lunes, 24 de febrero de 2020

La alfombra roja de los premios Goya acabó en la basura




Seguro que todos ustedes conocen la regla de las “cuatro erres” que todo defensor del medio ambiente y del cambio climático en el planeta predica: Reducir, reutilizar, reciclar y recuperar. Pues la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, organizadora de la gala de entrega de los premios Goya, no.

Si fueron de los sufridos espectadores que se tragaron el tostón presentado por el matrimonio formado por Andreu Buenafuente y Silvia Abril, oirían hasta la saciedad mensajes medioambientales del tipo “salvemos el planeta”, “urgencia climática”, etc. Toda una batería de sermones destinados a concienciar a los espectadores sobre el apocalipsis que nos espera si no nos decidimos a cambiar nuestras costumbres consumistas. Pues como diría el refrán, “consejos vendo y para mí no tengo”.


La alfombra roja que pisaron todas las “estrellas” a su llegada, el photocall donde inmortalizaron su presencia e incluso parte de las gradas donde se agolpaban sus admiradores acabaron en el contenedor más cercano al teatro donde se realizaba la Gala. Todo a la basura. Un solo uso; el consumismo salvaje que se criticaba en la Gala, perpetrado por los organizadores de la misma Gala. La hipocresía al poder.

Afortunadamente, por el lugar transitaba un profesor malagueño, José Miguel Santos Paradas, director del centro Misioneras Cruzadas de La Palma-La Palmilla, un colegio privado religioso de la capital malagueña, que no dudó en cargar tan preciado material en su coche para llevárselo a su colegio.


“Gracias porque con todo lo que habéis tirado, algunos reutilizaremos los desechos para que los niños de un barrio olvidado se sientan los verdaderos actores de vida reales” publicaba el director en una conocida red social y se preguntaba “cómo se consiguen tantos recursos, cual es el camino para que no te denieguen recursos básicos o te cierren puertas. A una pequeña escuela de barrio siempre se nos dice que no hay recursos para las necesidades más básicas, que durarían mucho más que una noche”. Ya le contesto yo: casándose con el poder, sobre todo si es de izquierdas.

Gracias a este profesor, por lo menos en esta ocasión se han respetado las cuatro erres dándole una segunda vida a los desechos de la Gala. Esperemos que rectifiquen para la Gala de 2021. Si. Ya lo sé. Siempre he sido un empedernido iluso optimista.

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