viernes, 28 de febrero de 2020

El delirante feminismo del Ministro de Cultura español




Decía el gran crítico cinematográfico Carlos Pumares que las películas españolas eran aquellas que pagábamos dos veces los españoles: una cuando acudíamos a las taquillas del cine y la otra con las subvenciones que le pagaba el Ministerio de Cultura, que salen de nuestros impuestos vía presupuestos del estado. Posiblemente, esa sea la razón por la que hace décadas que no veo una película española en el cine y, si me apuran, tampoco en la televisión. Bueno, esa y que la gran mayoría son infumables. Pues bien, para el nuevo Ministro de Cultura, el socialista José Manuel Rodríguez Uribes, esto no es todavía suficiente.

En una rueda de prensa celebrada esta semana, el bueno del ministro ha afirmado que su ministerio estará absolutamente centrado en dotar de subvenciones a las producciones artísticas creadas por mujeres. Según Rodríguez Uribes, España se encuentra inmersa en la más terrible de las discriminaciones en el ámbito de la cultura hacia el género femenino y se tiene que corregir porque hay una “brecha inaceptable entre el ser y el debe ser”. Con estas declaraciones suponemos que ya ha entrado con pleno derecho en la primera división de los hipócritas políticos tremendistas. ¿El nuevo ministro no conoce la extensa obra de Josefina Molina, Isabel Coixet o Gracia Querejeta, por poner sólo unos ejemplos?


Para poner solución al “problema” detectado, ha anunciado una nueva Ley del Cine en la que las películas y cortometrajes dirigidos por mujeres pasarán a tener consideración de “obras difíciles” e incrementará las subvenciones a las cineastas en un 75% más que al resto de directores hombres. Otro que piensa que con el dinero de los contribuyentes se arregla todo. Aunque, quizá, lo más curioso sea que su definición de “obra difícil” no venga dada por el contenido de la producción en sí, sino por el hecho de que esté realizada por mujeres. ¿Acaso duda de su capacidad para dirigir películas?

Por cierto, el ministro añade un guiño hacia el nacionalismo y considera también como “obra difícil” aquellas películas rodadas en catalán, vasco, gallego o valenciano. Con ello, también serán beneficiarias de un aumento de la subvención del 75%, por lo que más del 80% de su producción estará financiada con dinero público. “Hay que hacer territorio con la cultura” dice el ministro. Que sea buena o que aporte un mínimo de cultura a la sociedad es lo de menos.

Si ya les parece escandaloso, lo mejor se lo dejaba para el final. Su ministerio tiene un estudio en marcha que planea transformar radicalmente las instituciones culturales españolas de mayor prestigio. ¿Cómo?  Pues con la famosa “paridad”.

A partir de ahora, las bibliotecas españolas deberán ser inclusivas y en sus estantes tienen que tener el mismo número de ejemplares escritos por mujeres que por hombres. “El comienzo del cambio será la Biblioteca Nacional”, ha aseverado el ministro. Bien por él. La selección ya no se hará en base a la relevancia del contenido del libro sino al sexo de quien lo escribe. Algún ejemplar de Cervantes, Quevedo o Miguel Hernández deberá desaparecer.


Y le faltaba una tercera pata a su desvarío: el teatro. ¿Recuerdan que en la antigüedad (la Inglaterra isabelina) los papeles femeninos en las obras de teatro los representaban hombres disfrazados? Pues ahora lo mismo, pero al revés. El ministro ha señalado que las producciones teatrales deberán tener el mismo número de actores masculinos y femeninos. ¿Qué en la obra aparecen más hombres? Pues que el autor la cambie. ¿Qué el autor es un clásico ya fallecido? Pues que lo resuciten.  

Como pueden comprobar, la paranoia feminista que nos invade no tiene límites. Aunque en este caso, me huele que estas promesas están más encaminadas hacia la propaganda que a otra cosa. El tiempo lo dirá.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Deberías de manejar para poder hablar con propiedad los datos de CIMA. Estos datos indican que a lo largo de la historia, en la actualidad, el número de directoras solo alcanza el 10%. Las mujeres estamos fuera del sistema de reparto y creo que es bueno hacer algo. Tu artículo, con todos los respetos del mundo, esconde una idea bastante poco solidaria y machista. Un saludo

Sermau dijo...

Gracias por su comentario.
No sé de donde se saca que mi comentario es poco solidario y, mucho menos, machista. Lo que estoy en contra es de que con los impuestos de todos los españoles, se haga política barata y propaganda partidista. Nada más.
A las mujeres no les hacen falta este tipo de medidas.
Saludos