El 31 de octubre de 2008 se publicó en el BOE una normativa que, en teoría, entraba ese mismo día en vigor y que regulaba las características que debían cumplir los badenes que los ayuntamientos repartían por las ciudades a su libre albedrío. Si en un principio se colocaban para reducir la velocidad de los automóviles en zonas muy transitadas por peatones o en las inmediaciones de los colegios, al final han conseguido que no haya calle que se precie que no disponga de ellos.
Decimos que, teóricamente, la normativa entraba en vigor ese día porque en la misma, se recogía una moratoria de dos años para que los municipios pudieran modificar aquellos badenes que no cumplían las nuevas reglas. Resultaba lógico este aplazamiento ya que de la noche a la mañana, no se podía arreglar el desaguisado que habían cometido hasta entonces, pero, pasados esos dos años, ¿han hecho algo?
Como se suele decir, nuestro gozo en un pozo. Muchos nos las prometíamos felices y pensábamos que esos obstáculos rompecoches (y rompecuellos) pasarían a la historia, pero... tras los dos años de gracia, más de la mitad de ellos aun incumplen las normas.
Pero, aclaremos la nueva norma: los badenes legales deben tener más de un metro de rampa, un máximo de cuatro de longitud y una elevación de no más de 10 centímetros. También han de estar convenientemente señalizados, pintados de blanco y negro y a una distancia mínima de 150 metros entre ellos.
¿Los badenes de su localidad cumplen esta norma? Pues enhorabuena. Pocos pueden decir lo mismo; la mayoría de los conductores españoles estamos hartos de padecer badenes desmesurados que, aunque se pase por ellos a 10 Km. por hora, provocan daños importantes en los amortiguadores, el cárter y la carrocería de los coches y ¡ojo! sufrimiento cervical y lumbar en sus ocupantes. Además, la mayoría están pintados con los colores que más le gustan al señor alcalde, con una señalización deficiente (en el caso de que exista) y mal ubicados. Y no hablemos de los 150 metros de separación entre ellos que me entra la risa.
Todo esto, a partir del 1 de noviembre, va a cambiar. Y depende de todos nosotros, de todos los conductores que así ocurra. Si al pasar por uno de estos badenes ilegales, su coche sufre algún desperfecto, usted se resiente de la espalda o el cuello e, incluso, si debido al frenazo inesperado del coche que le precede, choca con él, ya puede denunciar a su Ayuntamiento. Los consistorios que incumplan la norma (según lo previsto por la ley) podrán ser denunciados y no sólo tendrán que pagar sanciones, sino que deberán indemnizar a quienes sufran un accidente por culpa de un badén irregular.
Suponemos que no tardarán (unas cuantas denuncias bastarán) en modificar los dichosos badenes.
Eso si; con badenes o sin ellos, recuerden que siempre deben circular con precaución, sobre todo en vías urbanas. No lo olviden.
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