miércoles, 24 de abril de 2019

La fórmula para derrotar a Pedro Sánchez en el Senado, el 1+1+1




El Senado es esa Cámara de representación popular que sólo servía para que los españoles se preguntarán para qué servía, cuánto cobraban los que ocupan sus escaños o por qué no se cerraba dada su escasa importancia en el devenir democrático español.

Pero todo cambió cuando nos enteramos de que, entre sus tareas, estaba la de poder aplicar el famoso (por Cataluña) artículo 155 de la Constitución por el que, mediante la aprobación por mayoría absoluta del Senado, se podía obligar a una autonomía a cumplir, forzosamente, sus obligaciones para proteger el interés general. A partir de ahí, la importancia de tener los suficientes votos en la Cámara Alta, es fundamental.

Este próximo domingo votaremos a nuestros representantes, pero la elección de éstos varía de cómo se hace con el Congreso. Aquí elegimos senadores y las listas no son cerradas. Si queremos, podemos votar a un representante de cada partido, aunque esto no suele ocurrir y, casi siempre, marcamos las tres cruces junto a los candidatos de un mismo partido. En esta ocasión, este gesto puede tener mucha importancia. Nos explicamos.


En la mayoría de las provincias españolas, sobre todo las más pequeñas, el voto al centro derecha será mayoritario, pero el de izquierdas estará más concentrado, acaparando el PSOE la mayoría de sus votos. Imaginen un resultado provincial de PSOE 29%, PP 23%, Cs 20%, Vox 14% y Podemos 11%. La derecha gana 57 a 40. Sin embargo, como los que reciben el escaño son los cuatro senadores con más votos de cada provincia, el resultado será PSOE 3, PP 1. Sumando todas las provincias, mayoría absoluta del PSOE en el Senado. ¿Cómo remediar esto?

Por internet corre una alternativa que puede ser factible: que los votantes de centro derecha repartan sus cruces marcando al primer candidato de PP, Cs y Vox. Si se cumple al 100%, siguiendo el ejemplo antes expuesto, estos tres candidatos recibirían el 57% del voto y saldrían elegidos. Incluso si sólo lo hiciesen el 40% de los votantes (y en algunos casos una cantidad menor), continuarían siendo elegidos los tres candidatos de derechas.


Este planteamiento no deja de ser una utopía y problemas pueden surgir por todas partes: ¿votarían los simpatizantes de Cs a un candidato de Vox? ¿Y al contrario? ¿Dirán una cosa y luego harán la contraria? ¿Los porcentajes siempre favorecerán esta posibilidad?

Evidentemente, si cada uno de estos tres partidos hubiesen retirado a los números dos y tres, el electorado lo tendría más fácil. Aunque esta iniciativa hubiese supuesto una pérdida global de votos, las matemáticas saldrían sin ninguna duda. Pero no lo han hecho y dudo mucho que ni siquiera lo propongan de palabra en los pocos días que quedan. Allá ellos con sus egos y sus políticas partidistas. Incluso hay quien opina que esta táctica es un bulo inventado por el PSOE para dividir más el voto de la derecha

Sólo queda esperar que una parte del electorado de centro derecha haga sus cálculos y elija el 1+1+1. El domingo veremos los resultados.   

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