miércoles, 16 de julio de 2008

Dibujar nubes en el cielo


Hartos de la dichosa crisis económica, de la contaminación atmosférica, de las malditas disputas políticas, de la creciente pobreza mundial, de los precios estratosféricos de la gasolina y hasta del calor que no cesa en este bochornoso mes de julio, hoy nos apetece reseñar una noticia que aparece en elmundo.es y que hace referencia al invento de un cubano (no sabemos si exiliado o no a Miami) que, ni corto ni perezoso, ha ideado una máquina de generar nubes con formas.
Si, lo han leído bien, la máquina en cuestión fabrica logos flotantes, o “Flogos” hechos de espuma de jabón de origen vegetal y helio. La máquina se basa en el sistema que se utiliza en los cañones de nieve y utiliza unas plantillas hechas por ordenador que son las encargadas de dar forma a las bocanadas de espuma que lanza la máquina.

Francisco Guerra, que así se llama el inventor, es un especialista en efectos especiales y ha ideado esta máquina pensando en su utilización como medio publicitario. Su invento es capaz de soltar al aire una figura blanca y mullida cada 15 segundos y puede diseñar cualquier forma, desde el logo de una empresa hasta cualquier forma geométrica. Su principal ventaja es que tardan bastante en deshacerse y son capaces de viajar bastantes kilómetros, si el viento acompaña.
El método es mucho más ecológico que otros sistemas similares como por ejemplo el dibujo con humo blanco mediante la utilización de avionetas. Aparte, pasado un tiempo, la nube de espuma se disuelve en la atmósfera de forma inocua.

De momento las nubes son pequeñas, no se vayan a creer, pero nuestro inventor cubano ya tiene en mente mejorar su máquina y de cara al año próximo, espera lanzar versiones que hagan nubes de colores. Aunque seguro que no serán tan bonitas como las de las fotos.

Yo creo que, si hubiese sido inventor, me habría encantado diseñar un artilugio de este tipo: una máquina para fabricar nubes. Haríamos nubes con la figura de nuestros seres queridos, con las letras del nombre de la mujer que amamos, corazones, estrellas ... En fin, estoy desvariando. Debe ser el calor.

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