En
la mayoría de los centros de trabajo es casi un ritual: a primera hora, a media
mañana o tras la comida, varios empleados se juntan alrededor de la máquina de
café y mientras “saborean” el líquido que expende la maquinita, en muchas
ocasiones imbebible, comentan las últimas novedades en la empresa, hablan de
sus vacaciones o discuten sobre las decisiones del árbitro del partido
del domingo. Unos minutos amigables en los que los empleados desconectan de su
rutina. Pues bien, gracias a IBM, esta sana costumbre puede tener los días
contados.
Cansados
de fabricar hardware, en IBM están explorando nuevas vías de negocio y una de sus
últimas patentes está relacionada con el uso de drones dotados de cámaras y
sensores biométricos para repartir café a los empleados de una compañía o en
las cafeterías para aumentar las ventas.
El
invento es para echarse a temblar. Los drones detectarán a las personas que
levanten la mano o que hayan pedido un café a través de una aplicación móvil. Pero,
además, con ayuda de sus sensores, detectarán la dilatación de las pupilas y
las expresiones faciales para encontrar a las personas que “parezca que precisan
una dosis de cafeína” y observarán a los grupos para evaluar si necesitan un
café, basándose en factores como el tiempo que han estado hablando en grupo y
si la conversación parecía tranquila o tensa.
Y
si el sistema informático en el que se basan ya tiene cargados algunos datos
como la calidad del sueño de los clientes o su agenda de reuniones, decidirán
qué tipo de café le servirán en cada momento.
Y
aquí también hay clases, ya que, si el dron reconoce a un alto directivo o a
una persona famosa dentro del grupo, les entregará la bebida antes que al
resto.
Por
supuesto, las bebidas se entregarán en recipientes a pruebas de fugas por si el
dron sufriera algún percance, no vaya a ser que todos los empleados lleguen
manchados de café a casa por culpa del fallo de un rotor.
Que
los drones ayuden en tareas de extinción de incendios, en protección
antiterrorista, abonando o sembrando los campos o sacando preciosas imágenes
con sus cámaras me parece un gran avance de la tecnología. Pero que vayan
pululando por la oficina buscando quien necesita un café para que se mantenga bien
despierto y continúe rindiendo al 100%, creo que ya es abusar. Señores de IBM:
¡déjennos tomar el café tranquilamente!
No hay comentarios:
Publicar un comentario