“Con
más moral que el Alcoyano”. Creo que todos hemos oído la famosa frase que hace
referencia al optimismo con que encaraba sus partidos el equipo de fútbol de la
ciudad de Alcoy, en la provincia de Alicante. Aunque existen varias versiones sobre
el origen de la frase, la que más visos tiene de ser la auténtica es aquella
que hace referencia al enfado que demostraron sus jugadores, jugando en primera
división allá por los años 40 del pasado siglo, cuando el árbitro de turno pitó
el final del partido antes de tiempo cuando iban perdiendo por goleada. Al
parecer, todavía pensaban que podían remontar. Pues bien, hemos encontrado un
símil en la actualidad, en este caso en el mundo empresarial: Kanteron Systems.
Hace
unos días surgía la noticia: “Kanteron Systems, empresa española (más concretamente
valenciana), ha enviado una carta al consejo de administración de la empresa
belga Agfa-Gevaert planteando la posibilidad de lanzar una oferta pública de
adquisición (OPA) sobre esta compañía. El fundador y consejero delegado de
Kanteron, Jorge Cortell, afirma que la integración permitiría revitalizar el
negocio de la compañía belga aprovechando su tecnología puntera”.
Antes
de pasar adelante con la noticia, reseñar que Agfa, tras ser una empresa
puntera en el mundo de la fotografía (en competencia directa con Kodak a
finales del siglo pasado), se dedica actualmente a la fabricación de equipos
digitales de imagen e impresión para grandes clientes, principalmente empresas
y hospitales y que Kanteron Systems se dedica a desarrollar software que
permite compartir imágenes y datos sobre diversas enfermedades entre
profesionales del sector médico.
Pues
bien, Agfa, tras recibir la misiva proponiendo el acuerdo, ha rechazado abrir
negociaciones en estos momentos. ¡Qué prepotentes! pensarán algunos. Pues no crean.
Agfa tiene un valor en bolsa de 650 millones de euros y en 2017 facturó 2.443
millones de euros, con un beneficio neto de 45 millones (un 44% menos que el
año anterior) y con una deuda de apenas 18 millones. Por su parte, Kanteron
Systems en 2017 facturó 265.651 euros, perdiendo casi 600.000 euros.
Los
belgas, con accionistas tan importantes como el fondo soberano de Noruega y
Dimensional Funds, deben de habérselo tomado a cachondeo, aunque no lo hayan
dicho. ¿Cómo se atreve una empresa de la que nadie ha oído hablar y que factura
un 0,01% de lo que facturamos nosotros a hacernos una OPA? Pues con mucha
moral, con mucho atrevimiento y con un plan de negocio que, de salir bien,
sería el pelotazo del siglo. Así se mueve en muchas ocasiones el mundo empresarial.
La
idea es simple, no han inventado nada. Kanteron plantea una OPA financiada
principalmente con deuda financiada por la banca. Una vez conseguida la
empresa, esa deuda sería repagada con los recursos que genere el grupo
resultante de la integración. Y vistos los números, sería la propia Agfa quien
la pagase. Al finalizar, David se quedaría con Goliat, siendo éste quien habría
corrido con todos los gastos de la fiesta.
El "modus operandi" ya lo llevaron a cabo muchos españoles antes de la crisis y vuelven
a hacerlo ahora. Se compra un piso (o varios) mediante una hipoteca, luego se
alquila a un alto precio y, con ese dinero, se va devolviendo el préstamo. Al
final, el piso es suyo sin haber soltado un euro. Pues lo mismo con una
empresa.
Suponemos
que la idea no llegará a buen puerto, pero, ¿y si sale bien? ¿Imaginan
multiplicar por 10.000 veces sus bienes sin invertir ni un céntimo?
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