martes, 30 de marzo de 2010

Fraude en los alimentos enriquecidos



Cuando circulo por los pasillos de cualquier tienda de alimentación, tengo la impresión, en muchas ocasiones, de estar moviéndome por dentro de una farmacia; todo tipo de productos integrales, leche enriquecida con calcio, productos bajos en azúcar o sal, bebidas isotónicas y energéticas, sal yodada, huevos de gallinas alimentadas con piensos ecológicos e incluso con algas marinas, lácteos enriquecidos con ácidos grasos omega 3, margarinas con ácido oleico, yogures con Lactobacillus...

En teoría, todos estos alimentos (bastante más caros que los habituales) nos ayudan a reducir el colesterol, fortalecer los huesos, adelgazar, regular el ritmo intestinal, disminuir la hipertensión, mejorar el rendimiento... y dentro de poco, se atreverán a decirnos que nos ayudarán a encontrar trabajo y a ser más guapos.

Realmente, ¿cumplen con sus promesas?
Pues parece que no. Según la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) más del 80% de tales aseveraciones carecen de todo fundamento científico.

La EFSA recibió el encargo de analizar más de 4.000 productos “benéficos” para nuestra salud. Después de cuatro años, en los primeros 400 que han analizado (a ese ritmo tienen trabajo para los próximos 40 años), la evidencia científica aportada por las empresas alimentarias en favor de sus productos era extremadamente pobre, basada sobre todo en ensayos animales y en pequeñas colecciones de datos con humanos. Además, los ensayos clínicos (instrumento científico ineludible para demostrar que un medicamento es tan eficaz como pretende serlo) brillaban por su ausencia.

Concluían diciendo que si una empresa alimentaria invoca beneficios para la salud para poder vender sus productos, tiene que estar dispuesta a llevar a cabo investigaciones de la misma calidad que las multinacionales farmacéuticas con sus medicamentos.


Por supuesto, los productores de este tipo de alimentos han puesto el grito en el cielo ante estas conclusiones. Alegan que muchos de los componentes incorporados a los alimentos carecen de la misma protección de patente que las medicinas y que, por lo tanto, no pueden permitirse las mismas costosas investigaciones. También se defienden diciendo que los niveles de evidencia exigidos por la EFSA son tan inalcanzables que acabarán arrasando con la investigación alimentaria en Europa y provocarán la pérdida de miles de puestos de trabajo.


Desgraciadamente para nosotros, los consumidores, la EFSA no es más que un organismo asesor y su trabajo termina con la publicación de los informes. Es labor del Parlamento y de la Comisión Europea legislar para conseguir que las informaciones sobre los efectos saludables de los alimentos funcionales en sus etiquetas o en los anuncios de televisión se ajusten a la realidad y no nos vendan gato por liebre.

Ya saben; cuando estiren el brazo para coger un alimento de la estantería, háganse la pregunta; ¿vale la pena pagar el doble por un producto supuestamente enriquecido que por uno tradicional?

lunes, 29 de marzo de 2010

Fiasco en los resultados de la última “hora del planeta” de la historia



No tenía previsto hacer mención a este “acontecimiento” celebrado el pasado sábado. Primero porque, vista la repercusión que tuvo similar post el año anterior, no es mi intención enfadar a esos pocos ilusionados “calentólogos” que nos visitan en alguna ocasión y segundo porque la iniciativa tampoco merece excesivos comentarios. Pero visto el seguimiento partidista que han efectuado la gran mayoría de los medios de comunicación, creo que los lectores merecen que los datos reales sobre el seguimiento de la campaña aparezcan reflejados en algún sitio. Aunque sea en este humilde blog.

Si ustedes han buscado datos sobre los resultados de “la hora del planeta” de este año, seguro que habrán tropezado con declaraciones como las que ha efectuado el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo.

Este buen hombre está orgulloso por "ser los artífices del mayor movimiento de solidaridad ambiental que jamás se haya organizado" y ha opinado que los récords de participación demuestran "la preocupación por el cambio climático y el clamor popular que exige medidas urgentes y contundentes contra el mayor problema ambiental al que se enfrenta la humanidad".

Supongo que todo esto lo habría escrito unos días antes de que se celebrara el hecho, ya que las perspectivas eran inmejorables: récord de países participantes (126), récord de ciudades (más de 4.000), récord de ciudades en España (200), récord de empresas e instituciones participantes... pero, al final, los números son muy tozudos y la realidad, es la que es.

Según Red Eléctrica Española (REE) el consumo de electricidad en esa hora apenas sufrió cambios significativos con respecto a la curva de previsión convencional (si ustedes están interesados, este tipo de estadísticas las publican la mayoría de los servicios de distribución eléctrica en todos los países del mundo).

Así, a las 20.20 horas (diez minutos antes de la iniciativa), la demanda ascendía a 31.429 megavatios (MW), mientras que veinte minutos después, pese al inicio de “la hora del planeta”, aumentaba hasta 31.527 MW. A las 21.20 horas, (diez minutos antes del final del acto de concienciación), la demanda había subido hasta 31.685 MW. Diez minutos después (coincidiendo con el final), descendió hasta 31.040 MW.


Viendo estas cifras, parece como si los españoles le hubiéramos hecho un “boicot” a la iniciativa, encendiendo las luces cuando debíamos apagarlas y apagándolas cuando finalizó el “mayor movimiento de solidaridad ambiental”.

Podríamos creer que los españoles somos poco solidarios; comprueben las cifras de otros países y se darán cuenta de que eso no es así. Este tipo de campañas son pura parafernalia que sólo sirven para que sus organizadores puedan seguir viviendo como reyes a costa de la ecología; para que las empresas participantes obtengan publicidad gratuita sin invertir un céntimo y para que los políticos de turno puedan hacerse la foto de rigor junto al monumento de su pueblo o ciudad con las luces apagadas.

Además, en el caso de haber tenido éxito el apagón, las consecuencias de éste no hubiesen sido las que esperaban los partidarios de la iniciativa. Al caer la demanda, se tendría que parar la generación eléctrica; ¿creen que una central nuclear o térmica se puede parar “solo” una hora? Desgraciadamente, lo único que se puede parar durante un espacio de tiempo tan corto son los molinos de energía eólica. O sea, el gesto de apagar las luces de nuestras casas durante una hora no restaría ni un gramo de CO2 a la atmósfera.

El verdadero ahorro energético se produce cuando el consumo energético se rebaja de forma constante. Y eso no se consigue con manifestaciones lúdico festivas como ésta sino educando a las personas para que optimicen su consumo energético desde que son niños y tienen uso de razón. Pero, por favor, sin Apocalipsis ni tremendas desgracias climáticas; utilizando sólo el sentido común.


Si todavía quedaba alguien que creía que este tipo de campañas servían para frenar el “cambio climático”, siento quitarle la ilusión: un 0,01% de las horas que tiene un año, sirve de muy poco.
- ¡Es por la concienciación!, me dirá en voz alta algún ecologista de salón.
Ya. Vistos los datos ofrecidos por REE, el pasado sábado, la concienciación tuvo una importancia “trascendental” que marcará “un antes y un después” en el movimiento ecologista.

PD. En el título del post, indico que fue la última “hora del planeta” de la historia. Por los resultados obtenidos, así debería ser, pero, no se preocupen, porque sabiendo quien lo organiza y quien lo apoya, tendremos “horas del planeta” para rato. Al menos hasta que se les ocurra otra cosa.

domingo, 28 de marzo de 2010

Los sueldos de los funcionarios se deben congelar o reducir



Antes de que se acuerden de mis antepasados, aclararles que esta frase no la digo yo (Dios me libre, con la Iglesia hemos topado). El autor de tan rotunda afirmación ha sido Carlos Solchaga, ex ministro de economía y hacienda durante el gobierno socialista de Felipe González.

Durante su participación en la primera Jornada del Ciclo sobre Economía Sostenible, organizada por el Observatorio del Notariado para la Sociedad de la Información, Solchaga aseguró que el presupuesto de personal del Estado y las comunidades autónomas "no es intocable".


Pero no quedó ahí la cosa, además aseguró que "no es tan difícil" meter la tijera en esta partida si se tiene en cuenta que el puesto de trabajo de los funcionarios es "intocable" (como pueden comprobar, parece que hace muy poco que ha visto la película que cuenta las aventuras de los chicos de Eliot Ness), mientras que hay cuatro millones de personas sin empleo, las pymes no tienen crédito y "todo el mundo se está apretando el cinturón".

“Decirles a los funcionarios que deben congelarse el salario o que deberían reducirlo es perfectamente planteable (palabra que, por cierto, no existe en el idioma castellano)". "Que el Gobierno haya llegado a un acuerdo con los sindicatos, me parece muy bien, pero lo hizo en un momento en que las circunstancias no eran las actuales. El Gobierno podría reconsiderar ese acuerdo, es más, seguramente debería hacerlo".


Las declaraciones que últimamente efectúan antiguos mandatarios de nuestro país, ya sea Felipe González, Carlos Solchaga, etc. están creando fuertes controversias. Desconozco que autoridad moral le otorgarán ustedes a un señor que durante su mandato elevó el déficit público, el exterior y el paro hasta cifras nunca antes conocidas, pero lo cierto es que ahora no deja de aparecer en público dando “sabios consejos”. ¡Ya podría haberlos aplicado cuando era su obligación!

Sin embargo, la polémica sobre los sueldos de los funcionarios está en la calle. Los empleados públicos (como no podía ser de otra forma) defienden las subidas salariales para no ver disminuido su poder adquisitivo, el resto les tacha de poco solidarios al querer aumentos salariales en épocas de crisis mientras son los únicos que disponen de puestos de trabajo asegurados de por vida.


¿La bajada de sus sueldos tendría beneficios para la economía española? La respuesta a esta pregunta es bastante complicada y depende de cual es el beneficio que se quiere obtener.

Si el objetivo es reducir el elevadísimo déficit público (12% en 2009 y similar porcentaje previsto en 2010) la respuesta, indudablemente, es sí. En España existen 3,1 millones de funcionarios (800.000 más que los que trabajan en la industria). Suponiéndoles un sueldo medio de 1.500 euros mensuales y si la rebaja fuese de un 3%, la cantidad que se ahorraría el Estado sería de unos 2.000 millones de euros anuales (sin contar el ahorro en las cotizaciones por parte de la Administración); una cifra que se acerca a las previsiones de aumento de recaudación que supondrá la subida del IVA del próximo mes de julio. No cortaría de raíz el déficit, pero ayudaría a controlarlo.


Ahora bien, si el objetivo es dinamizar el consumo y con ello a la economía, la medida sería contraproducente. Al igual que con la subida del IVA, este recorte provocaría una sensación de pobreza en la mente de estos funcionarios, lo que se traduciría inmediatamente en un menor consumo de sus familias. Debido al elevado número de funcionarios existente en España, esa sensación de pobreza tendría una gran influencia sobre el crecimiento de nuestra economía.

¿Beneficioso o perjudicial? Ustedes deciden, pero lo que sí resulta indudable es que esta medida provocaría un sentimiento de igualdad (menor sueldo a cambio de trabajo “intocable”) ante el resto de los asalariados españoles. Un sentimiento que haría que nos creyésemos la famosa frase de “esto lo arreglamos entre todos”.

jueves, 25 de marzo de 2010

Tejados que calientan en invierno y refrescan en verano



Si realmente consigue la mitad de lo que promete, puede que estemos ante uno de los inventos del siglo. Científicos estadounidenses han presentado en la 239 reunión anual de la Sociedad Americana de Química (ACS), un revestimiento inteligente para tejados, que atrae o repele los rayos solares para mantener así el calor o el frío en el interior de la casa.

Hasta ahora, los propietarios de una casa, a la hora de construirla o de rehabilitarla, podían elegir entre un tejado de color claro que repele la luz solar y reduce la factura del aire acondicionado en verano (pero aumenta la de la calefacción en invierno) o unas tejas oscuras que atraen los rayos solares y disminuyen los gastos de calefacción en invierno (aunque en verano se corre el riesgo de morir asfixiado). Pues bien, las pruebas llevadas a cabo con tejas de asfalto laminado han demostrado que el nuevo revestimiento reduce la temperatura del tejado entre un 50 y un 80% cuando hace calor y la aumenta hasta en un 80% cuando hace frío.


Pero eso no es todo; este revestimiento está realizado a base de ¡aceite desechable procedente de restaurantes de comida rápida! Increíble. Procesando este aceite forman un polímero líquido que se endurece como un plástico. El producto es virtualmente inodoro, ignífugo, no tóxico y puede fabricarse en cualquier tono, desde claro a oscuro.

El funcionamiento, según explican sus inventores, se basa en que este revestimiento puede obtener datos desde un termómetro y, automáticamente, repeler o absorber el calor solar cuando la temperatura en el exterior alcanza un nivel predeterminado en función del clima local.


Pero no se les ocurra empezar a echar aceite de cualquier tipo por encima de las tejas de su vivienda: el secreto para obtener este polímero reside en un ingrediente clave que controla los niveles infrarrojos. Este ingrediente, como es lógico, no ha sido desvelado por los científicos.
Lo dicho al principio: me conformo con que sea la mitad de bueno de lo que dicen.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Live Aid 1985: dinero solidario para la compra de armas en África

Retrocedamos 25 años. Nos encontramos en el año 1985. Una terrible hambruna azota uno de los países más pobres de África: Etiopía. Cientos de miles de personas mueren irremediablemente por la falta de alimentos.



La sociedad occidental se moviliza y un grupo de músicos y cantantes organiza dos macroconciertos el día 13 de julio (uno en el antiguo estadio de Wembley en Londres y el otro en el estadio JFK de Filadelfia) con el fin de recaudar dinero para intentar paliar los efectos de la catástrofe. Live Aid se denominaron y su cabeza visible fue el músico británico Bob Geldoff. Entre los presentes nombres míticos como Queen, Bob Dylan, Joan Baez, Elton John, George Michael, Madonna, Dire Straits, Bryan Adams, Status Quo, Paul McCartney, The Who, The Cars, U2, Phil Collins, Sting, Led Zappelin, Eric Clapton, David Bowie, Tina Turner, Mick Jagger, Keith Richards, Ron Wood, The Beach Boys, Simple Minds, Spandau Ballet, Judas Priest…

El éxito fue apoteósico, tanto que muchos de ustedes seguro que aún los recuerdan (los más talluditos, claro). La cifra recaudada, increíble: 250 millones de dólares de la época.


Ya entonces, algunas ONG denunciaron que el dinero recaudado había ayudado (involuntariamente) al gobierno de Etiopía a trasladar a miles de personas al suroeste del país para hacer una limpieza étnica. Ahora, 25 años después, la cadena británica BBC (la primera que mostró al mundo imágenes de la hambruna) demuestra que casi la totalidad de lo recaudado fue destinada a la compra de armas por la facción rebelde que entonces controlaba el norte del país africano.

El líder de la guerrilla rebelde (actual presidente de Etiopía), fue quien decidió que todo el dinero proveniente de la ayuda exterior, incluido lo enviado por la organización de Bob Geldoff, fuera repartido de la forma siguiente: la mitad para la compra de armas, otro 45% para “gastos de organización” y el 5% restante para darle alimentos a la población civil.

Si la noticia ya de por si es horrible, no se queda a la zaga la reacción que ha tenido el señor Geldoff: en lugar de pedir información exhaustiva a las actuales autoridades etíopes acerca del destino de los millones de dólares que donó su organización, ha exigido el cese inmediato del director del servicio mundial de noticias de la BBC, Peter Horricks.

Tampoco son alentadoras las palabras del director ejecutivo de la ONG de Geldoff: no puede asegurar a dónde fue a parar hasta el último centavo, pero confía en que la mayoría del dinero recaudado fuese dedicado a paliar los efectos del hambre entre la población etíope.
Si para la ONG de Bob Geldoff vale con esto, para el resto de los asistentes a los conciertos, no: por culpa del dinero que creían donar a los hambrientos y que fue a parar a la compra de armas ¿cuántos miles de etíopes murieron?

La pregunta que surge es inevitable: ¿resulta contraproducente donar dinero a ONG para la ayuda a países subdesarrollados? No, por supuesto que no. A pesar de que algunas veces parte de ese dinero se pierde en bolsillos a los que no iban destinados en un principio, ya sean gobernantes corruptos u ONG que administran mal el dinero, en la mayoría de las ocasiones la utilidad de ese acto solidario es evidente. Ahora bien, permítanme un consejo, entreguen dinero sólo a aquellas ONG que tengan sus cuentas debidamente auditadas, que prueben el trabajo realizado y que abran sus puertas a todo aquel que quiera indagar sobre sus actividades, el currículo de su personal o el destino de hasta el último euro de sus fondos.
Y continúen donando, por favor.

Estado y ayuntamientos pagarán sus facturas en 30 días; las empresas en 60



Si usted es un empresario o un autónomo ya estará acostumbrado a tardar 100 días en cobrar una factura emitida a otra empresa. Pero lo peor no es eso; lo que ya roza el esperpento es tener que esperar 140 días si quien le tiene que pagar es el estado, 150 si es una autonomía o ¡238 días! si su deudor es un ayuntamiento.

Todo esto, parece ser, se va a acabar. La Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso de los Diputados ha aprobado hoy (con competencia legislativa plena) una proposición de ley para limitar a 30 días el plazo en que la administración debe pagar a las empresas proveedoras. Asimismo, el sector privado deberá hacerlo en 60 días a partir del momento en que sus proveedores entreguen los bienes o presten los servicios contratados.
Este último punto tiene trascendencia: el plazo de pago comenzará a correr a partir de ahora desde el momento en que se produzca la entrega de los bienes o la prestación de los servicios contratados, y no desde la fecha de emisión de las facturas.


La iniciativa introduce un periodo transitorio de aplicación, de modo que la administración deberá reducir el pago a las empresas a 55 días desde su entrada en vigor; a 50 días a partir del 1 de enero de 2011; a 40 días en 2012, y a 30 días a comienzos de 2013. En el caso de las privadas, el periodo será de 85 días desde su entrada en vigor; 75 días a partir de enero de 2012, y 60 días en enero de 2013.

La medida puede resultar crucial para que muchas empresas en crisis puedan no verse en la obligación de cerrar sus puertas. Las cifras expuestas al principio son medias, es decir, existen administraciones que tardan mucho más en pagar sus facturas; incluso existen ayuntamientos que tardan varios años en liquidar sus deudas. Una pequeña empresa o un autónomo no pueden financiar estas operaciones, sobre todo después de que los bancos hayan cerrado el grifo del crédito. Aparte, la losa del IVA (que tienen que liquidar en el plazo estipulado, hayan cobrado o no la factura) hacía que muchas de ellas no tuviesen más remedio que echar el cierre.
Se estima que el ahorro anual para las empresas superará los 10.000 millones de euros.


Ustedes se preguntarán ¿y por qué no se ha hecho esto antes?
Lo sorprendente es que ya existía una ley que regulaba todos estos pagos: la Ley 3/2004 sobre morosidad en las operaciones comerciales, establecía un régimen general de pago a 60 días, con excepciones a 90 días y una limitación de 30 para los bienes perecederos.
¿Por qué incluso la administración se saltaba esta ley? Sencillo; existía una cláusula que permitía a las partes acordar un plazo de pago superior al establecido con carácter general por la normativa. La aplicación de esta cláusula suponía en la práctica el incumplimiento de los plazos marcados por la Ley, puesto que permitía a las grandes empresas (y a las administraciones públicas) imponer unas condiciones leoninas a sus proveedores, normalmente pymes sin capacidad de negociación. Afortunadamente, esta cláusula ha desaparecido con la nueva ley.

Pero no cantemos victoria por adelantado; la norma todavía puede ser objeto de nuevas modificaciones en su trámite parlamentario en el Senado. Esperemos que no se echen atrás y que si tienen que cambiarla, sea para reducir aun más los plazos.
Perdónenme si peco de pesimista, pero por mucha ley que aprueben, no acabo de creerme que un ayuntamiento nos pague las facturas en 30 días. ¿De dónde sacarán el dinero si la mitad de ellos están al borde de la quiebra?

lunes, 22 de marzo de 2010

4.000 euros por demostrar la desigualdad salarial entre sexos



Mucho se habla de la intolerable brecha salarial existente entre hombres y mujeres que ocupan los mismos puestos de trabajo. La diferencia de la que nos hablan desde el Ministerio de Igualdad de Bibiana Aído llega a ser de entre un 27% y un 40%.
Los datos resultan alarmantes: instituciones de la Comunidad Económica Europea estiman que las mujeres, desempeñando el mismo empleo que los hombres, necesitan trabajar un mes y veintidós días más para ganar lo mismo (supongo que anualmente, aunque, en este caso, las cifras no cuadrarían con las del Ministerio).


Pudiera parecer que existe unanimidad en esta consideración (y hasta hoy, nosotros también lo creíamos), pero ha llegado a nuestros oídos una voz discordante: la Federación Estatal Unión de Separados ofrece un premio de 4.000 euros a quien demuestre que las mujeres ganan ese 40% menos que los hombres en España, en igualdad de condiciones, del que habla el Ministerio.
Como si de un concurso se tratara, las bases del premio establecen que deberán aportarse pruebas documentales de que se trata exactamente del mismo trabajo y se descartarán las circunstancias diferenciales como nocturnidad o peligrosidad, otras categorías laborales, antigüedad, distintos convenios u horas trabajadas, etc.

El razonamiento de esta Federación es el siguiente: teniendo en cuenta que España es un estado de derecho, se supone que las mujeres involucradas en esta discriminación habrán agotado todos los recursos judiciales y legales a través de la Magistratura de Trabajo o de los órganos competentes en la materia.
Más de uno pensará que las mujeres no se atreverán a denunciarlo por miedo a perder sus trabajos. Por ese motivo, en España está vigente desde 2008 una campaña de inspecciones del Ministerio de Trabajo en las empresas para combatir la denominada "brecha salarial".
Esas resoluciones de Magistratura o de otros órganos competentes ratificando la desigualdad salarial por razón exclusiva de sexo, son las que hay que presentar al “concurso” para poderse llevar los 4.000 euros.
Simple, ¿verdad?


Pues parece que no lo es: este premio está vigente desde hace cuatro años; se han enviado las bases a sindicatos, partidos políticos y a la prensa regional y nacional y está anunciado en la página web de la Federación desde el primer día. Nadie ha contestado nunca ni se conoce que las inspecciones del Ministerio hayan dado los frutos deseados.

Me gustaría que alguien se los llevase y pronto. De esa forma se silenciaría esta voz “discordante” y un tanto chulesca. Pero en caso contrario, si nadie consigue demostrar esta desigualdad, tanto las administraciones públicas como la prensa deberán cambiar su discurso. La verdad debe imperar y la demagogia... desaparecer.

miércoles, 17 de marzo de 2010

¿Presidente o presidenta? Eso no es igualdad, doña Bibiana



Esta mañana, en el Congreso de los Diputados, Bibiana Aido, Ministra de Igualdad, ha apostado porque la tradición intelectual del feminismo, los estudios de género y la igualdad ocupen un lugar en la formación troncal de los estudiantes universitarios.

Tengo la seguridad de que más de uno pensará: ¡cuánto tiempo libre tiene esta señora para poder pensar estas cosas! ¿Será esto la versión universitaria de “educación para la ciudadanía”? Si feminismo y machismo son contrarios a la igualdad, ¿por qué fomentar el feminismo desde el Ministerio de Igualdad?
Supongamos que, al final, esta iniciativa desemboca en una nueva carrera universitaria, ¿para que servirá? ¿Tendrá utilidad para sacar a España de la crisis?

El Ministerio de Igualdad nos cuesta a todos los españoles un ojo de la cara. Pero lo peor de todo no es su coste económico sino la sensación de que ese dinero se está desperdiciando.
Aparte de la polémica ley del aborto, este ministerio se caracteriza por defender unas propuestas (según dicen ellos) encaminadas a lograr la igualdad entre hombres y mujeres. Pondremos el ejemplo de un par de ellas.

Tenemos la famosa ley de paridad en las listas electorales (que también quieren exportar a otros ámbitos de la vida pública y a empresas privadas). Según la ley, un 50% de las listas tienen que estar compuestas por mujeres y otro 50% por hombres. ¿Y por qué no puede superarse ese porcentaje si hay más mujeres que lo merecen?
Los trabajos y los cargos políticos no pueden ocuparse por cupos sino por capacidades; las mujeres que valen (y son muchas) no los necesitan: los consiguen por si mismas.
El ejemplo lo ha puesto la Ministra esta misma mañana: a fecha de hoy, en la universidad el 54% de los estudiantes son mujeres y un 61% de ellas consiguieron concluir con éxito sus estudios universitarios, algo que no había ocurrido nunca en la historia de la universidad española. Como habrán comprobado, superan el 50% impuesto por la ley.


Otro tema que está de moda son las patadas que políticos, sindicalistas y, últimamente, periodistas le dan a la Gramática de la Lengua Española. Hoy me he encontrado en la bandeja de entrada con un correo que lo resume con claridad (desgraciadamente, no aparece el autor):

“En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es "atacante"; el de salir es "saliente"; el de cantar es "cantante" y el de existir, "existente".
¿Cuál es el del verbo ser? Es "el ente", que significa "el que tiene entidad", en definitiva "el que es". Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación "-nte".
Así, al que preside, se le llama "presidente" y nunca "presidenta", independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción. De manera análoga, se dice "capilla ardiente", no "ardienta"; se dice "estudiante", no "estudianta"; se dice "independiente" y no "independienta"; "paciente", no “pacienta".

Y ahora, la pregunta del millón: nuestros políticos y muchos periodistas (hombres y mujeres, que los hombres que ejercen el periodismo no son "periodistos"), ¿hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española? Creo que por las dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones ideológicos los hacen más ignorantes (a ellos y a sus seguidores).

Lamento haber aguado la fiesta a un grupo de hombres que se habían asociado en defensa del género y que habían firmado un manifiesto. Algunos de los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el violinisto, el masajisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío y, sobre todo, ¡el machisto!”


Y las cosas se les complican: ayer apareció la noticia en la prensa de que el gobierno australiano ha reconocido a una persona como “sexo neutro” al no poder asegurar si se trataba de un hombre o de una mujer. ¿Y ahora que hacemos, Bibiana? ¿Creamos un tercer cupo? ¿Otra carrera universitaria? Si se dedican a la medicina, ¿cómo los llamamos: médicos, médicas, médicus…?

Cuando leo noticias como la de hoy, siempre recuerdo una frase del célebre Groucho Marx: “Puede parecer un idiota y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar: es realmente un idiota”.

martes, 16 de marzo de 2010

“Yo acuso al gobierno cubano”. La campaña gana adhesiones



Se ha puesto en marcha en Internet una nueva iniciativa encaminada a defender el respeto a los Derechos Humanos en Cuba y exigir la liberación "inmediata e incondicional" de los presos políticos del régimen.
La campaña pretende presionar al régimen cubano para que cambie su actitud y libere a los presos políticos de la isla. En la página web que lo organiza se pueden leer estas misivas que resumen el espíritu de la campaña:

"Por la excarcelación inmediata e incondicional de todos los presos políticos en las cárceles cubanas; por el respeto al ejercicio, la promoción y la defensa de los derechos humanos en cualquier parte del mundo".

"Por el decoro y el valor de Orlando Zapata Tamayo, injustamente encarcelado y brutalmente torturado en las prisiones castristas, muerto en huelga de hambre denunciando estos crímenes y la falta de derechos y democracia en su país".

La campaña (en la que cabemos todos los ciudadanos que estemos en contra de este régimen dictatorial y opresivo) se puso en marcha el pasado 12 de marzo y ya se han unido un sinfín de personalidades del mundo de las letras y la cultura en general como Fernando Savater, Elvira Lindo, Antonio Muñoz Molina, Juan Marsé, Mario Vargas Llosa, Roberto Ampuero, Andrés Neuman, Ignacio Vidal Folch, Arcadi Espada, Enrique Meneses, Carles Bosch, Ana María Matute, Luis Racionero; Marta Pessarrodona, Agustí Colomines, Esther Tusquets, los disidentes Martha Beatriz Roque y Vladimiro Roca, los exiliados cubanos Carlos Alberto Montaner y Raúl Rivero, las blogueras Yoani Sánchez y Claudia Cadelo e, incluso, la madre del fallecido Zapata, Reina Luisa Tamayo.


En España, la noticia ha sido destacada hoy en todos los medios de comunicación debido a la adhesión del cineasta Pedro Almodóvar y los cantantes Ana Belén y Víctor Manuel. Nos alegramos de este cambio repentino en la actitud de estos artistas hacia el régimen cubano y suponemos (debido a la gran influencia que tienen sobre el resto del mundo de la cultura patrio) que muy pronto les seguirán el resto de los artistas denominados “de la ceja” (en clara alusión a su apoyo incondicional al Presidente Zapatero). ¿Qué pensarán ahora nuestros “queridos” Willy Toledo y Miguel Bosé? Después de ponerse a los pies de los caballos defendiendo a los dictadores castristas... ahora “los que mandan” cambian de opinión.¡Qué ingrato es el mundo de la farándula!


Ahora sólo falta que nuestros artistas denuncien la guerra de Afganistán, la opresión que sufren las mujeres musulmanas y las dictaduras encubiertas de los populistas sudamericanos Hugo Chávez y Evo Morales. Estoy seguro de que todos los que en su día nos enemistamos con los artistas españoles debido a su sectarismo, empezaremos a pensarnos el ver una película o escuchar música española. Incluso pagando por ello.

Todos sabemos que mientras continúen en el poder los hermanos Castro, estas iniciativas no sirven de mucho. Pero tampoco podemos quedarnos de brazos cruzados ante el sufrimiento de aquella isla. Por ello les animo que entren en la web y firmen su adhesión (a la hora de redactar este post, más de 8.000 personas han firmado el manifiesto).

lunes, 15 de marzo de 2010

Ciudades charter para acoger a los inmigrantes y acabar con la pobreza



La extrema pobreza de los países del tercer mundo y el problema de la emigración en los países industrializados van íntimamente cogidos de la mano.
Resulta lógico que cuando una persona no tiene forma de subsistir en su país de origen, huya de allí y busque otras alternativas en lugares en los que, aun siendo pobre, al menos tenga algo que echarse a la boca.


Esto trae consigo otro tipo de problemas en los países a los que va a parar toda esta gente desesperada. Mientras el ciclo económico va viento en popa, estas personas son generalmente bien acogidas en los países desarrollados, pero a la mínima que se tuercen las cosas (y ahora se han torcido, y mucho) la población autóctona empieza a recelar de la emigración y surgen los problemas: se les acusa de apropiarse de los puestos de trabajo, de llevarse todas las ayudas sociales (becas, viviendas protegidas...), de colapsar los servicios sanitarios y educativos, de provocar un aumento de la delincuencia...

Pronto la percepción social cambia y lo que empiezan siendo quejas muy localizadas, se transforman en grandes manifestaciones contrarias a la emigración, conatos de racismo y, Dios quiera que no llegue, violencia interracial.


Soy de la opinión de que no se le deben cerrar las puertas de un país a cualquier persona que quiera entrar en él (excepto a los delincuentes, por supuesto), pero ya ha quedado ampliamente demostrado que el famoso “papeles para todos”, no funciona.
La solución, obviamente, sería conseguir que estas personas necesitadas pudiesen encontrar en sus países la prosperidad que buscan emigrando. Como ellos no tienen el suficiente dinero, gobiernos y empresas occidentales tendrían que invertir allí creando un tejido económico que diese trabajo a todos los que lo busquen, pero, ¿quién es el inconsciente que se atreve a arriesgar el capital en un país donde brillan por su ausencia las mínimas normas que garanticen la inversión, dónde el marco jurídico es inexistente y el dictador de turno hoy puede ser su amigo y mañana darles una puñalada por la espalda?

Paul Romer, experto en crecimiento económico de la Universidad de Stanford, propone las ciudades charter como alternativa a la ayuda externa.
¿En qué consisten estas ciudades?

Una ciudad charter es una nueva ciudad creada en territorio deshabitado de un país pobre. El gobierno de ese hipotético país invitaría a un Estado occidental a administrar una zona deshabitada fiel a unos estatutos previamente acordados. Personas de ese país pobre y de otras partes del mundo se desplazarían para trabajar y vivir en la ciudad emergente.

Las normas de la nueva urbe crearían oportunidades laborales y de inversión, y el hecho de ubicarse en territorio antes deshabitado garantizaría que todos sus residentes han elegido vivir allí con pleno conocimiento de sus normas. Se les ofrecerían viviendas de bajo coste, trabajo, un ambiente seguro y normas más eficientes.

El gobierno de esta ciudad charter quedaría en manos de un órgano compuesto por el país “rico”, por el “pobre” y por los propios habitantes de la nueva ciudad.
La combinación de capital abundante, mano de obra barata e ilusionada, terrenos a precio de saldo y normativa jurídica adaptada y segura, propiciaría un éxito económico prácticamente asegurado.

Un ejemplo de todo esto (aunque no nació de un acuerdo entre ambos países) podría ser la ciudad de Hong Kong: China proporcionaba la tierra y la gente, y el Reino Unido las normas para una economía de mercado y una convivencia ordenada. Pero hay otros muchos ejemplos de zonas económicas libres o zonas francas:

- El Dubai International Financial Centre se rige por leyes distintas a las del resto del emirato,

- En Corea del Sur operan varias zonas, entre las que destaca Songdo City, una ciudad de seis kilómetros cuadrados con rascacielos de oficinas, aeropuerto, puerto, residencias y parques. Este distrito de negocios internacional tendrá capacidad para 300.000 personas durante el día y estará en marcha hacia el año 2015.

- Abu Dhabi también está desarrollando un proyecto similar: Masdar City, una ciudad de negocios que dependerá exclusivamente de energías renovables y no emitirá contaminación.


También existen proyectos que abogan por la creación de plataformas o ciudades en alta mar, fuera de la jurisdicción de otros países, abiertas a la incorporación de familias y empresas que acepten las normas de la comunidad.

La solución a la pobreza del tercer mundo y a la emigración en los países más desarrollados tiene que ser imaginativa. Nuestros gobiernos deben experimentar nuevas fórmulas para acabar con este problema y olvidar la demagogia para siempre. Esto no se soluciona “aconsejando” a los emigrantes que se olviden durante un tiempo de venir hacia nuestros países, ¿verdad Sr. Corbacho?

domingo, 14 de marzo de 2010

¿A quién se le ocurrió inventar el IPC? (o índice Laspeyres)

Nos trae de cabeza y todo el mundo habla de él.
Si sube demasiado, todo se encarece... y somos más pobres, si baja (extraño pero posible) provoca deflación, detrae el consumo... y somos más pobres. Haga lo que haga, el IPC es nuestro enemigo. Pero, ¿quién fue el inventor de tan macabra estadística?


El “culpable” fue un alemán con antepasados franceses, Etienne Laspeyres (en 1696 sus antepasados tuvieron que huir de Francia ya que eran protestantes (hugonotes) y como tales eran considerados infieles). Nació en la localidad de Halle. Estudió derecho y finanzas públicas, y más tarde fue profesor de numerosas universidades. Aunque la estadística ya existía como una parte de la economía, Laspeyres creó el primer seminario de estadística en Alemania, y suya es la idea de crear un año base sobre el que se calcula el aumento de precios cada año.
Desde entonces, casi todos los países del mundo usan su método para calcular la inflación, o índice Laspeyres.

La forma de calcularlo es laboriosa pero sencilla. Se recorren tiendas, comercios y mercados todos los meses, se recogen los precios, se apuntan y se comparan con los del mes anterior. Los precios que se recogen no son los de todos los artículos sino sólo de aquellos de consumo más común: alimentos básicos, ropa, menaje del hogar, electrodomésticos, teléfonos, gasolinas, etc. así como algunos servicios como reparaciones o servicios profesionales, por poner un par de ejemplos. Para hacer más real esta “cesta de productos”, cada uno de ellos tiene un peso en el índice (llamado ponderación), dándoles más importancia a unos que a otros. Resulta lógico: pan o fruta comemos todos los días, en cambio, un teléfono móvil lo cambiamos cada dos o tres años.

Cada mes se recogen unos 200.000 precios en cientos de municipios y cada cierto tiempo, el Instituto Nacional de Estadística actualiza los artículos que forman parte del índice para eliminar productos obsoletos, e incluir nuevos gastos. Por ejemplo, hace unos cuantos años no existían tarifas de Internet o de telefonía móvil y ahora tienen una gran importancia para nuestros bolsillos.
A mediados de cada mes, se publica el índice correspondiente del mes anterior.


¿Qué influencia tiene el IPC en nuestras vidas? Mucha. Gracias (o por culpa, como prefieran) a él, se toman decisiones económicas de suma importancia. Los bancos centrales modifican los tipos de interés: al alza si el IPC es alto y así “enfriar” la economía o a la baja si el índice es bajo para conseguir dinamizar la actividad. Esto repercute en el tipo de interés que todos tenemos que pagar por nuestras hipotecas o préstamos personales. También, tomando como base el índice, se firman los salarios de los convenios colectivos, se actualizan las pensiones, se aumentan los precios de los servicios básicos (electricidad, gas, agua…) o se incrementan los impuestos.

¿Es malo que suba? Sin duda. La elevada inflación nos hace a todos un poco más pobres pero, ¡cuidado!, tampoco es bueno que baje puesto que provoca deflación y ésta produce contracción en el consumo (¿para qué va a comprar usted un televisor si dentro de tres meses estará más barato y dentro de seis aun más?) y más crisis. Según los expertos (Jean Claude Trichet, Presidente del Banco Central Europeo, entre ellos), lo ideal sería que el IPC aumentase anualmente entre un 0 un 2%.


Tal como diría nuestro amigo y lector René, el IPC no sirve para que vivamos mejor. Sin duda. Pero hay que tenerlo muy en cuenta para no vivir peor. Que ya es bastante.

jueves, 11 de marzo de 2010

Nace el Defensor del Paciente del Dentista



Junto con la reparación de electrodomésticos y automóviles (ya saben, no los mejoran, los dejan igual como estaban y encima cuesta un dineral), acudir al dentista es una de las cosas más desagradables con que nos encontramos en esta vida.

No me malentiendan; no estoy acusando a los odontólogos. Hacen su labor lo mejor que pueden y, encima, algunos de ellos hasta son simpáticos. Lo desagradable son los nervios que se sufren antes de sentarse en el maldito (aunque cómodo) sillón, el daño que se sufre cuando se está despanzurrado sobre él y el “sablazo” que le pegan a su bolsillo antes de salir de la consulta.
Porque sí, salvo contadas excepciones, la Seguridad Social continúa sin pagarlo. ¿Acaso tener una muela con el nervio a flor de piel no se puede considerar una enfermedad? ¿Y las encías en sangre viva tampoco? ¿Acaso duele menos que una torcedura de tobillo?


Pero quizá, lo peor de todo sea que, después de pasar todo este “calvario”, el tratamiento no haya sido el adecuado y usted se encuentre igual o peor que antes de acudir al dentista y éste no haga caso de sus quejas. ¿A quién acudir para reclamar?
Hasta ahora, la única vía era interponer una denuncia, pero a partir de esta semana, si usted no queda satisfecho con alguno de los servicios prestados por su dentista puede intentar reclamar a través del nuevo servicio del Defensor del Paciente Odontológico que acaba de presentar el Consejo General de Dentistas.

Se trata de un servicio de peritaje gratuito e independiente que pretende servir como órgano de mediación entre usuarios y profesionales. El funcionamiento es sencillo: el paciente afectado presenta su queja en este organismo. Desde aquí, se remite la información al Colegio profesional correspondiente de la región para que analice si se trata de una infracción ética y deontológica, que sí es de su competencia. En caso de que la queja sea de otro tipo, que escape a las competencias del Colegio, intervendrá el defensor del paciente, solicitando información del caso por escrito.

Este servicio se realizará gracias a la colaboración de dentistas ya jubilados de reconocido prestigio que mediarán entre las partes para conseguir un acuerdo satisfactorio. Si lo hay, el paciente evitará tener que acudir a los tribunales. En caso contrario, el defensor redactará un dictamen pericial para que el afectado acuda a otras vías de reclamación.

Hay que advertir que aunque el servicio sea gratuito, no lo serán las intervenciones externas que sean necesarias o que impliquen la participación de tribunales de justicia o de arbitraje externos. En ese caso, los gastos correrán a cargo de las partes involucradas.

Aparte de intentar solucionar conflictos, el Defensor del Paciente Odontológico también atenderá las sugerencias y observaciones que tanto pacientes como profesionales del sector puedan tener con el objetivo de detectar posibles deficiencias y promover medidas correctoras.


Independientemente de su labor, esta organización nos da unos consejos a los usuarios para no llevarnos “sorpresas desagradables”:
- Verificar que la clínica a la que acude está legalizada.
- Comprobar que el médico está colegiado en el Colegio de Odontólogos de su ciudad.
- Solicitar por escrito el diagnóstico, pronóstico y presupuesto del tratamiento a recibir.
- En pagos fraccionados, exigir siempre la factura de cada pago.

Esperemos que con este nuevo servicio, acudir al dentista se nos haga más llevadero. Aunque, sinceramente, dudo de que ése sea mi caso.

martes, 9 de marzo de 2010

La subida del IVA según doña Elena, portera del edificio



- Buenos días, doña Elena. La veo preocupada.
- Hola, buenos días. No, no estoy preocupada. Pensaba en la subida del IVA del mes de julio.
- ¿Y no le inquieta?
- ¡Qué va! Si apenas la notaremos.
- ¿Usted cree?
- Estoy segura. La subida apenas se trasladará en un 50% a los precios de compra.
- ¿Y el resto?
- El resto lo asumirán los fabricantes y comerciantes para conseguir ser más competitivos. Además, en el conjunto del año esta medida no tendrá efectos perjudiciales sobre la economía.
- ¿Cómo es eso?
- Muy fácil. La gente acelerará la compra de bienes duraderos como lavadoras o automóviles al trimestre anterior a la subida. Después habrá un bajón en las ventas durante el siguiente trimestre pero se recuperará después sin problemas. En la media del año no tendrá ninguna consecuencia. Ya pasó lo mismo en Alemania o en el Reino Unido cuando subieron el IVA.
- ¿Y aquí pasará lo mismo? ¿Los españoles tenemos dinero para “adelantar” las compras? ¿Cree que podemos equiparar nuestra riqueza a la de Alemania y Reino Unido? La veo muy optimista.
- Es que es para estarlo. Esta recaudación extra de 8.000 millones de euros servirá para seguir pagando las prestaciones sociales y mantener la inversión pública.
- Bueno, doña Elena, ya sabe que este impuesto no sirve para pagar directamente a los parados, aparte de que cada trabajador se paga su paro con los impuestos que le descuentan en cada nómina.
- Ya lo sé. Ya lo sé. Pero al final todo va a parar al mismo cajón y de ahí salen todos los pagos.

- ¿Usted cree conveniente que todos paguemos esta subida por igual? ¿Incluso los parados?
- Si. Los parados pagarán también más impuestos, pero podrán seguir cobrando prestaciones. Así se consigue una redistribución de las rentas más equitativa.
- Ya. Igualándonos a todos por abajo. Siendo todos igual de pobres.
- No seas demagogo. Piensa que hay que compensar el descenso de los ingresos generados por la 'burbuja' inmobiliaria. Esos ingresos “extra” ya no volverán.
- Eso no me vale. Cuando ingresan, acusan a los especuladores de “forrarse”. Cuando no ingresan, lo tenemos que pagar entre todos.
- No te quejes tanto. Además, las familias, desde hace un tiempo, ahorran más que antes y, por lo tanto, podrán gastar más dinero en consumo.
- ¿No será que ahorran más porque tienen miedo de perder sus puestos de trabajo?
- No, no. Incluso afirmaría que la subida no se notará porque se produce en un momento en el que los precios apenas suben.
- Claro. Y los sueldos tampoco.
- ¿Otra vez quejándote? A nadie nos gusta que nos suban los impuestos, pero piensa que España es el país que menos paga por IVA en toda Europa y que la presión fiscal dentro de poco será de sólo el 34%, inferior al 37% que había en 2007.
- Pero eso es porque estamos en recesión y se recauda menos, doña Elena.
- Por lo que sea, pero la presión fiscal ha bajado.
- Vale, vale. No se enfade usted ahora. ¿Y no provocará menos consumo y más paro?
- Al contrario. Piensa que la mayor parte de la recuperación de la recaudación provendrá de la reactivación de la economía.
- ¡Ostras! ¡Qué convencida la veo!
- Mira si lo estoy que creo que, incluso, la venta de coches subirá a pesar de que se acabe el Plan 2000E. La gente compra bienes duraderos cuando tiene confianza en el futuro de la economía.
- Me voy, doña Elena, que quiero llegar al concesionario antes de que se acaben...


Evidentemente, ustedes ya habrán adivinado que estas sandeces no las ha dicho doña Elena, la portera de mi edificio. Que no tenga estudios no implica que carezca de sentido común. Estas declaraciones (me he permitido la licencia de redactarlas en forma de conversación) las ha efectuado Elena Salgado, Vicepresidenta segunda y Ministra de Economía y Hacienda del gobierno español en una entrevista emitida por Onda Cero.

Opinen ustedes sobre si sus respuestas dejan entrever algunas nociones de economía. ¡Qué Dios nos coja confesados!