por
el conjunto de afiliados. El consejo Ejecutivo se encarga de la gestión y
además hay asambleas territoriales y un Consejo territorial que se encarga de elegir las candidaturas
municipales y autonómicas. Las candidaturas a las Generales y Europeas las
elige la Asamblea General.
Ya tienen tres concejalías; dos en Foixá (Gerona) y una en
Gironella (Barcelona) que, consecuentemente, están vacías. Las últimas
encuestas les otorgan un escaño en el parlamento aragonés. Lo malo es que no se
presentan en toda España, aunque tienen candidaturas en las principales
ciudades; Madrid, Barcelona, Sevilla…
¿Y en qué se diferencia de cualquier otro partido político? En
su programa electoral que consta de un único punto: “No tomaremos posesión del
cargo”. Lo explican del siguiente modo:
“Nuestros candidatos, si resultan elegidos, no adquirirán la
condición plena de diputado o concejal. Al no ejercer como tales, no tendrán
derecho a ningún tipo de remuneración económica en forma de sueldo, dietas o
complementos.
Asimismo, el partido Escaños en Blanco ni solicitará ni
aceptará subvenciones públicas, en particular las adjudicables por escaños,
votos o envío de propaganda electoral.”
¿A que ya les empieza a gustar? Pues seguimos. La formación
pretende mostrar y canalizar el descontento de la ciudadanía de forma eficaz y
se presenta como una forma de utilizar los votos de la población para expulsar
políticos de las instituciones.
Somos muchos los españoles que estamos hartos de la clase
política que nos ha tocado padecer.
Personalmente, el PP me ha defraudado durante
los últimos años. Ya sabemos que la papeleta heredada obligaba a realizar
muchos sacrificios (a los españoles, claro), pero su desastrosa política de
comunicación y el incumplimiento de buena parte de su programa electoral (no en
temas económicos, que conste) ha hecho que muchos de sus votantes le hayan dado
la espalda. Por no hablar de los casos de corrupción, ¡qué desastre!, pero esta
lacra es común a cualquier partido que toque poder. Y algunos, incluso sin
llegar a tocarlo.
Las siglas PSOE me dan repelús. Nos abocaron a la peor crisis
económica de la historia española (por no recordar la de mediados de los
noventa), empobreciendo a un país rico con medidas populistas, tonterías
igualitarias y mastodónticas administraciones derrochadoras. Por mucho que
busque entre sus candidatos no encuentro a ninguno que me inspire la más mínima
confianza.
Lo de Izquierda Unida (o como se llame en cada sitio) se
veía venir desde hace tiempo. Ideas trasnochadas de principios del siglo
pasado, pronto o tarde, acaban cansando hasta a los más convencidos votantes. Oigan
a Cayo Lara durante cinco minutos y sabrán de lo que hablo. Puede que sean sus
últimas elecciones.
UPyD, formación que prometía hace un par de años, no ha
sabido adaptarse a las circunstancias ni leer el panorama político que se avecinaba
y tiene todas las papeletas para que, al igual que IU, éstas sean sus últimas
elecciones.
Podemos parece ser la solución para todos los desencantados
de la política actual. Votar a un partido que promete cosas que sabe que no va
a poder cumplir me parece estúpido y muy peligroso.
Ciudadanos tiene buena pinta aunque me da miedo que nos
gobierne un partido del que solo conocemos a su líder. ¿Quién hay además de Rivera?
Están demasiado verdes para otorgarles mi confianza. Quizá, si continúan
haciendo las cosas medianamente bien, en próximas elecciones…
Y de “aventuritas” separatistas no quiero ni oír hablar.
¿Voto en blanco? ¡Ni pensarlo! Nuestra perversa Ley
Electoral discrimina los votos en blanco o nulos en favor de los partidos
mayoritarios.
La única forma que encuentro para castigar a los políticos
españoles es dándoles donde más duele: en su bolsillo. Políticos expulsados de
las instituciones; escaños vacíos. Sólo así conseguiremos que espabilen y nos
escuchen.
Por todo esto, mi voto irá para “Escaños en Blanco”
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