martes, 26 de septiembre de 2017

¿Cardio o pesas? Descubra lo mejor para rebajar esos kilos de más



No falla. Al acabar el verano, la báscula siempre nos da la mala noticia de que hemos engordado todo (o casi todo) lo que habíamos logrado adelgazar desde el verano anterior.
Tras unos días pasando hambre con la “dieta milagro” que nos ha aconsejado nuestra vecina del quinto y tras comprobar que, excepto unos “gramitos” al principio, no hay forma de que la báscula nos de buenas noticias, decidimos tomárnoslo en serio y pasamos a la acción: vamos a hacer ejercicio.  Pero ¿cuál es la mejor forma de perder peso? ¿Pesas o cardio? Intentamos explicarlo según los consejos de especialistas que hemos recopilado.


La mayoría de los expertos se decantan por una combinación de ambos. Por una parte, los ejercicios musculares que reporta el levantamiento de pesas provocan una quema mayor de grasa corporal. Y no sólo durante el ejercicio sino también durante la recuperación muscular, por lo que consumiremos calorías horas después de haber realizado los ejercicios.



Además, bien realizados los ejercicios, los resultados beneficiosos para el cuerpo van desde la mejora en la protección de una articulación hasta la recuperación de una lesión, además de la pérdida de calorías y la mejora de la fuerza muscular. También mejoran los niveles de glucosa en personas con diabetes, se reduce el dolor de la artrosis, se mejora la postura y aumenta nuestra autoestima, tan baja tras los meses de verano. Y no tengan miedo: utilizar regularmente las pesas no va a convertirnos en un “musculitos” hiperdesarrollado.


En cuanto a los ejercicios cardiovasculares, los más recomendados son la natación, la carrera continua, la bicicleta o las series de entrenamiento interválico (HIIT) que alternan alta y baja frecuencia cardíaca. En todos ellos, para que el ejercicio resulte eficaz, se debe mantener una intensidad de al menos el 60% de la frecuencia máxima de la persona. Los expertos aconsejan sesiones de un mínimo de 45 minutos alternando diversas intensidades.


Los ejercicios cardiovasculares mejoran la circulación sanguínea y el estado del corazón, la capacidad pulmonar, la eliminación de toxinas por el sudor, la resistencia de los tendones y es una buena alternativa al estrés ya que se liberan endorfinas. Y como lo que buscamos es eliminar grasas, después de un tiempo de actividad, el cuerpo pasará de conseguir la energía de la glucosa a los ácidos grasos.


Ya sé que es pedir mucho, sobre todo si estamos empezando, pero lo ideal para conseguir eliminar la grasa corporal es hacer una combinación de ambos entrenamientos, primero con el levantamiento de pesas y después con ejercicios cardiovasculares. Primero se aprovecha la glucosa como fuente principal de energía para luego pasar al consumo de grasa mientras corremos o nadamos. Es la mejor forma de rebajar las grasas, que es lo que perseguimos.



Pero si a usted le apetece hacerlo al revés, no hay problema. Lo más importante para rebajar esos “quilitos” es la motivación, la disciplina y las ganas de progresar. Imponiéndonos a nosotros mismos una rutina que no nos guste, conseguiremos cogerle asco al ejercicio y no lograremos nuestros objetivos.

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