Tras
sufrir la mayor crisis económica de la historia de España (sin contar las
guerras), todos tenemos algunas imágenes de este drama guardados en nuestra
memoria para lo que nos resta de vida: comedores de Cáritas a reventar, colas
interminables ante las oficinas del INEM, afectados por los mil y un chanchullos
de la banca y familias desahuciadas que tenían que abandonar sus viviendas
habituales al no poder pagar las mensualidades de unas hipotecas firmadas con
un optimismo desmesurado durante los años de bonanza. Unos desahucios que en la
inmensa mayoría de las ocasiones eran auténticas injusticias de las que muchas
familias jamás se podrán recuperar.
Quizá
fueron los desahucios la cuestión que más ampollas levantó en la sociedad. Ver
casos extremos en los que una familia con varios niños pequeños debía abandonar
su hogar, sin saber muy bien adonde ir, mientras los odiados bancos se quedaban
con la vivienda, fue la gota que colmó el vaso de una desesperada sociedad
española.
Posiblemente
por ello, las autoridades españolas no han osado a mover un dedo para cambiar
algunas leyes obsoletas que rigen en el mercado de la vivienda, sobre todo en
el caso de los alquileres, creyendo que con ello protegen a familias
desfavorecidas. Sabido es por todos lo que cuesta quitarse de encima a un okupa
que invade su domicilio, ya esté vacío o viviendo usted en él. Pues no menos difícil
es desahuciar a algunos inquilinos que no pagan sus alquileres de forma
sistemática.
Según el informe
“La demora en los desahucios-España 2017” elaborado por Pluslegal Abogados, los
procesos de desahucios en España se demoran de media 347 días, desde que el
inquilino deja de pagar hasta que finaliza el proceso judicial con la sentencia
que hace efectivo el desalojo del inmueble. ¡Casi un año!
Por
provincias, el informe muestra que Sevilla es el lugar donde más tiempo
transcurre, 367 días siguiéndole Murcia con 365 y Málaga con 359. Por el
contrario, los procesos más cortos se desarrollan en Álava donde el proceso
suele tardar 317 días, en Zaragoza 320 y en Vizcaya 322 días. Aunque la diferencia
es de casi dos meses, continúan siendo cifras muy altas.
Hemos
escuchado en numerosas ocasiones que uno de los problemas de España radica en
el elevado porcentaje de pisos en propiedad contra los que existen en alquiler.
Todavía me parece poco. Difícilmente alquilaría un piso de mi propiedad
sabiendo que, si el inquilino “me sale rana”, tardaré un año en quitármelo de
encima y, posiblemente, lo encontraré medio destrozado sin poder reclamar nada
a los ocupantes.
La justicia
debe ser mucho más rápida para que, realmente, sea justa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario