martes, 27 de septiembre de 2016

¿Cómo eran nuestras vidas antes de Google?



“San Google”, como le llama mucha gente, ha cumplido 18 años. ¡Y parece que fue ayer cuando lo tecleábamos por primera vez (equivocándonos al poner una sola O) en nuestro ordenador! 
El buscador más importante del mundo ya es mayor de edad y para celebrarlo han creado un hashtag, #AntesDeGoogle,  donde los usuarios han descrito en unas pocas palabras cómo era su vida antes del feliz nacimiento. Les traemos las que más nos han llamado la atención, aunque no todos los cambios han sido debidos a la presencia de Google. Que aunque lo parezca, tampoco es Dios.


- La enciclopedia. En todas las casas había una y en las más pudientes, no bajaba de los 25 tomos. Lo sabía todo y era imposible hacer un trabajo escolar sin consultarla. Con el tiempo llegaron las enciclopedias en CD-ROM (otro muerto en combate) como la Encarta y, finalmente, todas pasaron a formato digital con visionado gratuito a través de internet.


- Las revistas y periódicos. No es que hayan desaparecido del todo, pero tampoco es que pasen por su mejor momento precisamente. Hace 18 años, había sábados en que salías del quiosco o librería con más peso del que podían soportar tus brazos con el periódico nacional, el local, el deportivo, la revista semanal, el coleccionable…


- El videoclub. Si no queríamos que las teles mandasen sobre lo que íbamos a ver, no teníamos más remedio que acudir al videoclub y hacer una cola inmensa para llevarnos a casa una película estrenada hacía tres años. Eso o grabar una de la tele para verla más tarde con anuncios incluidos.

- El teletexto. Era la única forma de saber los resultados de fútbol (o cualquier otra noticia) sin esperar a que llegase la hora del telediario. Todavía lo consultamos muchos, que conste.


- Agencias de viajes. Sin internet, viajar era difícil. Y caro. O nos conformábamos con lo que nos ofrecían en la agencia de viajes o había que lanzarse a viajar “a la aventura”, sin billetes de avión, reservas de hoteles, etc.

- Agendas de teléfonos. Todas las casas tenían una, bien ordenadita alfabéticamente. Incluso sabíamos muchísimos números de teléfono de memoria. La única forma de comunicarnos con el prójimo era el teléfono y el fijo de casa, echaba humo.


- Diccionario de idiomas. Los idiomas nunca han sido el fuerte de los españoles y la única forma de conseguir una comida decente cuando viajábamos al extranjero era traduciendo la carta con el mini diccionario correspondiente.  

- La cassette. Seguramente fue el inicio de la piratería. Un amigo nos dejaba un LP y con una calidad nefasta la grabábamos en una cinta que escuchábamos una y otra vez.  


- Las páginas amarillas. Eran como el Google de final del siglo XX. Todo aparecía allí: fontaneros, mecánicos, librerías… También estaban las páginas blancas para buscar teléfonos particulares. Éstas últimas ya han desaparecido, pero las amarillas todavía cuentan con más de 12 millones de usuarios y su versión digital es de las más visitadas.

- Los planos y el callejero. Era la única forma de orientarse por esas carreteras de Dios o por las callejuelas de la gran ciudad. ¡Qué forma de perderse! Pero tenía su gracia desplegar los mapas (no tanta volverlos a plegar).



 De todas formas, si quieren saber más cosas de cómo era la vida hace 18 años, pueden preguntarle a Google. Seguro que lo sabe. 


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