Que si
sienta mal, que si engorda; que si quita el hambre; que si lleva demasiado
alcohol… parece que los humanos no nos cansamos de sacarle defectos a la
cerveza. Pues tengo una buena noticia para todos aquellos que disfrutamos
saboreando esta bebida de dioses: todos estos inconvenientes, SON MENTIRA.
Ahí
van diez razones por las que el agua, la cebada y el lúpulo que conforman la
cerveza no son perjudiciales sino, más bien, todo lo contrario.
- Nutritiva:
La cerveza es un alimento saludable. Contiene diferentes sustancias nutritivas
como ácido fólico, carbohidratos, magnesio y calcio, además de otras
importantes para el organismo como la fibra y los antioxidantes.
- No provoca
“barriga cervecera”: El aumento de la grasa abdominal no está provocada por la
cerveza. La aportación calórica es baja: una caña de 200 ml. Equivale a 90
kcal. Esa barriga que todos odiamos viene provocada por una dieta
desequilibrada y porla falta de ejercicio.
- Prolonga
la vida: La cerveza tiene más de 2.000 componentes que hacen que tenga
propiedades antioxidantes, ayudando a proteger al organismo frente a la
oxidación y el envejecimiento de las células. Esta característica hace que se
retrase la aparición de algunas enfermedades degenerativas.
- Previene
los infartos: Ya hemos dicho que evita la oxidación de las células además de
aumentar la cantidad de colesterol HDL (el “bueno”) y proteger frente a
lesiones miocárdicas agudas. Existen evidencias científicas que destacan que
beber cerveza se vincula a un menor riesgo de cardiopatías isquémicas,
favoreciendo la función cardiaca global y que puede tener cualidades
antiinflamatorias.
- Huesos más
sanos: En la cerveza están presentes el silicio, que promueve la densidad ósea
y evita la pérdida de hueso, los fitoestrógenos, asociados a la mejora de los
síntomas de la menopausia.
- Protege frente el Alzheimer: Contener silicio reduce la biodisponibilidad del aluminio
en plasma y tejido cerebral vinculado a algunas patologías neurodegenerativas.
- Menos
infecciones: Mejora la respuesta inmune contra los organismos que provocan las
enfermedades infecciosas, especialmente en mujeres.
- Prevención
y control de la diabetes: La Sociedad Española de la Diabetes explica que “los
componentes de la cerveza como la fibra soluble, los compuestos polifenólicos,
los minerales y la baja graduación alcohólica actúan sobre los mecanismos y
procesos que desencadenan la diabetes y sus complicaciones”.
- Recuperación
en deportistas: Según una investigación del CSIC y la Universidad de Granada, las propiedades de
sus ingredientes y sus características organilépticas posibilitan que sea una
buena bebida para recuperar el organismo hormonal e inmunológico de los
deportistas tras realizar ejercicio.
- Aporta
ácido fólico en el embarazo: Contribuye a la hidratación y aporta ácido fólico.
Naturalmente, para las embarazadas la cerveza debe ser sin alcohol.
Por
supuesto, todas estas ventajas descritas son consecuencia de un consumo
responsable y no de una ingesta masiva de la bebida. Y por consumo responsable
se entienden 2 o 3 cañas diarias para un varón y 1 o 2 para una mujer. Y deben
de ser diarias: no vale acumular las de toda una semana los sábados, por
ejemplo.
Ya lo decía
Benjamín Franklin: “La cerveza es la prueba de que Dios nos quiere”.
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