Seguro que la mayoría de ustedes están hasta
el gorro de escuchar las mismas noticias día tras día: que si Grecia, Irlanda y
Portugal están intervenidos por la Comunidad Europea ; que Italia ha estado a punto
de conseguirlo; que el siguiente será España; que Francia empieza a tener
problemas; que Grecia puede salir del Euro y volver al Dracma; que si Grecia
sale del Euro, el resto de los países con problemas seguirán su camino... Ante
todo este catálogo de noticias “tranquilizadoras” muchos nos preguntamos: ¿y
qué pasa si abandonamos el euro y volvemos a la peseta? Pues parece ser que lo
vivido hasta ahora sería una anécdota comparado con la crisis que se nos
vendría encima.
Para empezar, la peseta (o como se le quiera
llamar a la nueva moneda) fluctuará con el resto de monedas europeas y
mundiales hasta alcanzar un cambio relativamente estable. Este tipo de cambio
se determina por la fortaleza y capacidad de generar riqueza de un país; en el
caso de España no hace falta ser adivinos para saber que la nueva peseta se
depreciaría (y mucho) con respecto al Euro, al dólar o al nuevo Marco alemán en
el caso de que la primera moneda desapareciera definitivamente. Traducido
significa que de golpe seríamos bastante más pobres que los ciudadanos de los
países europeos o norteamericanos más prósperos.
Esta pobreza “súbita” (se calcula que perderíamos entre un 30% y un 50% de nuestra capacidad de compra) tendría como consecuencia positiva que aumentarían nuestras exportaciones (venderíamos más barato) y los turistas inundarían nuestra geografía (les resultaría más barato venir). Ni más ni menos que lo que ocurría antes de la llegada del euro: devaluábamos la peseta y éramos más competitivos de golpe.
Sin embargo, las consecuencias negativas
serían mucho peores. Para empezar, el dinero ahorrado en el banco perdería
hasta la mitad de su valor. Los productos nacionales, posiblemente, bajarían de
precio en consonancia con la devaluación sufrida, pero a la mínima que saliésemos
al extranjero o comprásemos productos foráneos (petróleo incluido), deberíamos
pagar el doble. Y prefiero no pensar en el precio que alcanzarían nuestras
hipotecas contratadas en euros o lo que costaría devolver los préstamos
contraídos por el estado… Resumiendo: de la noche a la mañana, España sería el
doble de pobre.
Poniéndonos en el peor de los casos, ¿hay
alguna forma de proteger la capacidad de compra de nuestro dinero? Al no ser
millonarios, tenemos difícil aquello de evadir capitales a paraísos fiscales y
si nos metemos en productos financieros complejos corremos el riesgo de que el
banco nos deje con una mano delante y otra detrás. Hay otras fórmulas mucho más
sencillas y todas ellas se basan en conservar nuestra inversión en un valor que
aunque España vuelva a la peseta, como mínimo continúe valiendo lo que nos
costó.
La primera solución es la compra de cualquier
metal precioso, ya sea oro, plata, etc. o incluso atrevernos a comprar
diamantes, rubíes, esmeraldas… Todas estas compras se suelen efectuar en
dólares o, en su defecto, en euros o francos suizos. Cuando queramos venderlos
también lo haremos en esas monedas con lo que nuestra inversión (con sus
correspondientes fluctuaciones) estará asegurada. No hace falta tener un gran
capital para comprar este tipo de productos.
Otra forma de asegurar nuestro capital sería
abrir una cuenta en España en cualquier divisa potente extranjera como dólares,
francos suizos o libras esterlinas. Esta modalidad tiene el riesgo de que la
moneda en que abramos la cuenta también se deprecie, con lo que perderíamos
parte de su valor inicial.
Siguiendo con los bancos, podemos abrir una
cuenta en el extranjero en calidad de no-residente, ya sea en euros o en otra
moneda fuerte. Por ejemplo podemos depositar nuestros euros en un banco de
Alemania con lo que evitaríamos el riesgo de tipo de cambio y, en caso de que
se rompiera el euro, los nuevos marcos alemanes se cambiarían en pesetas a un
tipo de cambio favorable para nosotros.
Para hacerlo no es necesario desplazarnos al
país extranjero en cuestión para abrir la cuenta; basta acudir a una sucursal
de un banco que sea de ese país en cuestión y pedir que la cuenta que queremos
abrir esté depositada fuera de España. Puede que pongan alguna pega, pero a la
mínima que insistamos nos dirán como hacerlo. No pueden negarse ya que en la Unión Europea existe
libertad de capitales. Esta modalidad puede resultar un tanto engorrosa a la
hora de realizar transferencias o la declaración de la renta.
Si nos atrevemos, también se puede invertir
comprando acciones de compañías extranjeras. Dado que su valor no depende de lo
que ocurra en nuestro país, siempre mantendremos lo invertido. Naturalmente,
habrá que vigilar las posibles subidas y bajadas del valor.
Y ya que nos hemos decidido a comprar fuera,
si nuestro capital nos lo permite, podemos lanzarnos a comprar una propiedad en
el extranjero.
Por último, las obras de arte con un cierto
valor, suelen comprarse en dólares. Si llegado el caso tenemos que venderlas,
compradores foráneos (que pagarán también en dólares) no faltarán.
Aunque a veces pueda parecernos lo contrario,
España tiene una fortaleza económica suficiente para que no nos tengamos que
poner nerviosos todavía, pero en el caso de que se decidan a realizar alguna de
las operaciones que les hemos descrito o cualquier otra que se salga de lo
habitual, acudan siempre a asesorarse a un experto financiero independiente de
su confianza. El miedo y las prisas no son buenas consejeras.
1 comentario:
Y ya mas en detalle...
Comprar propiedades en paises con una piramide demografica sana, y en los que no hay una burbuja inmobiliria, habitualmente emergentes, pero no todos.
Mover el dinero a una divisa fuerte, yo lo hago al yen cada vez que interviene y uso otras para diversificar, como yuan, sgd, php, hkd...
Acciones? Si todo se desploma al estilo Lehman podria ser una oportunidad, siempre que pensemos que despues se va a recuperar, ya que los miedos y los panicos suelen ser por algun motivo.
Estas seguro que una cuenta en Alemania te llevaria a tener la moneda Alemana y no te dirian que como no pagas impuestos en dicho pais, nada de nada? Yo no lo tengo muy claro... Por cierto una propiedad en Alemania es algo barato y esta en un buen momento, el problema son los altos gastos de compra y la ley muy a favor del inquilino.
Oro, y demas? Pues si, si no revienta la burbuja... Comprar con ETF y poner el stop con CFDs es mi estrategia, pero me parece la opcion mas arriesgada de las anteriores.
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