Parecen intocables. Más
bien, se creen intocables. Pero hasta ellos pueden caer. Nos referimos a los
componentes del comité de empresa: esos señores que, muy de vez en cuando,
vemos pasar junto a nuestro puesto de trabajo con aires de superioridad.
El Tribunal de Justicia de Madrid (TSJM) ha
avalado el despido (procedente y sin derecho a indemnización) de un miembro del
comité de empresa del que la compañía probó concienzudamente que había cometido
un abuso del tiempo para realizar actividad sindical. Vamos, que utilizaba ese
tiempo para ir a trabajar a otro sitio.
Al sindicalista le
pillaron durante el horario en el que había solicitado hacer uso de su crédito
sindical impartiendo clases en un Instituto de Enseñanza Secundaria de Getafe
como profesor técnico de formación profesional interino. Este hombre, cuando ya
había dado comienzo el curso, se dirigió a la Gerencia solicitando un
permiso individual de formación de 200 horas laborales para realizar un curso
de Técnico superior de programación de la producción en fabricación mecánica en
un centro de formación.
Tras probar que se
solapaban el horario de las clases con el crédito horario y que los fichajes de
entrada se hacían más tarde de la hora oficial, contrataron a un detective.
Pero para que la prueba fuera válida, no podía vigilar todos los días, ni a
todas horas ni desde cualquier sitio: que si no es “control abusivo”. Para
asegurar las pruebas, se levantó acta ante notario de la web de la Comunidad de Madrid en
la que figuraba el trabajador como interino, lo que la Comunidad certificó.
Los hechos resultan
especialmente graves ya que el trabajador, mediante engaño, se aprovechaba de
un permiso retribuido para ejercer una labor lucrativa como profesor que no
tenía nada que ver con la solicitud que marcaba el permiso ni, por supuesto,
con su labor como representante de los trabajadores. Por ello, la empresa se
reserva el derecho de reclamar al trabajador las cantidades salariales
indebidamente percibidas y daños y perjuicios.
En fin, que no son
intocables pero que para despedirlos hay que tenerlo todo muy bien atado. Que
ellos conocen bien las leyes sindicales y los abogados les salen muy baratos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario