Es el hombre de
moda. A sus 61 años, Bertín Osborne está en la cresta de la ola y lo está
aprovechando. Su día a día es infernal: tan pronto está grabando algunos temas
en el estudio como aparece en una gran superficie para promocionar sus
productos de alimentación, sin olvidar sus compromisos publicitarios y sus
trabajos artísticos. Pero este hombre parece que está viviendo una segunda
juventud y puede con todo.
Sin duda, su
programa de entrevistas “En tu casa o en la mía” es el culpable de que Bertín
luzca ahora más brillante que nunca. Un programa diseñado a su medida en el que
el cantante es a la vez personaje y presentador y que está batiendo récords de
audiencia semana a semana.
Además, Bertín
Osborne continúa, tras cuatro exitosos años, con Arévalo y su obra teatral “Dos
caras duras en crisis” recorriendo toda España, con fechas confirmadas hasta
dentro de un año. También está triunfando con su gira “Crooner”, en la que el
cantante cuenta con una banda de 25 músicos y que alcanzará los 35 recitales en
2016. Ya ha alcanzado el disco de oro (50.000 copias vendidas), algo muy
difícil en la actualidad.
Pero el negocio
que más le ilusiona es el Bertín Osborne Selección (BOS), la marca de
alimentación del cantante madrileño. Comercializan 80 productos, entre los que
se encuentran ibéricos, quesos, vinos, verduras, gazpacho y su producto
estrella, “los picos”. Y con una buena parte de los beneficios que obtiene en
BOS sufraga la que denomina “su joya”: la Fundación Bertín Osborne.
La Fundación nació
casi sin haberlo planeado; padres de Kike,
un niño que nació con parálisis cerebral, Bertín y Fabiola pronto se dieron
cuenta de que su caso provocaba el interés de muchas familias por conocer qué
tipo de técnicas, terapias y tratamientos estaban empleando con su hijo.
Los padres con
niños afectados por parálisis cerebral desconocen cómo pueden ayudar a sus
hijos y carecen de la esperanza que ofrecen los tratamientos actuales y de las
oportunidades que pueden brindarles. Existen terapias alternativas y los padres
son parte fundamental en el desarrollo del cerebro de sus hijos y de sus
capacidades motoras, cognitivas y sensoriales.
Para conseguir
todo esto, la fundación presta ayuda, asistencia y orientación al entorno
familiar mediante el desarrollo de programas de atención temprana y, si es
necesario, ayudas monetarias directas previa
acreditación de la existencia de
tal necesidad.
La resignación no
es una solución y así lo explican, a quienes requieren su ayuda, las seis
personas que trabajan en la Fundación Bertín Osborne, capitaneadas por su
esposa Fabiola.
Una gran labor en
la que todos podemos ayudar. Para hacerse socios de la Fundación o,
simplemente, realizar una donación, pueden encontrar información en la página
web de la Fundación Bertín Osborne.
Un 10 para
nuestro artista preferido. Y para su mujer Fabiola, por supuesto.
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