Aunque
podemos comprarlas durante todo el año (milagros de las cámaras frigoríficas),
es a partir de estas fechas cuando empiezan a inundar los estantes de mercados
y grandes superficies con las primeras recolecciones. Nos referimos a las
naranjas, quizá la fruta más representativa de nuestro país.
Mucho
se habla de los grandes beneficios que reporta su consumo, pero, ¿es verdad
todo lo que dicen? ¿estamos ante un “alimento milagro”, vocablo tan de moda
últimamente? Intentamos aclararlo.
- Tienen
grandes cantidades de flavonoides y fitoquímicos, que ayudan a combatir el
colesterol y previenen en envejecimiento y la aparición de cáncer al
protegernos contra los radicales libres.
- El
elevado contenido en fibra (presente en los hilos blancos de los gajos)
ralentiza la absorción de azúcar y ayuda a regular los niveles de glucosa en
sangre, por lo que es un buen aliado contra la diabetes.
- Lo
que todos conocemos: es eficaz contra los resfriados por su elevado contenido
en vitaminas A, B y C.
- Su
elevado contenido en agua y fibra alimentaria provoca un gran efecto saciante,
lo que unido a su baja aportación calórica (42 kcal por 100 gr.) la convierten
en un buen aliado a la hora de bajar de peso.
- Al
ser ricas en vitaminas B y C, aumentan considerablemente la absorción de calcio
y hierro por nuestro cuerpo y mejoran la salud de aquellos que tienen déficit
de estos minerales. Anemia, por ejemplo. Sin embargo, hay que tener en cuenta
que su interacción con determinados medicamentos como la fexofenadina, la
ivermectina o el atenolol no es conveniente porque disminuye su absorción. Es
aconsejable separar, al menos dos horas, la ingesta de naranjas de estos
medicamentos.
Y
también hay que desmitificar algunos bulos sobre sus propiedades:
- NO
sustituyen a los lácteos. A pesar de su elevada concentración en calcio, 41 mg
por 100 gr, la naranja no puede sustituir los beneficios de los lácteos para
nuestro cuerpo. Mejora la absorción de calcio por su contenido en vitamina C.
- NO
previene de la caída del pelo. Su elevado contenido en betacaroteno mejora la
calidad de nuestro pelo, pero no logra evitar su caída.
- NO
es la fruta o verdura con mayor contenido en vitamina C. Le adelantan la
mandarina, el kiwi, el pomelo, los pimientos, el brócoli, el tomate y otros.
Nos
dejamos para el final una de sus principales cualidades que apenas se nombra en
los estudios científicos: su maravilloso sabor. ¡Eso si que no es un mito!
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