lunes, 17 de diciembre de 2012

Aprovéchese: los lunes la gasolina es más barata (y no es broma)

 

Hace dos o tres meses el Gobierno puso el grito en el cielo ante el precio desorbitado que alcanzaron los carburantes. Exigían a las petroleras y a las estaciones de servicio que rebajasen sus márgenes para que el precio que pagan los conductores no fuese tan elevado y alegaban que su porcentaje de ganancias era el más alto de Europa.

Éste “exceso” lo cifraban en aproximadamente un 2%. Curiosamente no se habló en ningún momento del verdadero motivo de la subida: el famoso “céntimo sanitario” (que en algunas comunidades alcanza los 5 céntimos de euro) y el IVA, que en muy poco tiempo ha pasado del 16% al 21%. Entre estos dos motivos (dejando aparte las subidas de los impuestos especiales que efectuó el anterior gobierno de Zapatero en los últimos años) se comen doce céntimos de euro: ¿en serio creen que vamos a colar con la historia de que la culpa del actual precio es de las petroleras?


Pero volviendo al tema que nos ocupa, el Gobierno se reunió entonces con los representantes del sector y, bajo veladas amenazas, les “obligó” a que moderasen sus precios. Desde entonces, los carburantes han experimentado una considerable bajada (aunque realmente creo que en ello ha influido más la disminución del precio del petróleo y la subida del euro frente al dólar que el ajuste de las petroleras) y esta bajada ha servido para que el Gobierno saque pecho y para que la inflación se modere en noviembre, mes que otros años ha sido clave para fijar la revalorización de las pensiones y de algunos convenios colectivos. Pero, ¿realmente han bajado tanto las gasolinas?

Pues al parecer, no. Según la Comisión Nacional de la Energía (CNE), en noviembre los precios de los combustibles, a pesar de su aparente contención, se situaron en niveles "similares a los del verano", si bien esta circunstancia no se pudo apreciar con claridad porque el "efecto lunes" se repitió y lo hizo de forma "más fuerte" si cabe que en los meses anteriores.

¡Ostras! ¿Y qué es ese “efecto lunes”?

Al parecer, los lunes es el día elegido por la Unión Europea para que los operadores informen de los precios a los que dispensan los carburantes en las estaciones de servicio. Pues bien, “curiosamente” todos los lunes los precios bajan en los surtidores y se recuperan entre el martes y el jueves de la misma semana, situándose en niveles superiores a los máximos de la semana anterior, según señala la CNE. Por ponerles un ejemplo, el lunes 19 de noviembre, el gasóleo bajó más de un 2% respecto al día anterior y el lunes 26, la gasolina lo hizo en un 1,6%.

Ya sé que puede parecer poco, pero a los precios actuales estamos hablando de unos 3 céntimos de euro por litro por poner la gasolina el lunes en lugar del domingo. Personalmente, voy a aprovechar la pantomima de los lunes y pocas veces me volverán a ver en la gasolinera un fin de semana…


¿Quieren saber otra “curiosidad”? La CNE ofrece en su informe los precios, antes y después de impuestos, de los carburantes provincia por provincia española. Los precios más bajos están en Granada, Almería y Castellón, tanto con impuestos como sin ellos. ¿Y los más altos antes de impuestos? Pues en las comunidades de La Rioja, Aragón y País Vasco, casualmente las que no aplican el tramo autonómico del impuesto de venta minorista de hidrocarburos. O sea, aprovechan menores impuestos para aumentar el precio sin ellos y que al final, el consumidor pague lo mismo en todos los sitios. Si esto no son prácticas monopolísticas…

Lunes de rebajas, precios según los impuestos de cada provincia, céntimos sanitarios e impuestos medioambientales que no se dedican a tales fines… todo un derroche de ingeniería financiera destinado a sangrar un poco más nuestras maltrechas economías. Y encima nos quieren hacer creer que velan por nuestros intereses.
 
 

sábado, 15 de diciembre de 2012

Economía para novatos. ¿Qué es un hedge fund?



Continuamos con esta serie de post con la que intentamos aclarar esos complicados términos económicos que tanto nos traen de cabeza, sobre todo en estas épocas de crisis.
Tal como les decimos siempre, aquí solo tratamos de esclarecer algunos conceptos; existen otras muchas publicaciones especializadas que les podrán explicar mucho mejor todos estos términos. Les recomendamos consultarlas.

Si usted es de los afortunados que todavía conserva unos ahorros, seguro que se ha preguntado en más de una ocasión donde invertirlos para que, al menos, no pierdan poder adquisitivo. Ahora la inflación está relativamente baja, por lo que por poco interés que nos ofrezcan al contratar un depósito, por poner un ejemplo, seguro que conseguiremos que nuestro dinero conserve su valor al finalizar el plazo estipulado.

Pero no crea que sacará mucho más de lo invertido: si el interés que le ofrecen es de un 3%, descontando la retención que practica Hacienda y la subida del IPC, cuando saque su dinero apenas habrá crecido un 0,3%. Correrá pocos riesgos (el riesgo cero no existe), pero le rentará muy poco, ¿verdad?  

Si quiere obtener más por su dinero y le gusta el riesgo con mayúsculas, les proponemos unos fondos que seguro le darán emoción a sus vidas: los hedge funds.


Básicamente, un hedge fund es un fondo no regulado. ¿Qué significa esto? Las empresas o instituciones financieras están reguladas por los Estados. Un banco o un fondo de pensiones sólo pueden invertir, por ejemplo, en determinados activos. Frecuentemente, se les exige que esos activos tengan calificación ‘triple A’ por las agencias de calificación de riesgos ya saben, las odiadas y desde hace poco en boca de todos Moody’s, Standard and Poor’s, Fitch, etcétera. (Un inciso: son los “malos de la película”, pero, realmente, son los Gobiernos quienes les han dado poder para decidir qué activos tienen categoría ‘de inversión’ y que activos son ‘bonos basura’. Más les valdría a nuestros políticos recordar esto antes de criticarlos).
¿Por qué esta regulación? Pues porque los depósitos de los bancos, por ejemplo, están garantizados por los Estados (al menos, hasta un cierto nivel con el Fondo de Garantía de Depósitos). Por tanto, los Gobiernos no quieren que esas instituciones financieras corran demasiados riesgos.  

Los hedge funds, en cambio, no están regulados. Eso indica que pueden invertir en lo que les dé la gana, lo que quieran, pedir prestado cuanto puedan y correr los riesgos que les apetezca, porque el Estado no corre con la factura si quiebran. El riesgo, como es lógico, lo asume el inversor. A cambio, las ganancias, en caso de haberlas, no tienen nada que ver con ese 3% del que hablábamos al principio sino que son mucho más elevadas (no resultan extrañas ganancias el 30, 40 o 50 por ciento anuales).


Eso si, si tiene previsto invertir en un hedge fund sepa que suelen exigir un aporte mínimo de 20 millones de dólares para entrar  y que las comisiones suelen ser exorbitadas: el 20% de la apreciación de la inversión más el 2% del capital invertido. O sea, si invierte esos 20 millones de los que hablábamos y el fondo logra una apreciación del 40%, la institución se queda con un millón de dólares. Y usted con siete, claro. Pero no hay que cegarse: también es posible que pierdan un 40% en un año, con lo que su dinero habrá adelgazado hasta menos de 12 millones en apenas doce meses.


jueves, 6 de diciembre de 2012

Diez síntomas que anticipan la próxima recuperación económica española

 

Personalmente empiezo a estar cansado del maldito pesimismo que envuelve a España. Si, ya se que realmente no es pesimismo sino realismo; que las cosas están muy mal; que ya llevan mucho tiempo así y que muy pocos piensan que pueden cambiar a corto o medio plazo. Y yo no me encuentro entre ellos. Pero ya conocen el dicho: “no hay mal que cien años dure…” y algún día empezaremos a ver signos que anuncien que, aunque sea a largo plazo, podremos salir al fin de este profundo hoyo.

Me niego a utilizar lo de los “brotes verdes” que acuñaron los antiguos inquilinos de La Moncloa, pero se empiezan a leer algunas noticias económicas que pueden inducirnos a pensar que ya hemos tocado fondo o que estamos a punto de hacerlo. Y a partir de ahí…
Estas son las noticias que hacen renacer nuestras esperanzas:

- La dichosa prima de riesgo empieza a bajar. Todavía está por las nubes rondando los 400 puntos básicos, pero piensen que el 25 de julio de este mismo año llegó a los 649 puntos.

- El Estado Español ha logrado colocar toda la deuda prevista para 2012 y ya lleva unos días vendiendo la del próximo año. Lo malo es que en el 2013 tienen que financiar más de 200.000 millones.


- La bolsa lleva cuatro meses al alza. En este periodo ha subido un 18% desde los mínimos de julio. Dicen que la Bolsa se anticipa a la realidad económica entre seis meses y un año. A ver si es verdad y en el segundo semestre de 2013 esto empieza a mejorar.

- Comercio exterior: España exporta este año sobre un 10% más que el anterior e importa cerca de un 5% menos. Como consecuencia, el déficit comercial se ha reducido en un 25% en lo que va de año. Sin las importaciones energéticas ya tendríamos superávit. Incluso con la pesada losa que supone el petróleo, es posible que los meses de noviembre y diciembre ya presenten superávit global.

- Las llegadas de turistas extranjeros rozarán (si no lo superan) el récord histórico del año 2008. Pero lo mejor es que esos turistas que nos visitan gastan bastante más durante su estancia que en años anteriores.


- La competitividad de la economía española (nuestro verdadero talón de Aquiles) ha mejorado durante el tercer trimestre un 0,7% con respecto a la Unión Europea y un 1,8% si tomamos como referencia a los países de la OCDE.    

- Parece que el déficit público empieza a moderarse y aunque será muy difícil conseguir el objetivo impuesto por Bruselas del 6,3%, el susto puede que se quede cerca del 7%, algo impensable hace tan solo unos meses. Hasta las comunidades autónomas están entrando en vereda y han reducido a la mitad el déficit que tenían por estas mismas fechas del año pasado.

- Tras catorce meses de huidas masivas y generalizadas de fondos, el mercado español registró en septiembre entradas netas de capital por valor de casi 31.000 millones de euros. Aun así, durante este año han volado más de 200.000 millones de euros.


- Tanto la confianza del consumidor como el índice PMI manufacturero repuntaron en noviembre, aunque todavía se encuentran lejos de la frontera que separa la contracción de la expansión.

- Los principales analistas y bancos de inversión extranjeros (GLG Partners, HSBC…) aconsejan a sus clientes la compra de acciones de las bolsas del sur de Europa y entre ellas, hacen especial mención a la española. El banco americano JP Morgan llega a apostar por una revalorización del 56% en el medio plazo.

Naturalmente, todos estos signos esperanzadores podríamos contrarrestarlos con los numerosos datos negativos que diariamente conocemos, pero ya les he dicho al principio que estaba un poco harto de ser pesimista. Por lo menos hoy; mañana ya veremos.

martes, 4 de diciembre de 2012

Uno de cada cuatro españoles en riesgo de pobreza: La miserable herencia de Zapatero



Según la definición del INE (Instituto Nacional de Estadística), “la línea de pobreza se basa en los ingresos netos por unidad de consumo del hogar, entendiendo como tales los ingresos netos totales del hogar (renta del trabajo, intereses bancarios, alquileres percibidos, prestaciones sociales, etc. descontando el pago de impuestos) entre el número de unidades de consumo. El número de unidades de consumo se calcula de la siguiente forma: 1 para el primer adulto; 0,5 para el resto de adultos y 0,3 para los menores de 14 años.

La línea de pobreza o umbral de pobreza se fija en el 60% de la mediana de la distribución de ingresos por unidad de consumo de todos los hogares del país.

Se clasifica como pobre a todo individuo que tenga unos ingresos por unidad de consumo inferiores al umbral. Los que sobrepasan esta línea o umbral, no son pobres.”


Intentaremos traducir todo esto: en España, la media de ingresos netos por unidad de consumo es de 12.258 euros. Si aplicamos el 60% para conocer la línea de pobreza, nos resulta que si esa unidad de consumo ingresa menos de 7.355 euros al año, pues es pobre y si ingresa más, no lo es.

Por ejemplo: un hogar de una persona, deberá ingresar, al menos 7.355 euros netos; para el hogar donde vivan dos adultos (multiplicamos por 1,5), la cantidad sube hasta los 11.033 euros; donde vivan dos adultos y dos niños menores de 14 años (multiplicamos por 2,1) será de 15.455 euros y si viven dos adultos y tres jóvenes mayores de 14 años (multiplicamos por 3) los ingresos ya deberán ser de 22.065 euros. 

Ya se que España se ha convertido en un país de mileuristas (el que tiene suerte de estar trabajando), pero si contamos que de esas cantidades deben salir todos los gastos del hogar (incluida hipoteca), las cantidades que hemos mencionado antes parecen más bien escasas. Pues bien, uno de cada cuatro españoles ni siquiera llega a ese mínimo umbral.

Según  la oficina estadística comunitaria Eurostat con datos de 2011 (estoy convencido de que en 2012 no habrán mejorado), un 22% de la población está en riesgo de pobreza. En la Comunidad Europea, la media es del 17% y solo nos ganan a pobres Rumania, Bulgaria, Letonia, Hungría, Lituania y Grecia. ¡Todo un honor!

Curiosamente, la situación de privación material severa, es decir, no tener ni para pagar las facturas o mantener la calefacción del hogar es del 3,9%, muy por debajo de la media comunitaria del 8,8%. Está claro que la familia y la economía sumergida están salvando la situación desesperada de muchos españoles.


Hacia mitad de la pasada década, España era un país de gran pujanza económica, con uno de los mejores niveles de riesgo de pobreza de toda la Comunidad Europea y que llegó a superar en PIB por habitante a Italia y se acercó a la mismísima Francia. ¿Qué ha ocurrido? Las razones son muchas, pero todas se resumen en una: hemos tenido unos dirigentes deplorables que han dilapidado el mayor poderío económico que haya tenido España a lo largo de su historia más reciente, no han sabido reaccionar cuando han venido mal dadas y no han encontrado ni una mísera solución para salir de este embrollo cuando ya nos habíamos metido hasta el cuello dentro de él.

Y no desviemos la mirada hacia el actual inquilino de la Moncloa. Los datos son de 2011 y si bien es cierto que sus soluciones están dejando mucho que desear, ni ha provocado el caos ni ha tenido tiempo de arreglarlo.  


La culpa de todo esto la tiene ese iluminado que iba a aprender economía en dos tardes e inglés en una semana y que con el paso del tiempo estamos comprobando que no habría sido capaz de gestionar ni la comunidad de vecinos de una vivienda unifamiliar.

Zapatero (y todos los palmeros que le rodearon) nos dejó en la miseria más absoluta. Es lo que ocurre cuando se dejan las riendas de nuestro destino en manos de un individuo cuyo único mérito consistía en tener unos ojos bonitos.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Las dos horas de digestión antes del baño y otras leyendas urbanas relacionadas con la salud



Si ya tienen una cierta edad, seguro que una de las cosas que más recuerdan de la niñez era aquella espera interminable de dos horas para entrar en la piscina o en el mar después de haber comido. Y no hacía falta que hubiese sido una comida copiosa: ¡hasta por un polo de cristal teníamos que esperar! ¿Y si les digo que aquel “enorme” sacrificio no servía absolutamente para nada?

El Presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología, José Carlos Moreno y el miembro de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, el doctor Francisco Camarelles, se han encargado de desmitificar algunas de las creencias más extendidas entre la sociedad española en cuestiones relacionadas con la salud. Lean sus conclusiones sobre algunas de estas míticas “leyendas urbanas”:

- Hay que esperar dos horas para bañarse para bañarse tras comer: Falso. La digestión puede durar incluso el doble de esas dos horas prescritas y no ocurre nada por entrar en el agua antes de finalizarla. Lo que hay que hacer es evitar las comidas copiosas y entrar en el agua poco a poco para que el cuerpo se acostumbre a la temperatura del agua.

- Ducharse a diario es malo y provoca daños en la piel: Falso. Más bien al contrario. Lo que no hay que hacer es abusar del jabón porque puede, en casos extremos, diluir las sustancias de defensas de la piel.   


- Lavar mucho el pelo hace que se caiga: Falso. Cuanto más limpio, más sano estará.

- Peinarse con frecuencia o usar gorros, gominas o lacas hace que caiga el pelo: Falso. Si el pelo está enfermo, caerá de todas formas; si está sano, no tendrá problemas.

- Rapar el pelo hace que salga más fuerte y rápido: Falso. No tiene ninguna incidencia sobre el crecimiento.

- La pasta de dientes es buena para las quemaduras: Falso. Los dentífricos llevan un antiséptico y sustancias refrescantes que hacen que se alivie la sensación de la quemadura, pero es mucho más conveniente utilizar una crema con corticoide. Por cierto: la clara de huevo sobre pequeñas quemaduras funciona; experiencia propia.

- Filete en el ojo para aliviar un golpe: No es falso… pero si muy caro. Es preferible utilizar una bolsa de guisantes congelados o hielo envuelto en un trapo.

- Las personas con cicatrices o roturas recientes de huesos adivinan el tiempo que va a hacer: Falso. Después de numerosos estudios se ha comprobado que no aciertan más que el resto de la humanidad.


- Beber mucha agua evita el malestar del día siguiente de una buena juerga: Falso. La resaca no la quita nada ni nadie. El alcohol tiene unas horas de metabolización en sangre y la única forma para evitarlo es… no beber demasiado.

- Beber alcohol quita el frío: Falso.  Es más, resulta peligroso porque la persona que injiere alcohol no es consciente de la sensación térmica real por culpa de sus efectos.

- Cenar antes de las ocho de la tarde favorece la pérdida de peso: Falso. Aunque si es verdad que se duerme mucho mejor al haber finalizado el proceso digestivo.

- La mayonesa se corta cuando las mujeres tienen el periodo: Falso. ¡Por Dios!


jueves, 15 de noviembre de 2012

Stop desahucios: ahora pagaremos hipotecas entre todos los españoles



Antes de entrar en más cuestiones, decirles que me solidarizo con todos los afectados por esta plaga de desahucios que está asolando nuestro país. Sinceramente, ni siquiera puedo imaginar por el mal trago que estarán pasando esas personas y deseo, de todo corazón, que sus problemas desaparezcan lo más pronto posible.

¿Y que hacen los que, al menos en teoría, pueden solucionar este drama (lean políticos)? Pues ha tenido que suicidarse una afectada para empezar a moverse. Pero, como siempre, tarde… y mal. De momento, se están reuniendo los dos grandes partidos políticos para encontrar una solución y se está filtrando que pueden acordar una moratoria de dos años para los afectados que no puedan abonar los plazos de su hipoteca (al parecer, la renta máxima para acogerse será de 19.000 euros). Incluso se habla de una futura ley hipotecaria que evite los desahucios cuando exista un impago, al menos en los casos más, por decirlo de alguna forma, dolorosos. Objetivos muy loables y palabras muy bonitas de oír, pero, ¿quien pagará estas medidas? ¿Los bancos? No me río porque el asunto es demasiado serio para hacerlo.


Los bancos (y cajas) prestan su dinero a los compradores de una vivienda a cambio de unas garantías, la más contundente de las cuales es la recuperación de la casa en caso de impago de las cuotas de devolución del préstamo. ¿Qué ocurrirá si no pueden ejecutar la hipoteca como última medida de presión para recuperar su dinero? Pues que endurecerán el resto de condiciones para concederla. Es decir, muchos avalistas, nóminas más elevadas, menor dinero concedido, intereses por las nubes… Todo esto llevará a una menor concesión de hipotecas y a la imposibilidad de deshacernos del desmesurado stock de viviendas existente, que a su vez provocará que no se construyan nuevos edificios y esto a que haya mas parados, etc.

¿Y con las que ya están concedidas y no se pueden devolver? Pues no está muy claro, pero si pensamos que muchas de estas hipotecas las formalizaron entidades que ahora están nacionalizadas, es decir, rescatadas por el Estado con el dinero de todos… pues ya saben quien va a pagar.

Al igual como ya ocurre con la desmesurada deuda pública o con el déficit de tarifa eléctrico, serán las futuras cuatro o cinco generaciones (o, a lo peor, más) las que paguen, ya sea con créditos más caros o vía impuestos, los despilfarros de este último lustro.


¿Culpables de todo esto? Varios. En primer lugar, los ayuntamientos (o sea, los políticos) que inflaron el precio del suelo para financiar sus elevados gastos. En segundo, los gobiernos (o sea, los políticos) que permitieron, en aras de un ilusorio crecimiento basado en la construcción, que se produjese la burbuja inmobiliaria que, finalmente, explotó. En tercero, los bancos y, sobre todo, las cajas (o sea, los políticos), que concedieron alegremente hipotecas que en muchas ocasiones sobrepasaban con creces el valor de los inmuebles. Y en cuarto lugar, aunque quizá sean los mayores culpables, aquellos que se embarcaron en la compra de una vivienda que con el tiempo no podrían pagar.

La Constitución Española, en su artículo 47, garantiza a todos los españoles el derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada y que los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho. Pero lo que no dice es que esa vivienda deba tener 130 metros cuadrados o que no pueda ser alquilada.  


Vivimos en un país en el que aquel que no posee vivienda propia está considerado como un “pringao”. Vivir de alquiler es algo pasado de moda; algo que ya solo hacían los pobres inmigrantes. La máxima aspiración de los españoles era ser propietarios. Y no de una vivienda cualquiera. La casa de sus sueños tenía que ser amplia, contar con garaje y trastero y que perteneciera a una urbanización con piscina y pista de padel. Se contaban por cientos de miles los optimistas (más bien ilusos) que creían que con dos sueldos de 1.500 euros podrían pagar sin apuros una vivienda de 300.000 euros durante 40 años. Con el tiempo llegó la crisis, uno de los dos (y algunos casos, los dos) perdió su trabajo y ahora no tienen ninguna posibilidad de pagar el resto de lo que deben. ¿Y quien tiene que pagar la barra libre? ¿El resto de los españoles?

España cuenta con un 81% de propietarios y apenas un 19% de alquilados. En el resto de Europa esta proporción es mucho menor y en algunos países como Alemania, los pisos están considerados como objeto de lujo y los propietarios no llegan ni a la mitad del total. ¿Qué ventajas tiene este sistema? Pues entre otras (como por ejemplo que los trabajadores no tienen problemas para aceptar la movilidad laboral) que si a los alquilados les vienen mal dadas, con cambiar de casa e instalarse en otra que se adapte mejor a la situación financiera de cada momento, solucionado.


¿Forma de solucionar todo esto? Complicado. Y más aun si lo tienen que hacer nuestros políticos. Lo primero que se tendría que hacer es distinguir entre aquellos a los que el desahucio provocará que tengan que vivir debajo de un puente y los que “solamente” perderán su segunda o tercera residencia.

Segundo: la “dación en pago”. No se puede aceptar que un hipotecado, además de perder su vivienda, tenga que pagar de por vida una cuota al banco por algo que ya no posee. Quien pidió un préstamo que no podía pagar, quizá fuese un irresponsable; pero el banco que se la concedió lo fue mucho más: primero la tasó con un precio inflado sin que nadie les obligase. Y luego les impuso un interés alto para cubrir el riesgo de impago. Si los precios de las viviendas han bajado más de lo que podían imaginar, ¿por qué tienen que recuperar ahora todo lo prestado? ¿Dónde está el riesgo?

Y tercero: a través de una sociedad estatal (recordar que el “banco malo” o SAREB, en manos del Estado, ya posee 89.000 viviendas invendibles) facilitar a los desahuciados un piso más económico, acorde con su actual situación o simplemente un alquiler asequible en una vivienda modesta.      

Seguramente, aparte de estas soluciones hay otras muchas más. Pero la que no se debe de adoptar bajo ningún concepto es la de cargar a todos los españoles con este nuevo gasto. Que ya estamos hartos de políticas populistas pagadas con el sacrificio de nuestros bolsillos. 


jueves, 8 de noviembre de 2012

UPyD y Toni Cantó se ríen del nacionalismo catalán en un irónico vídeo

 


Pocos días antes de iniciarse la campaña electoral de las elecciones autonómicas catalanas, UPyD, el partido que comanda Rosa Díez, ha lanzado un vídeo electoral que está arrasando en las redes sociales.

Con independencia de qué partido la protagonice y a quien critique, ya teníamos ganas de encontrarnos con  una publicidad electoral tan inteligente, divertida, fina, irónica y mordaz como ésta en la aburrida política española.

No se pierdan el vídeo. En él, un genial Toni Cantó, secundado por dos magníficos aunque, al menos para mí, desconocidos actores, dan vida a los dirigentes de un hipotético Frente de Liberación de Cataluña. En la reunión que escenifican, Cantó (a imagen y semejanza de la inolvidable película de los Monty Python, “La vida de Brian”) trata de arengar y exaltar a sus seguidores para dejar claro que el Estado Central roba a los catalanes. Sin embargo, las contestaciones a la pregunta que hace a sus seguidores sobre qué ha ganado Cataluña perteneciendo a España no son lo que se esperaba.

No les cuento más. Vean el vídeo y disfruten.

Les dejo con otro video del final de la película de los Monty Python  “La vida de Brian” cuando entonan la canción “Always look on the bright side of life”. Uno de los momentos cumbre de la historia del cine.



 

lunes, 5 de noviembre de 2012

La fortuna de los Pujol y el curioso enriquecimiento de los nacionalistas catalanes

 

Aparte de la crisis económica (que cada día va a más y ya nadie se atreve a pronosticar cuando dejará de empeorar) la noticia que seguramente más se recordará a nivel nacional de este triste 2012 será el desafío independentista planteado por el Presidente de la Generalitat, Artur Mas. Sin venir a cuento, una vez pasado el verano, el “President” se ha lanzado a una frenética carrera para convencer a todo el mundo de que los catalanes quieren ser independientes. Pero no dentro de unos años sino ya.

Sin duda, esta “escapada hacia delante” viene provocada por la catastrófica situación económica que se vive en esta región española, amplificada por años de derroches del tripartito que los mal gobernó durante dos legislaturas con la complicidad de su propio partido, CiU. A sabiendas de que la cosa irá a peor, Artur Mas ha urdido la estratagema de que los culpables de su decadencia económica no son ellos sino los “malvados” gobernantes de Madrid que los han estado “expoliando” desde la época de los romanos y que independientes, serían mucho más ricos y vivirían mejor.


No hace falta recordar que desde Europa ya les han avisado en numerosas ocasiones que su hipotética independencia conllevaría su salida del Euro y de la UE y que son muchos los bancos de inversión que aconsejan a sus clientes “moderar” sus negocios en Cataluña ante el caos que provocaría esta escisión. Por lo tanto, no les quepa la menor duda de que una vez pasadas las elecciones, será el propio Artur Mas quien rebajará el listón de sus pretensiones y solo volverá a acordarse del tema en el momento en que su gestión sea cuestionada.

Los políticos catalanes llevan décadas pidiendo más y más autogobierno a Madrid y, lo que es peor, consiguiéndolo gracias a que los gobiernos en minoría, tanto del PP como del PSOE, han necesitado en muchas ocasiones sus escasos 15 escaños para sacar adelante leyes y presupuestos. Han sido listos y han sabido aprovecharse de las circunstancias, justo es reconocerlo. Primero perseguían un 15% de la recaudación del IVA, luego un 50% y ahora se lo quedan todo; querían que les traspasasen las competencias de educación y ahora ya no se puede estudiar en castellano en la región; deseaban gestionar la sanidad y ahora los catalanes ya saben lo que es el copago de un euro por receta para financiarla; lograron el traspaso de la ruinosa justicia… ¿y para qué querían la justicia? Siempre han buscado obtener más poder y con él, más funcionarios, más enchufes, más dinero y más impunidad.   


Un buen ejemplo de ello nos lo proporciona el columnista Stas Radziwill con su trabajo sobre la “sospechosa” riqueza amasada por la familia del ex presidente de la Generalidad, Jordi Pujol. Les transcribo algunos párrafos:

“La familia del ex presidente Pujol se ha hecho muy rica y muy rápido en la España autonómica, y no ha podido ocultarlo más. Las imágenes difundidas el pasado verano del ex presidente y su esposa inaugurando junto a su familia un inmenso y carísimo hotel en México, propiedad de su hijo Jordi Pujol Ferrusola, se extendieron por Cataluña como la pólvora, dejando a su paso un reguero de indignación e incredulidad. Si algo une hoy a nacionalistas y no nacionalistas en Cataluña es el rechazo creciente a la figura del ex presidente, manchada por el patrimonio de su familia en el extranjero. A Pujol hoy muchos nacionalistas lo consideran un traidor, un oportunista que, envuelto en la señera, miró para otro lado y permitió a sus familiares enriquecerse mientras Cataluña perdía competitividad, prestigio e inversión extranjera”.


“La esposa e hijos del ex presidente son viejos conocidos de la Inspección de Hacienda en Cataluña. Marta Ferrusola y su hija hicieron tremenda “butxaca” a través de su empresa Hidroplant, la cual plantó en su día la mayor parte de los parques públicos dependientes de los ayuntamientos controlados por CiU. A Josep Pujol Ferrusola, Hacienda le reclamó en 2004 más de 18 millones de euros como tributos adeudados tras la venta a Indra de su consultora Europraxis (contratista de la Generalidad que encabezaba su propio padre). Por su parte, Oriol Pujol Ferrusola está siendo investigado por Hacienda por el caso Campeón desde 2011.


Enric O., simpatizante de la plataforma nacionalista Ómnium Cultural (aquellos del boicot a los productos españoles: “no compreu…”, ¿recuerdan?): Jordi Pujol toleró que su esposa e hijos amasasen una fortuna desde su proximidad al poder. Lo malo es que esta práctica se extiende no solo a la familia, sino también a su entorno inmediato. Macia Alavedra y Luis Penafreta, dos santones del ex presidente y grandes budas del pujolismo, pasaron en 2009 por la cárcel acusados de asociación ilícita, blanqueo de capitales y de tráfico de influencias por cobrar comisiones ilegales. Desde CiU nos hicieron creer que éramos la Holanda del sur de Europa, cuando en lo que a comportamiento del poder se refiere, estábamos más cerca del África más corrupta. ¿Que autoridad moral tiene para reclamar la independencia de Cataluña?”


Montserrat M., nacionalista declarada: Tengo 55 años y estuve en la plaza de Sant Jaume el día que Tarradellas salió al balcón. Soy catalanista hasta el tuétano, pero cuando vi las imágenes de Pujol y su familia bronceados y sonrientes inaugurando su hotel de lujo en México como si fuesen unos multimillonarios de Miami, se me heló la sangre. ¿Por quién nos han tomado todos estos años? Al principio no quería creerlo, pero como catalana y nacionalista me sentí estafada. Mientras al escuchar Els Segadors, muchos oíamos el himno histórico de Cataluña, la familia Pujol y su entorno sólo oían el sonido de una caja registradora. No han tenido ni la decencia de invertir aquí ese dineral, lo han metido en México y la Argentina (Jordi Pujol Ferrusola es el mayor socio del Puerto de Rosario). ¿A esto lo llaman "fer país"?”


En fin, tampoco es que nos sorprendan excesivamente todas estas revelaciones: décadas consiguiendo todo el dinero que querían; la justicia traspasada y de su parte (lo de la separación de poderes es pura utopía); los medios de comunicación convenientemente enmudecidos (la semana pasada, ya sin un euro en sus arcas, concedieron subvenciones multimillonarias a los medios de comunicación con sede social en Cataluña) y empecinados en conseguir una “Hacienda propia” para Cataluña controlada desde la Generalidad.

Ya ven: unos “patriotas” desinteresados.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Somaén, el placer y la comodidad de volver a la vida en los pueblos


 

Con la llegada de la crisis y la falta de trabajo en las grandes ciudades, no son pocos los españoles que están pensando muy seriamente en la posibilidad de emigrar. Aunque en esta ocasión justo al contrario que cuando lo hicieron hace algunas décadas, ya fuesen ellos o sus antepasados: de la ciudad al pueblo. Incluso hay un anuncio en televisión que fomenta la “adopción” de habitantes de las ciudades por parte de los de los pueblos, ¿lo recuerdan?

Uno de los inconvenientes (o una ventaja, según se mire) de los pueblos es su falta de infraestructuras, la ruina de muchas de sus casas y la falta de servicios como, por ejemplo, conexión a Internet. Algunas de estas carencias ya están siendo solucionadas por la tecnología con conexiones vía satélite, mejora de las carreteras de acceso o implantación de servicios básicos como la sanidad y la educación. Les traemos hoy un ejemplo de lo que se puede hacer para solucionar otro de los problemas: el estado deteriorado de sus casas.


La aldea de Somaén, en la provincia de Soria, pertenece al pueblo de Arcos del Jalón y  desde hace dos décadas está viviendo un auténtico renacer de la mano de la rehabilitación. Todo comenzó con la restauración de su castillo árabe del siglo XI y, poco a poco, de la mano del arquitecto Manuel de la Torre, la aldea entera ha cambiado totalmente de aspecto.

Como tantos otros municipios del interior de la península, Somaén con 450 habitantes a finales del siglo XIX, fue despoblándose con fuertes emigraciones a Madrid, Barcelona o Zaragoza. Hace tan solo un par de décadas, la aldea apenas contaba con 20 habitantes de avanzada edad instalados en la parte baja, dejando la parte alta, junto al castillo, totalmente despoblada. 


Fue entonces cuando el arquitecto Manuel de la Torre, director general de la empresa Consolidaciones y Contratas, dirigió la completa rehabilitación del castillo adaptándolo a los nuevos tiempos con unas modernas instalaciones, fontanería y circuito de calefacción. Más tarde le siguió la reforma de una antigua casona de rentas que hoy es el Hotel la Posada Real de Santa Quiteria y, a partir de ahí, amigos de los propietarios del castillo le encargaron la rehabilitación de algunas viviendas existentes y la construcción de otras nuevas, consiguiendo edificar en poco tiempo una renovada aldea en los aledaños del castillo.


Las 30 viviendas nacidas de este proyecto son en su mayoría segundas residencias y responden a un patrón de vivienda unifamiliar de 160 a 300 metros cuadrados construidas con un amplio salón-comedor cocina, dos y tres dormitorios, dos y tres baños, porche y jardín. Estas casas, siempre respetando el entorno original, cuentan con amplios ventanales, suelo y muro radiante y la recuperación de piezas antiguas como puertas de forja, viguería de madera, teja árabe, pavimentos de barro...


Posteriormente se pavimentaron las calles, se crearon jardines y se soterraron todas las redes de electricidad, teléfono, alumbrado público, fontanería y red de saneamiento. Todavía existen muchas viviendas por rehabilitar y parcelas vacías. Incluso se puede adquirir uno de estos unifamiliares, llave en mano, por 1.400 euros el metro cuadrado.


De momento, y las fotos lo atestiguan, la aldea ha recobrado la vida y la belleza que tuvo hace casi un siglo. Seguro que hay cientos de pueblos repartidos por toda España susceptibles de una reforma integral como ésta. Dejar las ciudades y volver a la vida más natural de los pueblos empieza a ser factible.

 

jueves, 25 de octubre de 2012

Lo que ya nos cuesta (económicamente) la independencia de Cataluña


 
Esto es lo que opinan algunos analistas de los principales bancos de inversión de medio mundo acerca de la tan cacareada independencia de Cataluña con respecto de España:

- Nomura. El banco de inversión japonés es tajante: “La posición financiera de Cataluña sugiere que un referéndum es poco posible debido a su dependencia de los fondos estatales”;  “en términos de implicaciones de mercado y eventos de riesgo, creemos que un voto sobre la independencia es el peor escenario posible”. Además, hace hincapié en que un Estado propio “sería económicamente inimaginable, especialmente por el tamaño del sector bancario”, y añade “consecuencias negativas como la fuga de depósitos”. Para el conjunto de España, Nomura asegura que el avance electoral “acelerará las dinámicas que conducen a una petición de rescate del España”.

- Royal Bank of Scotland (RBS). “La independencia de Cataluña tendría enormes implicaciones para la confianza en la construcción de una Europa más integrada”. Y también advierte de que “los mercados tendrán un tiempo difícil evaluando la probabilidad de una verdadera independencia dado que las consecuencias legales de este movimiento (como ser miembro de la UE), no están claras”.

- UBS. El banco suizo duda de la viabilidad financiera de la comunidad autónoma, considerando que el referéndum tendría consecuencias “sombrías” y “desastrosas”.La UE no podría aceptar el nuevo Estado independiente como miembro y por este motivo, no podría contar con los recursos financieros de un BCE o el propio Gobierno español. Un banco central catalán propio llevaría a un proceso de inflación y fuga de depósitos insostenible”. “No creemos que el presidente Mas quiere asumir este riesgo para su región”.

- Phillip Shaw, analista de Investec. “¿Cómo organizará [Cataluña] su defensa? ¿Cómo repartirá el país la deuda nacional, heredada de de su pertenencia a España?”. “Juntar a los países en la moneda única fue complejo, podría decirse que separar un país de ello es igual de difícil”.


¿Saben que conllevan las opiniones de estos expertos mundiales? Que la deuda emitida por la Generalitat sea considerada como “bono basura”, al mismo nivel que la de Portugal o la de Bangladesh; que estos bancos disuadan a sus clientes sobre posibles inversiones en Cataluña y, por extensión, en el resto de España; y que algunas de las multinacionales afincadas en la región empiecen a elaborar planes para su posible salida de la misma.

Aunque algunos independentistas seguro que lo piensan, evidentemente no nos encontramos ante una alianza anticatalanista a nivel mundial. Simplemente es que al capital lo que menos le gusta es la incertidumbre; es miedoso y ante los problemas, no lucha a cara descubierta sino que huye. Y eso es lo que está empezando a ocurrir ante la escalada independentista iniciada hace dos meses (aprovechando la celebración de la Diada) con un claro objetivo electoralista.


¿Alguien piensa que Artur Mas (que seguro saldrá reelegido gracias a esta estratagema) continuará con esta locura? Pues lo sentimos por los crédulos que puedan acudir a las urnas pensando que con su voto conseguirán la independencia. A partir del día 26 las palabras se suavizarán, los gestos se dulcificarán y el órdago independentista se rebajará hasta que a los políticos les vuelva a interesar removerlo. ¿Apostamos?
 
¿Vale la pena empobrecerse, perder inversiones y enemistarse con el resto del país para conseguir un puñado de votos? Algunos políticos opinan que si.
 
 

sábado, 20 de octubre de 2012

“¡No está gordo! ¡Es que es fuerte!” y otras mentiras piadosas



Si no lo han dicho nunca, seguro que lo han escuchado más de una vez: “El del quinto. Si, ese que está tan…. fuerte”,  cuando la realidad es que el pobre hombre del quinto ni siquiera podría levantar una botella de butano de las pequeñas y lo que en realidad está es gordo, obeso o como lo quieran llamar. Es lo que podríamos denominar una mentira piadosa que intenta dulcificar la realidad.

A nivel periodístico, estos eufemismos están muy extendidos, sobre todo en las denominadas revistas del corazón. Emilia Landaluce los ha recopilado en su blog del periódico elmundo.  Les recomiendo su lectura; yo hacía tiempo que no me reía tanto.

Voluptuosa, sin complejos: gorda

Se conserva bien: vieja

Divertida: borracha

Más guapa que nunca: recién salida del quirófano

Espléndida figura: era gorda y ha adelgazado

Desmejorada, no atraviesa un buen momento: con depresión de caballo

Hijo bohemio, sensible: gay

Entrañables: No les quedó más remedio que hacer el paripé frente a la prensa

Artista: rico y vago

Original: Hortera

Distinguida, belleza diferente: fea y delgada

Enamoradiza / seductor / conquistador: promiscua / promiscuo

Empresario (sin explicar el sector): sin ocupación conocida

Soltera de oro (los ricos de verdad no salen): trepa

Distantes: se van a divorciar
 
 
Cómplices: enfadados

Muy enamorados: cursis

Muy deportista: anoréxica

Modelo rusa: prostituta

Sedienta: Borracha       

Poeta: loco con barba

Hombre de negocios (sin explicar el sector): sinvergüenza

Oligarca: criminal internacional. 

A partir de ahora, cuando caiga en sus manos una de estas revistas… pase un rato divertido traduciéndolas.     


miércoles, 17 de octubre de 2012

Gandía Shore ofrece más de lo que prometía



Llevaban un tiempo publicitándolo y el pasado domingo estrenaron por todo lo alto un nuevo programa en el canal MTV que, sin lugar a dudas, dará mucho de que hablar: “Gandía Shore” se llama la nueva joya de la televisión.

La idea no es original, ya que copia, casi al pié de la letra, a su equivalente norteamericano, “Jersey Shore” (que, por cierto, creo que emite Canal Plus, aunque ni lo se seguro, ni tengo ninguna intención de averiguarlo). Y como en aquel, los culos, los abdominales, los piercings, las pestañas postizas, los coches horteras y el entretenimiento cafre y descerebrado son los indiscutibles protagonistas del programa.

¿En qué consiste? El guión no puede ser más sencillo: Labrador, Abraham, Clavelito, Arantxa, Ylenia y otros a los que no logré descifrar el nombre (que no estuve toda la noche ante la pantalla precisamente) se dedican  a dormir, a poner copas en un chiringuito y a desmadrarse en una discoteca. Nada más. Su única obligación es estar lo suficientemente despierto a las once de la mañana para atender el bar de copas de la playa. ¿El resto del día? ¿Qué creen que pueden hacer ocho “elementos”  adiestrados en la LOGSE, cuya única obsesión es el gimnasio y el sexo y que tienen dificultad para sumar cifras de dos dígitos? Pues eso.

El repertorio de frases célebres e intelectualmente “impecables” es inacabable, pero sirvan como ejemplo éstas que se pudieron escuchar el primer día, así, sin que nos pudiésemos preparar: "Me gustan las tías con buen culo"; "soy un espíritu rebelde"; "me gustan chulitos"; "un café intenso y con cuerpo, como yo"; "tete, qué tetas tiene esa teta, nano"; "yo aparte de músculo y tal, lo que quiero entrenar es el rabo" y otras mucho peores, créanme. Incluso el “gran” director Óscar Vega, responsable de este 'docu-reality' producido por Magnolia TV, ha confesado que "hemos visto cosas que nos ruborizaron y yo hasta he apartado la vista de alguna secuencia".

Y la cosa parece que irá a peor en siguientes capítulos cuando los podamos ver meando en plena calle (el Ayuntamiento de Gandía va a multar a uno de ellos por hacerlo), provocando una pelea en la puerta de una discoteca o protagonizando 45 largos minutos de un demencial sexo macarra. 


No; si creían que ahora iba a empezar a criticar a los productores de este grotesco y aberrante programa, están equivocados. Es más, deberíamos aplaudirles porque han dado en el clavo y prueba de ello es que casi llegaron a un 5% de audiencia (cuando difícilmente superan el 1%) con un millón de espectadores y apenas una hora después de su inicio ya eran “treding topic” en España.

Y no; tampoco vamos a criticar a los telespectadores que aguantaron durante dos horas este engendro. Desgraciadamente, décadas de educación mediocre, programas de televisión chabacanos, cultura del mínimo esfuerzo y triunfo del más tramposo no iban a engendrar filósofos griegos, ¿verdad?

En los últimos cuarenta años no hemos mejorado en absoluto. Es más, se ha producido una indiscutible involución en todos los aspectos culturales en nuestro país. Y después de ver diez minutos de “Gandía Shore”, tiene visos de empeorar. Lo que realmente siento no es desprecio, es tristeza.

 

 

jueves, 11 de octubre de 2012

Revalorizarán las pensiones con el nuevo IPC-IC… y los jubilados cobrarán 200 euros menos de por vida

 

Son insaciables. Nuestros mandatarios, sean del color que sean, son unos auténticos genios a la hora de sacarnos los cuartos: céntimos sanitarios, tasas verdes, euro por receta, utilización de autovías (bueno, este todavía no pero están a punto)… toda una batería de impuestos y tasas para que engorden las recaudaciones y que ellos puedan seguir derrochando nuestro dinero.
Pero ni así. Ni masacrándonos logran cuadrar sus presupuestos. ¿Solución? Rebajar las prestaciones. Pero a ser posible sin que lo note el personal. Un ejemplo de esta nueva táctica la hemos tenido hoy durante la rueda de prensa de la presentación de los datos del IPC mensual del mes de septiembre. 

Cuando todos esperaban que el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, nos deleitase con las habituales excusas ante el mal dato del IPC del mes pasado (nada menos que el 3,4%), este buen señor, en nombre del Gobierno, nos ha ofrecido el dato de un indicador hasta ahora prácticamente desconocido: el IPC-IC o, lo que es lo mismo, el Índice de Precios al Consumo a Impuestos Constantes, o sea, sin tener en cuenta las escandalosas subidas de impuestos que estamos sufriendo últimamente.        


La cosa no hubiese ido a mayores a no ser por la pregunta que le hicieron un poco más tarde relacionada con la revalorización de las pensiones. Como bien saben, este índice solía actualizarse con el IPC del mes de noviembre. Pues bien, el señor Jiménez Latorre ha indicado a los periodistas allí presentes que -¡por supuesto!- la revalorización también se realizaría este año y que el indicador de referencia se decidiría cuando se supiesen los datos del mes de noviembre. El personal no es tonto, liga cabos y llega a la conclusión de que el Gobierno nos está preparando para aplicar de cara a la actualización anual este nuevo IPC-IC. ¿Y cual es la diferencia? Se lo explico, pero, sobre todo si cobran una pensión, siéntense antes no vayamos a tener un disgusto.

Como bien saben, el IPC estaba más o menos controlado en el 2,4% hasta el pasado mes de agosto. Pero llegó septiembre y con él la subida del IVA: los precios se han disparado hasta el 3,4%. Naturalmente, la mayor culpa de esa subida se la llevan los impuestos y prueba de ello es que el nuevo indicador con que nos ha deleitado el Secretario de Estado de Economía, el IPC-IC, se ha quedado en un escuálido 1,4%.

Son muchos los que opinan que si el Gobierno actualiza las pensiones con el IPC le será imposible cumplir con el objetivo de déficit que nos han marcado desde Europa. Se calcula que por cada décima de desviación, el Estado tiene que abonar unos 200 millones de euros. Por lo tanto, si llegado el mes de noviembre se mantiene la actual inflación, deberían desembolsar la friolera de 4.800 millones de euros (2,4 puntos desde el 1% que subieron las pensiones en enero). Si en lugar de aplicar el indicador habitual, utilizan este nuevo… apenas tendrán que desembolsar 800 millones o incluso nada si el indicador, tal como está previsto, se acerca al 1%.  

¿Y esto que supondrá para los pensionistas? Que yo sepa, cuando un jubilado compra una barra de pan, un litro de gasolina o una entrada para el cine, paga el mismo precio que los demás. Y ese precio, desde el mes de septiembre, se ha visto incrementado en un 2%, un 3% e incluso un 13% con la subida de impuestos. Si la actualización de su prestación se hace sin contar esos impuestos…

Vayamos con los números: una pensión media de 950 euros al mes, tendrá una subida de 3,8 euros si se aplica el IPC-IC y éste acaba el año en el 1,4%. Si se aplicara el habitual IPC y estuviese como ahora en el 3,4%, la subida mensual sería de 22,8 euros. En un año, la diferencia subiría 227 euros. Pues esa es la cantidad que, si usted es beneficiario de una pensión del Estado, dejará de cobrar en la famosa “paga extra” que se cobra a principios de año con los atrasos del año anterior (en este caso de 2012), además de que, al no revalorizarse, las del año próximo quedarán prácticamente congeladas. Y las del siguiente… y siguiente… lo siento, pero el dinero que no le aumenten ahora, lo arrastrará para siempre.


Tal como les decía al principio, unos genios de la recaudación. Siempre y cuando, hablemos de jubilados, asalariados o funcionarios. Porque si es para reducir cargos públicos o subvenciones a partidos o sindicatos, no tienen mucha prisa precisamente.

Tiempo tienen para rectificar. Esperemos que entren en razón.