miércoles, 17 de marzo de 2021

Un bosque a partir de una caja de lápices

 


Podría parecer que, con la digitalización y la proliferación de ordenadores, teléfonos móviles o pantallas táctiles, los históricos instrumentos de escritura, léase bolígrafo o lápiz, tenderían a desaparecer. Nada más lejos de la realidad; cada día se producen 135 millones de bolígrafos de plástico y 40 millones de lápices.

Con los deshechos de los bolígrafos de plástico, aparte de depositarlos en los contenedores adecuados una vez agotados y no tirarlos por ahí, poco se puede hacer, pero con los lápices no ocurre igual porque tienen la virtud de ir mermando conforme se usa. Pero ¿y lo que queda cuando ya no nos dan los dedos para poderlo coger?

Un grupo de estudiantes de la universidad de Massachussets, en Boston, en 2013, estaban realizando un trabajo sobre cómo serían las herramientas de la oficina del futuro, cuando se les ocurrió la brillante idea de quitar la goma de borrar de la parte trasera para colocar una pequeña cápsula con semillas; cuando el lápiz se acaba, lo que queda se planta en una maceta para que crezca una planta o un árbol.



Pusieron su invención en Kickstarter y pronto un emprendedor danés, Michael Stausholm, les compró la patente y fundó la empresa Sprout World.   

El producto que comercializan es muy similar al que inventaron los universitarios. Los lápices, que son 100% naturales y hechos de madera certificada de bosques sostenibles donde se planta un árbol nuevo por cada uno que se tala, llevan incorporados en el extremo una cápsula con semillas. Cuando ya no se puede escribir o pintar con ellos, se introducen en la tierra y en apenas unas semanas, crecen los primeros brotes de plantas como albahaca, tomillo, salvia, margaritas, tomates cherry o árboles como abetos.



Fabrican unos cinco millones de lápices con semillas cada año y están teniendo mucho éxito entre las empresas, que ponen su logotipo o diferentes mensajes en ellos y los usan como obsequios promocionales e, incluso, como tarjeta de visita en lugar de la tradicional de papel. También está de moda para personalizar regalos en bodas, cumpleaños y bautizos.  

Su próximo producto, a punto para la venta, será un lápiz delineador de ojos 100% natural que al plantarlo se transforma en flores salvajes

Pequeños gestos para conseguir un planeta más limpio y más verde.


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