viernes, 1 de agosto de 2008

Ecoviajeros, turismo comprometido en África

¿Hartos de la arena, el chiringuito y la canción del verano? ¿Hasta el gorro del aburrido pueblo de montaña? ¿Cansados de ver siempre los mismos monumentos? Pues cambien, porque otra forma de hacer turismo es posible. Ya hemos escrito en este blog en varias ocasiones sobre diversas iniciativas destinadas a poder disfrutar de unos viajes vacacionales diferentes, en los que se conjuguen el ocio y la solidaridad, el descubrimiento de nuevos parajes con la ayuda a los pueblos más necesitados; en resumen, un turismo activo, responsable y solidario.
En esta ocasión nos vamos a hacer eco de la iniciativa del Instituto Jane Goodall España que promueve un nuevo programa de turismo responsable en África, donde los viajeros participan en el desarrollo local a través de distintas misiones que van desde la construcción de viviendas ecológicas a clases de fontanería e incluso marketing a la población nativa.

El Instituto Jane Goodall España es una ONG creada por la prestigiosa primatóloga del mismo nombre en el año 1977 dedicada (en cuerpo y alma) a la investigación y conservación de chimpancés en África. Con esta iniciativa, denominada “ecoviajeros” persiguen minimizar el impacto medioambiental del turista y hacer que tome contacto directo con los habitantes del lugar donde se desarrolla la “misión”. ¿Cómo lo consiguen?


De momento existen cuatro tipos de actuaciones:
- De recogida de datos sobre las necesidades de la población, la fauna existente, problemas medioambientales existentes, etc.
- De formación a la población en distintos campos como informática, lenguas europeas, electricidad, fontanería y otras cuestiones que son prácticamente desconocidas en aquellos lugares.
- De trabajo físico como la construcción de viviendas, agricultura ecológica, reparaciones diversas, mantenimiento de instalaciones...
- De aprendizaje obligatorio: cada participante debe acabar su experiencia sabiendo al menos cocinar un plato de la zona, conocer y usar las palabras básicas en la lengua local y reconstruir la historia de la étnia con la que ha convivido y que le ha sido transmitida por las personas ancianas del lugar.
Con todo esto se pretende potenciar un sector, el ecoturístico, con un gran potencial, para evitar la degradación natural y el éxodo rural, así como paliar la pobreza extrema que sufren y preservar las tradiciones autóctonas.


De momento, “ecoviajeros” trabaja en Senegal y Cabo Verde y las misiones duran entre 10 y 15 días. Antes de viajar hay que realizar un pequeño curso de capacitación, ya sea presencial o a través de la red, para poder llegar al lugar con un mínimo de conocimientos sobre la misión que se va a realizar.

Ya se que estamos a finales del mes de julio y llegamos tarde a poder realizar este viaje en agosto, pero no se preocupen, pueden apuntarlo en la agenda para la próxima en que dispongan de vacaciones ya que se puede participar en esta iniciativa en cualquier fecha del año, pero, eso si, avisando a la organización con la suficiente antelación.
¿Se apuntan?

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