Si usted es aficionado a
moverse por las redes sociales seguro que una de las cosas que más le molesta es
comprobar que las noticias falsas, los mensajes de odio, los acosos (incluidos
los infantiles) y los contenidos difamatorios ganan por goleada a los que no lo
son. En ocasiones da verdadero asco leer lo que se publica. ¿Solución fácil? No entrar en las
redes. Pero claro, mezclado con toda esta bazofia se encuentran noticias que si
nos interesan y que no vamos a dejar de conocer por culpa de estos indeseables.
¿Cómo
conseguir que esto no ocurra? Se me ocurren dos métodos: que todos los
usuarios, a través de una buena educación y respeto hacia los demás, dejen de
publicarlas o que sean las redes sociales las que se encarguen de eliminarlas
rápidamente una vez publicadas. Evidentemente, la primera solución está un poco
lejos, así que el gobierno alemán ha optado por la segunda y acaba de presentar
un proyecto de ley según el cual se podrán imponer multas de hasta 50 millones
de euros a las redes sociales que no eliminen contenidos difamatorios, mensajes
de odio o noticias falsas.
Eliminar rápidamente todos
los contenidos “tóxicos” en las plataformas teniendo en cuenta que se publican
alrededor de 1.000 millones de mensajes al día resulta bastante complicado. La
solución, según el proyecto de ley, será que las redes sociales deberán ofrecer
a los usuarios un proceso reconocible, accesible y disponible para registrar las
quejas de los usuarios sobre contenidos delictivos. Luego, estarán obligadas a
investigar todas las quejas y a eliminar o bloquear todos esos contenidos en el
plazo de 24 horas. Más tarde, informarán al
usuario de la decisión tomada y elaborar un informe trimestral sobre cómo el
número de quejas, cómo las han gestionado y cuantos empleados se han dedicado a
ello.
Según el ministro de
justicia alemán, Heiko Maas, “se eliminan pocos contenidos delictivos y sin la
suficiente rapidez. No están haciendo lo suficiente para frenar las
provocaciones y las calumnias; las redes no se toman en serio las quejas de sus
propios usuarios”. Y las cifras le dan la razón: salvo Youtube (Google) que ha quitado el 90% de los
mensajes denunciados por los usuarios, Facebook se ha quedado en apenas el 39%
y Twitter se lleva la palma habiendo eliminado sólo ¡el 1% de las denuncias!
Esta loable iniciativa
tiene, como no podía ser de otra forma, un trasfondo político. En la mente de todos están las recientes
elecciones norteamericanas y los miles de engaños y mentiras que, dicen,
ayudaron a ganar las elecciones a Donald Trump. Incluso se publicó la noticia
falsa de que el Papa Francisco le apoyaba.
Con unas elecciones federales en Alemania que se
celebrarán a finales de este año, nadie en el partido en el poder de Ángela
Merkel quiere que este tipo de noticias
puedan tener influencia en los resultados y que los extremistas de la Alternativa para
Alemania (Alternative für Deutschland, AfD), partido que se opone rotundamente
a la inmigración, puedan tener alguna posibilidad de triunfo.
Y perder el poder… eso si
que da miedo.
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