jueves, 28 de junio de 2007

ONG POR INTERNET

Se ha puesto en marcha una iniciativa muy interesante: los ciudadanos podrán hacer donaciones a ONG a través de internet. Los donantes podrán elegir a que organización, a que país e incluso a que proyecto quieren destinar su dinero entrando en la página web www.apadrinaunproyecto.com .
Actualmente existen en la página web nueve organizaciones y está previsto que se llegue al centenar en un año. Aparte de explicar en que consiste cada iniciativa de ayuda, esta web ha creado la figura del defensor del donante que garantiza, mediante una supervisión externa, que el dinero llega a su destino. También a través de esta página se podrá recibir información periódica sobre el progreso de los proyectos.
Iniciativas de este tipo pueden hacer cambiar los hábitos de los españoles ya que desde nuestra propia casa podemos colaborar a que haya en el mundo una mejor vida. Ya no nos valen las excusas de la falta de tiempo, que los desplazamientos hasta la asociación son muy largos, la vergüenza de creer que ponemos poco dinero y nos mirarán mal o el miedo (poco solidario) a que si vamos a la asociación nos engancharán para hacer cualquier otra labor social.

- Paco ¿en qué ONG colaboras?
- En la de la Peña de San Antonio. Vamos todos los amigos, nos tomamos unas cervecitas y una tapas y jugamos unas partidas de cartas. Así, ayudamos a que el bar no tenga que cerrar.
- Paco… Si existiera la ONG de “bobos solemnes sin fronteras” tú serías el vicepresidente.

miércoles, 27 de junio de 2007

FONDOS DE INVERSIÓN ECOLÓGICOS

Leo en las agencias de prensa que el banco privado suizo Pictet recomienda desde ahora a su rica clientela invertir una parte de su fortuna en fondos especializados en el desarrollo sostenible.
Este banco, cuyo economista jefe dice que es posible que actualmente vivamos en la fase más próspera de la historia económica del mundo, apostó ya hace siete años por un fondo basado en el agua y hace apenas dos meses lanzó un fondo especializado en las energías limpias. Aparte de esto, su compromiso con el medio ambiente se extiende a sus propios empleados promoviendo el transporte colectivo, la utilización de videoconferencias en lugar de viajes a lugares remotos del mundo en avión y la utilización de productos elaborados cerca de sus oficinas para evitar los transportes de mercancías.
Entre todos nos tenemos que concienciar que el mundo en que vivimos es el único del que vamos a disponer y que como no lo cuidemos nos pasará lo mismo que a los suicidas: ellos pierden la vida y todos nosotros perderemos el planeta.
Iniciativas como la del banco suizo ayudan a estos propósitos y a que podamos disfrutar en el futuro de una mejor vida que la que nos espera si no tomamos ninguna medida para evitar el desastre.
Dicho todo esto, me quedo con la mosca detrás de la oreja. Todos sabemos que las energías limpias, aunque muy saludables, son económicamente deficitarias. También sabemos que los poderosos clientes del banco Pictet, por muy altruistas que sean, cuando invierten en un fondo de inversión lo hacen para ganar dinero. Algo no cuadra.
Para que los productores inviertan en energías renovables los Estados deben incentivar la construcción de las instalaciones y la posterior subvención de la energía que producen. Queda claro que cuanto más invierta el estado en subvenciones más dinero ganan las empresas productoras y, en consecuencia, más dinero ganan los inversores. El Estado, que somos todos no lo olvidemos, no es una hermanita de la caridad y sólo gasta el dinero cuando hay una presión social que lo hace incomodar, en este caso, la preocupación general por la salud del planeta.
Voy a ser malpensado por unos segundos: ¿no sería realmente fácil para los poderosos inundarnos con informes catastrofistas para que la gente se movilice y presione a los estados para que gasten más dinero? ¿Nos están vendiendo el Apocalipsis para que al final se forren unos cuantos (los de siempre)? Después del agujero de la capa de ozono, como dirían los de marketing ¿han creado una nueva marca comercial con lo del cambio climático para ser los primeros en dar soluciones al problema creado y así poder ganar mucho más dinero?
Dejémonos de tribulaciones inútiles y aplaudamos la iniciativa del banco suizo. No podemos ser los suicidas del planeta Tierra.

- Ahora que has empezado a ganar dinero trabajando, Paco, seguro que vas a dar la entrada para un pisito o ...
- No. Voy a invertir en ecología.
- ¿Tú crees que es una buena inversión?
- Si invierten en ello los grandes capitales, estoy seguro de que el negocio va a salirme redondo.
- Pues creo que vas a tener razón, Paco.

martes, 26 de junio de 2007

FELICIDADES A LOS QUE CUMPLEN AÑOS EL 27 DE JUNIO

Pues eso, felicidades a los que tienen su onomástica el 27 de Junio. Pero en este caso no voy a referirme a personas sino a un objeto casi casi imprescindible en nuestra vida cotidiana: el cajero automático. Parece que esté ahí desde siempre, pero no.
Corría el año 1.967 cuando un señor inglés llamado John Shepherd-Barron instaló el primero de estos artilugios en una sucursal de Barclays Bank en Enfield (Gran Bretaña). Este señor tenía la manía de poder sacar dinero del banco a cualquier hora del día, sobre todo los fines de semana. Su sistema consistía en introducir un cheque impregnado de carbono 14, que anteriormente había comprado en la ventanilla del banco, en la ya mencionada maquinita y esta le devolvía diez billetes de una libra. No había posibilidad de elegir, como el cajero no tenía pantalla sólo sabía ejecutar esta operación.
Aún así, la acogida fue espectacular y los bancos aumentaron notablemente su negocio ya que los clientes, ante la posibilidad de poder sacar dinero cuando quisiesen, dejaron de guardar dinero en sus casas y lo ingresaron en los bancos. Tenían que pagar una pequeña comisión por disponer de su dinero, pero eso a la gente le daba, y le da, igual, de algo tienen que vivir los bancos.
El primer cajero no llegó a España hasta bien entrada la década de los setenta, aunque después hemos corrido mucho, ya que, actualmente somos el segundo país mundial que más cajeros tiene por número de habitantes.
Desde entonces los cajeros han incorporado pantallas, primero monocromas, después de color y desde hace doce años táctiles. Por supuesto, ya no se utilizan cheques sino libretas o, lo más común, tarjetas de crédito (que invento, un trocito de plástico con una banda magnética y una validez de cinco años por 20 Euros como mínimo al año. Porque después te cobran comisión por casi todos los usos que haces de ella así que el precio es por el plastiquito). Y, como no, todo el mundo tiene alguna anécdota que contar, por lo general malas, del funcionamiento de los cajeros : “que se ha tragado la tarjeta”, “que había un quinqui esperando a la puerta y se lo ha llevado todo, hasta el anillo de casado (que casualidad)”, “que me he pasado del límite y este mes no tengo ni para el Marca”, “que me la robaron y pagaron con ella los gastos de un club de carretera (otra casualidad)” y un largo etcétera de sinsabores.
Sin embargo, no todo va a ser malo. La tarjeta de crédito y el cajero automático nos han salvado de un montón de situaciones difíciles, sobre todo cuando estás fuera de tu población habitual y hoy día ya nadie se acuerda de cuando para viajar había que llevar un fajo de billetes verdes, de los de a mil, incrustado en la ropa interior para que no se los robasen. Que robarlos no los robaban, pero algunos tenían una pinta de torero...

El futuro parece prometedor sobre todo para los usuarios, para que podamos pasar a llevar una mejor vida. Algunos cajeros ya dejan que introduzcas la tarjeta sanitaria y puedas concertar cita con el médico, otros te dejan sacar entradas a espectáculos sin tener que hacer colas interminables, otros te venden abonos de transporte, te dejan pagar recibos, impuestos y multas sin tener que verle la cara al hastiado funcionario que normalmente te las cobra (es doble castigo) e incluso algunos ya dejan introducir dinero (futuro incierto para los empleados de banca).
Dentro de poco podremos prescindir de la contraseña esa que siempre se nos olvida y acabamos apuntándola en un papelito que guardamos en la cartera, muy cerca de la tarjeta de crédito, e incluso, prescindir de la tarjeta, ya que podrán identificarnos con las huellas dactilares, el iris de los ojos, la palma de la mano e incluso la oreja.

- Cuando era joven me encantaba presumir delante de las chavalas sacando dinero de los cajeros de mi pueblo.
- Cuando usted era joven, don Graciano, no habían cajeros automáticos, y menos en su pueblo. Usted no pudo usarlos hasta pasados los cincuenta.
- Cómo pasa el tiempo. Como se nota que me estoy haciendo viejo.
- Usted no se hace viejo, don Graciano. Como diría mi padre, usted se hace mayor, que suena como más importante.