Errores
cometemos todos, pero si esos errores los van a ver decenas de millones de
personas por todo el mundo, la cosa cambia. El periodista Víctor Arribas Vega
analiza en su libro “Goof. Los mejores gazapos del cine” de la editorial Espasa
numerosos errores del séptimo arte que ha ido recopilando a lo largo de los
años. Les dejamos los más curiosos que hemos encontrado.
E.T.
SI por algo
se hizo famoso este personaje creado por Steven Spielberg en 1982 fue por la
célebre frase “E.T teléfono…mi caaasa”. Lo malo es que el alienígena nunca la
pronunció. En realidad, decía “E.T. phone home” (E.T llama a casa), pero los
dobladores al español decidieron cambiarla. Tenía más sentido en el original,
pero dudo que se hubiera hecho tan famosa.
Dos hombres y un destino
Película de
George Roy Hill de 1969. Butch Cassidy (Paul Newman) y Etta (Katherine Ross)
dan un romántico paseo en bicicleta con la canción “Raindrops keep fallin on my
head” de Burt Bacharach de fondo. Sin embargo, durante el recorrido, la
posición de Etta va cambiando por arte de magia: unas veces va subida al
manillar y otras veces va detrás de Buch. Parece que alguien falló en el
montaje de la cinta.
Lo que el
viento se llevó
En este
caso, lo que fallaron fueron las matemáticas. La protagonista, Melania
Hamilton, da a luz el mismo día que los confederados se marchan de Atlanta tras
perder una importante batalla. Lo curioso es que en la realidad, esto sucedió
el 1 de septiembre de 1884, justo ¡21 meses después de quedar embarazada! Al
parecer, el error provenía de la novela original de Margaret Mitchell que lo
justificó diciendo que “los hombres del sur siempre hicieron las cosas más
despacio que los yanquis”.
Good
Morning, Vietnam
Dirigida
por Barry Levinson en 1987, narra la historia de un DJ (Robin Williams) que
anima a las tropas norteamericanas en la guerra de Vietnam. Entre las
magníficas canciones que pincha se encuentra “What a wonderful world” de Louis
Armstrong, algo que resulta totalmente imposible ya que la acción de la
película transcurre en 1965 y el bueno de Armstrong no la compuso hasta 1967.
La elección de las canciones siempre es complicada en las películas históricas.
Náufrago
Vamos con
un error de geografía. En la película de Robert Zemeckis se comete un error grave
al ubicar la isla en la que Tom Hanks se tiró sus buenos años solo. Al final de
la aventura, la novia de Hanks le explica que ha estado perdido en un islote
situado al sur de las islas Cook, pero esto es imposible, ya que no hay tierra
firme entre las mencionadas islas Cook y la Antártida.
Casablanca
Hasta en
las obras maestras del cine se cometen errores. En la película de Michael
Curtiz de 1942, Rick (Humphrey Bogart) se cala hasta los huesos bajo una
intensa lluvia mientras lee la carta que le ha entregado su amigo Sam en la que
Ilsa le explica que no podrá irse con él. Por arte de magia, en la siguiente
escena, un segundo después, la empapada gabardina aparece completamente seca.
Mogambo
En este
caso el error no provino de Hollywood sino de la deplorable censura que
imperaba en aquella época en nuestro país. Para evitar la presencia en la
película de un adulterio, los censores propusieron que los personajes de Grace
Kelly y Donald Sinden no fuesen matrimonio sino hermanos. Así, las aventuras
amorosas de ella con Clark Gable no serían adulterio. En lo que no cayeron fue
en que si eran hermanos… cuando se acostaban cometían incesto, algo bastante
más grave.
Chinatown
Jack
Nicholson recordará toda su vida esta película de Roman Polanski y no por su
magnífico papel sino por las consecuencias físicas que derivaron de ella. En
una escena de la película, un matón se acerca a Jack y le ataca con una navaja,
hiriéndole en la nariz. Hasta aquí todo normal. Lo “anormal” fue que, para dar
realismo a la escena, ¡el director se la cortó de verdad! Eso se llama tomarse
en serio el rodaje.
Troya
En el
rodaje de una película histórica se prepara todo para que no aparezca ningún
objeto que no pertenezca a la época. Pero es imposible estar en todo. Lo que
sucedió en “Troya” de Wolfgang Petersen es difícil de prever. Cuando en la
escena aparecía Brad Pitt con el cielo azul de fondo, un avión se les coló en
el plano. ¡La que se hubiese liado en 1193 si se les llega a aparecer un avión!
Ben Hur
Finalizamos
con uno de los fallos más comunes en las películas: los objetos que aparecen y
desaparecen. En esta mega producción de William Wyler de 1959, al finalizar la
célebre carrera de cuadrigas, Charlton Heston, se acerca a visitar al moribundo
Mesala a una estancia del Coliseo. Al entrar, deja la corona de laurel en una
especie de mesita que hay en la entrada. Al salir, ni corona de laurel ni
mesita; alguien la había “mangado”.
Y, a pesar
de todos estos gazapos, las diez películas aquí expuestas fueron grandes
taquillazos y muchas están consideradas obras maestras. Hasta los mejores
cometen errores.
Les
aconsejamos la lectura del libro y les sugerimos que, a partir de ahora,
intenten descubrir más “gazapos” en las películas que vean. Se lo pasarán en
grande en el momento en que descubran uno.
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