Imagínese
paseando por las calles de París, algo de lo más placentero del mundo. El Sena,
Montmartre, la Tour Eiffel… todo precioso, pero tras varias horas deambulando por
sus preciosas calles, las necesidades fisiológicas aprietan. ¿Dónde ir? Pues
puede que tenga la suerte de encontrarse con un artefacto que no se sabe muy
bien si puede ser una jardinera o una papelera, pero que, en realidad, es la
solución a sus problemas: un uritrittoir, un miniurinario público, portátil y
ecológico.
Con
un diseño atractivo y fácil de integrar en el paisaje y lejos de la clásica
cabina urinario, los uritrottoir están formados por dos compartimentos
superpuestos e interconectados. El cajón de arriba, que se puede decorar con
macetas, y el inferior con un lecho de material seco parecido al serrín, que
almacena la orina sin provocar malos olores para, posteriormente, ser
transportado a una planta de reciclaje y reconvertirlo en abono.
Ya
han empezado a instalarse en distintos puntos de Nantes y París como, por
ejemplo, en la Rue Bercy y su objetivo es evitar que, por falta de
instalaciones, las personas orinen en la vía pública. También la compañía
francesa de trenes SNCF ha apostado por esta solución en su estación de
Paría-Lyon para atajar los problemas que surgían con sus pasajeros.
De
momento, Uritrottoir sólo está dirigido a hombres que no tengan excesivos
problemas en orinar en público. Encontrar un modelo idóneo para ser usado por
mujeres aún resulta muy complejo aunque, en honor a la verdad, ellas, salvo
contadas excepciones, no tienen la fea costumbre de orinar en la vía pública.
No hay comentarios:
Publicar un comentario