Roig (Mercadona) aboga por que los trabajadores españoles imiten a los bazares chinos

Aunque a él no le gusta la idea, en los últimos años se le empieza a considerar un auténtico “gurú” empresarial y la presentación de los resultados anuales de su empresa, Mercadona, se esperan con expectación. Pero no sólo por saber sus beneficios, cada año mejores, sino por oír sus expectativas para el ejercicio entrante, sobre todo en lo que a la economía nacional se refiere.

Cuando en 2010 todos creíamos que estábamos saliendo del bache de la crisis, vino el bueno de Juan Roig a echarnos un jarro de agua fría aventurando que 2011 no sería mejor sino todo lo contrario. Aunque en un principio todo el mundo le tachó de pesimista, los resultados le dieron la razón. Cuando el año pasado predijo que 2012 sería todavía peor, los españolitos empezamos a temblar. Desgraciadamente, el señor Roig está volviendo a acertar.

¿Y cual es su previsión para el futuro? Pues que si tomamos medidas, 2013 será mejor y si no las tomamos, “nos vamos al carajo” (palabras textuales). ¿Quieren saber cuales son esas medidas? Les dejo con algunas de las “perlas” con que nos ha obsequiado el Presidente de Mercadona:

"Los trabajadores deben pensar más en los deberes que en los derechos y asumir que el éxito depende de cada uno. La cultura del esfuerzo y del trabajo tiene que desterrar a la del maná”.

“En España hay 7.000 bazares chinos y cada vez hay más porque hacen la cultura del esfuerzo que nosotros no hacemos. Siento gran admiración por esos comercios. He aprendido mucho de ellos”.

“Estoy en contra de recortar por recortar, pero hay que adoptar medidas disuasorias para frenar el derroche existente en sanidad, educación y justicia. La gente piensa que todo es gratis”.

“La decisión "molesta, impopular y arriesgada" de cobrar las bolsas de plástico que nosotros impulsamos ha supuesto al país un ahorro de 300 millones de euros, un 0,02% del Producto Interior Bruto (PIB)”.

"El nivel de vida y la productividad se van a equiparar, así que o sube la productividad del país o baja el nivel de vida".

“A la situación actual se ha llegado tras haber derrochado muchos recursos en corrupción, en economía sumergida, en subvenciones improductivas, en absentismo injustificado y por no haber desincentivado el paro".

“El sector público ha hecho inversiones faraónicas y gastos superfluos; ha gastado más de lo ingresado y lo ha cubierto con más déficit”.

"Hay que desincentivar el paro porque hay muchísimo trabajo posible. En España nadie recoge las naranjas ni las fresas, todo son extranjeros".

“Si los 47 millones de españoles tomamos medidas nos sobra dinero y si no, nos vamos al carajo".

Se puede estar de acuerdo a no con sus ideas (suponemos que al sector progresista y sindicalista de este país se le habrá atragantado la merienda) pero de lo que no cabe la menor duda es de que el señor Roig no tiene pelos en la lengua.

Pero a diferencia de los “economistas de salón” que abundan en las tertulias de los medios de comunicación de este país, Juan Roig demuestra sus teorías con hechos. Éstos son los resultados de Mercadona del año 2011: 

- Ventas: 17.831 millones de euros, un 8 % más que en 2010 y 531 millones por encima de lo previsto.

- Beneficio neto: 474 millones de euros; incremento del 19 % con respecto a 2010.

- Inversión: 600 millones de euros. 46 nuevas tiendas.

- Plantilla: 70.000 trabajadores, 6.500 más que al cierre de 2010.

- Previsión para 2012: aumento de las ventas en un 7% y del beneficio en un 3%. Inversión de 600 millones, apretura de 60 tiendas y creación de 2.000 nuevos puestos de trabajo. Posible expansión internacional hacia Italia, Francia, Portugal o Bélgica. Y todo esto inmersos en la más terrible crisis económica que se recuerda desde la guerra civil.

Cuando se le ha preguntado por su condición de “gurú” de la economía nacional, Roig ha sido tajante: "Mi padre tenía unas porcateras; yo soy hijo de porquero y mis hijas son nietas de porquero. Lo que trato cada día es de levantarme, trabajar y hacer mejor las cosas". “Me gustaría ser recordado por invitar a los ciudadanos a preguntarse '¿Qué puedo hacer yo por España?' y a que pensasen en deberes y no en derechos".

¿Qué les parece si empezamos a hacerle caso a estas personas y nos olvidamos de las tonterías con que nos obsequian los políticos a diario?

Una última cuestión: la mezquindad de cobrar las bolsas de plástico ¿le ha supuesto un ahorro de 300 millones de euros al país o a su empresa? (Ya sé, ya sé;  siempre con preguntas tontas. Nunca me abandonará la ingenuidad).