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martes, 25 de abril de 2017

Espirulina: el alimento-milagro que tampoco nos curará



Los humanos siempre estamos buscando el alimento ideal, esa panacea que al ingerirla nos cure de todos los males que nos acechan. No hace mucho se pusieron de moda las bayas de Goji, la quinoa o la maca y algunos no dudan en comprar alimentos sin gluten o leche sin lactosa aunque no sufran ninguna intolerancia y sean mucho más caros. ¡Todo sea por la supuesta mejora de la salud! Ahora le toca el turno a la espirulina, ¿para qué sirve?

La espirulina es una cianobacteria (alga verdeazulada) de alto contenido proteínico, fuente de hierro y del grupo de vitaminas B.  Se suministra en polvo o en comprimidos y el precio por cada 100 gramos ronda los ocho euros.  

Sus defensores sostienen que puede utilizarse en tratamientos contra la obesidad, la diabetes, la anemia, la caída del cabello, el colesterol alto, las úlceras intestinales y hasta para el tratamiento de tumores precancerosos en el interior de la boca. Lo consideran el antídoto de la desnutrición global por su facilidad de cultivo y afirman que, al cubrir carencias nutricionales, quien la consume comprueba al momento que “tiene mucha más energía”.

Por supuesto, su ingesta no supone ningún peligro para las personas, siempre que no se abuse o esté en malas condiciones, pero ¿es tan milagrosa como la pintan? Pues, al parecer, no.


Según la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU, sus beneficios en el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad o en el Síndrome de Beige -como afirman los promotores de este “superalimento”- no están, ni de lejos, probados, así como tampoco lo están en los casos de fatiga, ansiedad o enfermedades cardíacas.

Pero hay quien llega más lejos, como el nutricionista y escritor Juan Revenga, quien afirma que “aunque su composición es alta en proteínas, en comparación con otros alimentos tiene lo mismo. Se puede conseguir de forma mucho más barata y con unos hábitos más saludables a largo plazo.

La misma opinión tiene el bioquímico de la Universidad Politécnica de Valencia, José Miguel Mulet: “La espirulina es el típico alimento de moda que se obtiene de una bacteria. No es mágico y todo lo que aporta se puede conseguir de otras formas. ¿Proteínas? Tiene más una pechuga de pollo. ¿Vitamina B12? Tiene, pero nuestro cuerpo no la puede asimilar. Los superalimentos no existen, es puro marketing. Hay dietas mejores o peores, pero no basta con algo individual.”


¿Cuánto durará la fiebre por la espirulina? Pues lo que tarden en cansarse las estrellas de cine (como Gwyneth Paltrow) en promocionarla y en “descubrir” otro alimento que, esta vez sí, servirá para curar todos nuestros males, presentes y futuros. Los humanos somos así: necesitamos creer promesas que son imposibles de cumplir.



martes, 18 de abril de 2017

El rescate autonómico nos cuesta el cuádruple que el de las cajas de ahorros



En el ideario popular ha calado el mensaje difundido por los partidos y medios de comunicación de la izquierda española de que el rescate bancario es el que ha arruinado a España y que si ese dinero se hubiese utilizado para ayudar a la gente que se ha empobrecido durante la crisis en nuestro país, no habría paro, ni pobreza, ni desigualdad… vamos, que estaríamos en una especie de Disneylandia a la española. Pues, lo sentimos, pero no es verdad.

Aclarar antes que nada que el famoso “rescate a los bancos” en realidad no fue tal, ya que casi el 100% del dinero prestado por el MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad) para el rescate del sistema financiero fue a parar a las, hoy casi desaparecidas, Cajas de Ahorros, unas instituciones muy queridas por nuestros políticos ya que les proporcionaban un retiro dorado tras su paso por ayuntamientos o parlamentos regionales, a la vez que les servían para financiar cualquier estúpido proyecto que se les ocurriese, sin que les recordasen que sería ruinoso para todos.

Por supuesto, no ocurría nada similar con los bancos privados, siempre pendientes de obtener beneficios con los que retribuir a sus accionistas. Es la diferencia entre lo público y lo privado…

España tenía en 2007, antes de la crisis, una deuda pública equivalente al 35,5% del PIB de ese año. Desde entonces, ha aumentado en 723.000 millones de euros, 63,8 puntos, hasta llegar al 99,4% del PIB. Traducido: necesitamos todo lo que producimos en un año para liquidar nuestra deuda, o sea, imposible pagarla.


En concreto, bajo el gobierno del PP la deuda ha crecido desde el 69,5% de finales de 2011 hasta el 99,4% actual. En el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2017 nos aclaran las causas principales de ese aumento:

- El rescate de las cajas de ahorros, tal como se puede apreciar en el cuadro adjunto, le ha supuesto a la evolución de la deuda pública  4,4 puntos porcentuales de variación en la deuda pública con respecto al PIB.

- El rescate de otros países de euro, o sea, la contribución de España al MEDE concedido a otras economías europeas en dificultades, ha supuesto 2 puntos de variación.

- El fondo de amortización del déficit eléctrico 0,8 puntos. (Ojo, parece poco en porcentaje, pero son cerca de 10.000 millones)

- El déficit primario (excluyendo los intereses de la deuda) ha incrementado el desfase en 12,9 puntos.


Y ahora viene lo bueno:

- El pago de los intereses de la deuda ha conllevado un incremento de la misma en 15,8 puntos porcentuales. Más deuda… más intereses. Y eso que últimamente, los intereses están por los suelos: ¡menos mal!

- La puesta en marcha por parte de la Administración Central de los mecanismos extraordinarios de liquidez para facilitar a las Administraciones Territoriales el acceso a financiación a un coste razonable y para facilitar el pago de las deudas con los proveedores y acabar así con ese mal endémico que es la morosidad pública, generaron un aumento de la deuda pública sobre el PIB de 16,9 puntos porcentuales. ¡Más de 170.000 millones en apenas 4 años para tapar los pufos autonómicos! No es de extrañar que algunas comunidades, como la valenciana, empiecen a “exigir” una quita de la deuda.

Si a esos 170.000 millones le sumamos la parte de los intereses que no se hubiesen generado durante los cuatro años si no se les hubiesen prestado a las autonomías, la cantidad resultante es estratosférica.

¿Quién sobraba, las cajas o las autonomías? Las primeras prácticamente ya no existen, las segundas… ¿A que no han oído a ningún político de izquierdas culpar a las autonomías de la pobreza o de la desigualdad en España?



jueves, 23 de marzo de 2017

Desokupa, un negocio floreciente gracias a los okupas y a Podemos



Seguro que muchos de ustedes leyeron ayer la noticia en algunos periódicos digitales: 

Detienen a una mujer por echar a unos okupas de su propia casa. Inmaculada Efna, propietaria de origen guineano de una vivienda en Palma de Mallorca, no pudo abrir con su llave la cerradura de su casa. Al ver que la habían cambiado, la propietaria no dudó en romperla y sustituirla por otra nueva comprada en la ferretería. Cuando, posteriormente, llegaron los okupas a la vivienda, la amenazaron con un cuchillo, lo que motivó que Inmaculada llamara a la Policía. La sorpresa llegó cuando los agentes la detuvieron a ella acusándola de un presunto delito de allanamiento de morada. De nada sirvió que les mostrara los recibos de la hipoteca que lleva pagando desde el año 2004. De momento, Inmaculada ha tenido que alquilar una habitación con sus cuatro hijos menores mientras los okupas siguen en su casa.”

Hechos como los relatados ocurren a diario en España. Los okupas, además de invadir casas o locales deshabitados, no dudan en entrar en cualquier vivienda en la que no estén, aunque sea por unas horas, sus propietarios. Amenazas, coacciones, violencia… ¿quién se atreve a desalojar a estos indeseables que no le tienen miedo a nada?


Si alguna ciudad española destaca en este penoso ranking de okupas es Barcelona. Desde que gobierna la ciudad Ada Colau (ex-okupa de un cuartel de la Guardia Civil), el índice de invasión de inmuebles ha crecido un 66%, pasando de 642 a 1.065 entre 2015 y el primer trimestre de 2016, sin duda amparados en la impunidad que preconizan desde el consistorio. Pero lo que supone la ruina para los propietarios, también es una oportunidad para aquellos que han sabido ver el negocio que surgía.

La empresa “Desokupa” fue fundada por Daniel Esteve Martínez, un ex-boxeador propietario de un lujoso gimnasio en la parte más exclusiva de la Ciudad Condal: el barrio de Sarrià-Sant Gervasi. Su trabajo consiste en disuadir a quienes ocupan edificios enteros o viviendas de forma ilegal para que los abandonen. ¿Cómo? Pues con su disuasoria presencia.

Cuando reciben un encargo (ya han desalojado 270 inmuebles), proponen un precio dependiendo de la dificultad y del valor de la propiedad a rescatar. Una vez aceptado, cobran la mitad y organizan “el operativo”. Primero, sus abogados analizan la situación legal. Luego, determinan el número de miembros del “comando” y acuden al terreno para que los okupas abandonen la propiedad que no les pertenece. En el hipotético caso de que no la quieran abandonar (la mayoría salen por piernas al verles), esperan a que abandonen la propiedad para cambiar las cerraduras y asegurar las ventanas. En la mayoría de las ocasiones, todo esto se consigue con apenas dos personas.


Los resultados de esta operativa hablan por si solos: 70 llamadas telefónicas diarias y más de 20.000 visitas mensuales a su web para un porcentaje de resolución de “conflictos” del 95% de los casos en Cataluña y del 100% fuera de esa comunidad. Porque también prestan sus servicios en la Comunidad Valenciana, Canarias, Madrid y Aragón.

¿Sus precios? Un mínimo de 4.000 euros más IVA por caso. Y teniendo en cuenta que alguno de ellos lo solucionan en apenas 8 minutos… pues a 500 euros por minuto de desalojo. Y es que cuando a la puerta de unos okupas llaman varios “negociadores” que sobrepasan el 1,90 y los 110 kilos de peso…

Les pongo un ejemplo: Un cliente tenía unos gitanos rumanos en un solar de su propiedad en Sants (barrio de Barcelona) y le pedían 20.000 euros por abandonarlo. Habían montado tres chabolas dentro del solar donde era imposible vivir; solo servía para extorsionar al dueño. Cuando fue a reclamar, le dijeron que estaban protegidos y que iniciase un expediente judicial. Puesto en contacto con la empresa, esperaron a que saliesen los gitanos rumanos y al tener un permiso de obra aprobado, entraron con una excavadora que se llevó por delante las chabolas y allanó el terreno. Luego cambiaron las cerraduras y candados y esperaron a que regresaran los okupas; les dieron 100 euros y nunca más se supo de ellos. De haber realizado todos los trámites legales habrían tardado al menos ocho meses en poderles echar.


Por supuesto, en este blog creemos que estos asuntos no se deberían solucionar de esta forma y rechazamos categóricamente cualquier tipo de violencia que este grupo de matones pseudo-mafiosos pueda ejercer, si esa es su forma de actuar que lo desconocemos. 

Pero en un país en el que la justicia parece que defienda al okupa en lugar de al propietario con procesos interminables y caros y en el que algunos ayuntamientos, como el de Barcelona, llegan a crear protocolos dirigidos a su policía local para proteger a los okupas de propietarios que pretendan desalojarlos de manera extrajudicial, que surjan estos grupos me parece inevitable. ¿O acaso usted no haría nada si tuviese que dormir debajo de un puente mientras unos okupas disfrutan (y destrozan, seguramente) su vivienda?


La propiedad privada es sagrada. A ver si se les mete de una vez en la cabeza a nuestros políticos. 

martes, 21 de marzo de 2017

Multas en Alemania a las noticias falsas en redes sociales



Si usted es aficionado a moverse por las redes sociales seguro que una de las cosas que más le molesta es comprobar que las noticias falsas, los mensajes de odio, los acosos (incluidos los infantiles) y los contenidos difamatorios ganan por goleada a los que no lo son. En ocasiones da verdadero asco leer lo que se publica. ¿Solución fácil? No entrar en las redes. Pero claro, mezclado con toda esta bazofia se encuentran noticias que si nos interesan y que no vamos a dejar de conocer por culpa de estos indeseables.


¿Cómo conseguir que esto no ocurra? Se me ocurren dos métodos: que todos los usuarios, a través de una buena educación y respeto hacia los demás, dejen de publicarlas o que sean las redes sociales las que se encarguen de eliminarlas rápidamente una vez publicadas. Evidentemente, la primera solución está un poco lejos, así que el gobierno alemán ha optado por la segunda y acaba de presentar un proyecto de ley según el cual se podrán imponer multas de hasta 50 millones de euros a las redes sociales que no eliminen contenidos difamatorios, mensajes de odio o noticias falsas.   

Eliminar rápidamente todos los contenidos “tóxicos” en las plataformas teniendo en cuenta que se publican alrededor de 1.000 millones de mensajes al día resulta bastante complicado. La solución, según el proyecto de ley, será que las redes sociales deberán ofrecer a los usuarios un proceso reconocible, accesible y disponible para registrar las quejas de los usuarios sobre contenidos delictivos. Luego, estarán obligadas a investigar todas las quejas y a eliminar o bloquear todos esos contenidos en el plazo de 24 horas. Más tarde, informarán al usuario de la decisión tomada y elaborar un informe trimestral sobre cómo el número de quejas, cómo las han gestionado y cuantos empleados se han dedicado a ello.  


Según el ministro de justicia alemán, Heiko Maas, “se eliminan pocos contenidos delictivos y sin la suficiente rapidez. No están haciendo lo suficiente para frenar las provocaciones y las calumnias; las redes no se toman en serio las quejas de sus propios usuarios”. Y las cifras le dan la razón: salvo Youtube  (Google) que ha quitado el 90% de los mensajes denunciados por los usuarios, Facebook se ha quedado en apenas el 39% y Twitter se lleva la palma habiendo eliminado sólo ¡el 1% de las denuncias!


Esta loable iniciativa tiene, como no podía ser de otra forma, un trasfondo político.  En la mente de todos están las recientes elecciones norteamericanas y los miles de engaños y mentiras que, dicen, ayudaron a ganar las elecciones a Donald Trump. Incluso se publicó la noticia falsa de que el Papa Francisco le apoyaba.  
Con unas elecciones federales en Alemania que se celebrarán a finales de este año, nadie en el partido en el poder de Ángela Merkel quiere que este tipo de noticias  puedan tener influencia en los resultados y que los extremistas de la Alternativa para Alemania (Alternative für Deutschland, AfD), partido que se opone rotundamente a la inmigración, puedan tener alguna posibilidad de triunfo.  

Y perder el poder… eso si que da miedo.



martes, 1 de diciembre de 2015

Bardem reconoce el cobro ilegal de subvenciones al cine (“taquillazo”)



“En España, el que no roba es porque no puede; a la mínima ocasión que tenga, se lo llevará”. Con esta frase lapidaria (que posiblemente podríamos ampliar al resto de la humanidad) empezaba cada una de sus "batallitas" un antiguo concejal y diputado provincial cuando se juntaba con sus amigos en el bar del patronato.  Por desgracia, ya nos ha abandonado, pero ¡cuánta razón tenía! Da igual que sea banquero, político, mecánico o profesor de idiomas: cuando a un español le ponen el sobre delante… Ya lo sé: alguien no caerá. Pero pocos. Y, sobre todo, no se fíen de los que van proclamando a los cuatro vientos su honradez y criticando la falta de ella al resto de la humanidad. ¡Esos son los peores!

El último caso es sangrante. Miguel Bardem, director, productor, actor y guionista, hijo de Juan Antonio Bardem, sobrino de Pilar Bardem y primo  de Mónica, Carlos y Javier Bardem, fue juzgado la semana pasada en Madrid, en concreto en el Juzgado de Instrucción número 40, por presuntos delitos de fraude documental y con las ayudas públicas por la solicitud (y posterior concesión, ¡faltaría más!) de subvenciones fraudulentas en varias de sus películas, entre las que se encontraría la dirigida por Gonzalo López-Gallego en 2007 “El rey de la montaña”, protagonizada por los actores Leonardo Sbaraglia y María Valverde.

Y decimos “presuntos” por costumbre, ya que la defensa de Bardem y la fiscalía provincial de Madrid ya habrían pactado con anterioridad al juicio la devolución de las subvenciones, que el productor  habría pagado. O sea, que muy “inocente” no se veía el amigo Bardem. Los del “no a la guerra”, que se rasgan las vestiduras cuando se topan con un político corrupto ¿también roban? Pues al parecer, si.

Y no es el único, ya que el Gobierno también ha requerido la devolución de las subvenciones a otras 32 películas entre 2013 y 2015. Aunque desconocemos los nombres de todas las películas, seguro que sus productoras, así como sus directores e intérpretes, son de los que reclaman mayor atención (lean subvenciones) al cine patrio y la eliminación del IVA cultural.

Este fraude existe desde hace muchos años, o mejor dicho, desde que se conceden subvenciones a las películas dependiendo del número de espectadores que acuden a las salas comerciales a verlas. En un principio, algunos productores compraban todas las butacas de las salas donde se exhibía su película para alcanzar un cupo de asistentes y así poder obtener las subvenciones del Ministerio de Cultura. Y les salía a cuenta, ya que la subvención era muy superior al precio pagado por las entradas. Y es que las ayudas pueden llegar a alcanzar los 1,5 millones de euros actualmente.


La trampa se ha sofisticado con el tiempo y ahora también participan las exhibidoras de películas, convirtiendo salas completamente vacías en cines llenos a rebosar. Ante las sospechas de irregularidades, los inspectores de Cultura comenzaron a investigar con detalle y los resultados fueron espectaculares. El caso más divertido se dio en la proyección de la película “De mayor quiero ser soldado”, de Christian Molina, coproducida por Canónigo Films, en la que solo había un espectador: el inspector de Cultura. Ante el “éxito” de la convocatoria, se excusaron con que “había un problema técnico” y no proyectaron el film. La sorpresa llegó la semana siguiente cuando el inspector comprobó los datos de asistencia declarados por la sala y en ellos aparecían nada menos que 117 personas. Y 94 más en la siguiente sesión.

También es sonado el caso de una película exhibida en los multicines Mirasierra de Madrid en donde se declararon 1.657 espectadores durante una semana mientras los inspectores no llegaron a contabilizar ni siquiera 20.


Con esto de las subvenciones le tengo que volver a dar la razón al concejal del que les hablaba al principio. Su frase preferida cuando llegaba algún solicitante a pedir una ayuda para una causa ruinosa (ya fuese un espectáculo cultural, deportivo, etc.) era: “Lo que no deja (dinero), se deja (abandona)”. Si una película no recauda en taquilla lo que le ha costado al productor,  que se dediquen él y su director a otra cosa. Por mucha cultura que sea, los españoles no tenemos porque pagar los fracasos (y chanchullos) de los demás.


Para el gobierno que salga de las urnas el próximo 20 de diciembre, le pediría que ayude a los pobres (a los de verdad) y que elimine subvenciones y ayudas varias, ya sean al cine o a lo que sea. De un plumazo se habrá cargado la mitad de la corrupción que asola nuestro país.    


lunes, 26 de octubre de 2015

¿Simpatiza con la PAH? ¡Cuidado! Sepa como las gastan…



La tremenda crisis económica que nos ha tocado sufrir trajo consigo uno de los dramas económicos más grandes que puede sufrir una familia: el desahucio de su hogar por no poder satisfacer los pagos de la hipoteca. Fueron muchos los que se embarcaron en la aventura de estrenar un hogar que, por diversas circunstancias, quedó fuera de sus posibilidades económicas y acabó con un traumático desahucio y el endeudamiento de por vida al no aceptar los bancos la dación en pago de la vivienda a cambio de la deuda.

Para ayudar a estas personas surgió la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Este colectivo, que lanzó a la fama a la hoy alcaldesa de Barcelona Ada Colau, centró todos sus esfuerzos en evitar estos desahucios y, en algunas ocasiones, llegó a conseguirlo. Sin embargo, y aunque los problemas con las hipotecas continúan igual como antes,  parece que se aburren, han decidido dar un paso al frente y ahora centran sus esfuerzos en favorecer la “Okupación”.


Como lo leen, la PAH ha creado el portal  La Sareb es nuestra, una página web en la que informan de cuáles son las viviendas vacías (con mapa para localizarlas fácilmente) que posee el “banco malo”. Y, por si esto no acabase de aclarar sus intenciones, ha elaborado una guía práctica para “okupar” viviendas con éxito llamada “manual de obra social”.
Les dejamos un resumen para que comprueben cómo una asociación que, en un principio, parecía seria, pueda elaborar un manual que incite a actuar contra la ley.

Fase 1: Trabajo previo a la recuperación.

Se realizará por un grupo reducido con experiencia y de confianza. En las reuniones no hablaremos del lugar elegido ni información demasiado concreta. Desconectaremos los móviles y no diremos nada por faceboolk, whatsapp, etc. Cuanta menos información se comparta, más garantías habrá de que salga bien el día de la acción.

¿Necesitamos muchos pisos? ¿En alguna zona concreta? Buscaremos bloques de obra nueva que sean propiedad de entidades financieras y que estén vacíos. Tiene más aceptación social “okupar” bloques que llevan unos años vacíos y que estén en barrios populares.

Hay que asegurarse de que están vacíos comprobando si hay “vida” en algún piso: objetos en los balcones, luz por las noches, propaganda acumulada, etc.

Antes de la fecha seleccionada hay que decidir quien se autoinculpa. Esta persona nos servirá para asistir a los procesos judiciales y tener acceso a toda la información: posibles fechas de desalojo, etc.


Fase 2: Día de la ocupación. Existen 2 formas de entrar en el bloque.

- Okupar al final de una manifestación pública. Así, a plena luz del día y de forma masiva las Fuerzas de Seguridad no intentarán abortar la acción y superaremos los momentos más críticos.

- Okupar de forma invisible. Si un grupo consigue entrar, nos ahorramos que puedan ser identificados.

En ambos casos hay que reivindicar bien la acción para que no sea catalogada como robo, colgando en la puerta una advertencia legal sobre el uso abusivo del “delito flagrante” y la vulneración de la inviolabilidad del domicilio por particulares o policía. También se repartirán cientos de cartas dirigidas a los vecinos de la zona para que entiendan los motivos de la actuación para generar simpatía. Asimismo, avisaremos mediante correo electrónico a la prensa justo antes de entrar para que las cámaras lleguen antes que la policía. Luego, se les entregará solamente el DNI de la persona que se autoinculpará y evitaremos decir nombres o apellidos en su presencia.

Fase 3: Días posteriores.

Habrá que ponerse en contacto con la entidad financiera para pactar el pago de un alquiler social a la entidad, que nunca supere el 30% de los ingresos familiares. Lógicamente, si la familia no tiene ningún ingreso, el alquiler social es de cero euros al mes. Abriremos una cuenta en el banco para ingresar cada mes la cantidad correspondiente. Recomendamos que en el primer ingreso acudan los medios de comunicación para dar fe de la entrega.

Las familias se deberán empadronar en el inmueble y enviaremos una carta al ayuntamiento para que no se muestre beligerante con la acción emprendida.

Al tratarse de un edificio “recuperado”, las compañías no nos proporcionarán suministros. Nosotros mismos tendremos que piratear el agua y la electricidad del suministro general. Esto es una actividad ilegal, así que hay que ser precavidos actuando de noche y vigilando para que no haya presencia policial. En las PAH siempre hay personas con los conocimientos técnicos adecuados para llevar a cabo estas acciones.


Como ven, nada queda al azar y difícilmente les saldrá mal. Los pisos de la SAREB ya están adjudicados. Pensarán que los bancos se lo tienen merecido tras haber exprimido a los hipotecados y haber recibido ayudas estatales. No caigan en el error; la PAH ha pasado de ayudar (a su manera) a los desahuciados a incitar a la desobediencia civil y a atentar contra la propiedad privada
Vivir gratis es muy goloso y pronto no tendrán suficiente con los pisos de la SAREB. Pasarán a los pisos vacíos de particulares y luego “expropiarán” los ya ocupados por sus inquilinos. Denles tiempo.

Y mientras tanto, la Carmena, la Colau y otros, dándoles alas.    


viernes, 11 de septiembre de 2015

#ReduzcamosGastoPublicoYa triunfa en las redes



La deuda pública española aumentó en 6.600 millones de euros en el segundo trimestre de este año y alcanza la nada despreciable cifra de 1,05 billones de euros (si, con B). ¿Cómo es posible a pesar de que la macroeconomía va mucho mejor, de los recortes y de las subidas de impuestos acumuladas en los últimos cuatro años?  La respuesta es sencilla: el sector público español todavía gasta muchísimo más de lo que debería.


Para dar a conocer todos estos despilfarros de las administraciones públicas y con el objetivo de concienciar a la ciudadanía de que por este camino es imposible seguir, nació en Asturias El Club de losViernes, formado por un grupo economistas, abogados, catedráticos de universidad y por todo aquel que se quiera unir.

Y para que su labor logre la máxima audiencia, han creado últimamente varios hashtag en Twitter con los que están logrando una gran popularidad. No hace mucho consiguieron ser Trending Topic con #ELSocialismoEsPobreza y ahora han vuelto a las primeras posiciones con el hashtag #ReduzcamosGastoPublicoYa


Les resumo lo que predican por si quieren secundar la etiqueta:

-“Damos la voz de alarma a la situación de ahondamiento de la crisis a la que España, dónde la deuda pública equivale ya al 100% de PIB, tendrá que enfrentarse irremediablemente si nadie le pone freno".

-"Un Estado ineficiente como el español, no puede permitirse excesos, desdoblamiento de competencias y duplicidades estructurales, cargándolo todo sobre las espaldas de millones de españoles condenados a formar parte sine die de las listas del paro",

-“Sólo bajando impuestos, garantizando la libertad económica y reduciendo la deuda pública se darán en España las condiciones idóneas para generar trabajo”.


Les propongo una pequeña reflexión. En los mejores años económicos de la pasada década, el Estado español llegó a tener un superávit que se acercó  incluso al 1% del PIB. Imaginen que esa época de bonanza volviese. ¿Cuántos años económicamente maravillosos necesitaríamos para que el Estado devolviese todo lo que debe? Efectivamente, nuestros tataranietos aun estarían pagando los desmanes actuales. Y no liquidarían en su totalidad la deuda. Ni de lejos.


Les recomiendo que visiten la página web así como la cuenta de Twitter de este club donde podrán encontrar interesantes artículos de opinión y claros ejemplos de cómo se “evapora” el dinero de nuestros impuestos. 



martes, 28 de julio de 2015

Las trampas que utilizan los bancos para no perder con las clausulas suelo



Parecía que tras la sentencia del Tribunal Supremo de 25 de marzo de 2015 la pesadilla de las “clausulas suelo” de millones de hipotecados españoles había terminado por fin. Pero parece que a este “robo bancario autorizado” aún le queda mucha cuerda.

Según alerta la web Denunciascolectivas.com., los bancos están siendo más flexibles que nunca en este asunto porque tras dictar doctrina el Tribunal Supremo, ganar una demanda contra la aplicación de las clausulas suelo es más fácil que nunca y la nulidad y la retroactividad desde mayo de 2013 está garantizada si se demuestra la falta de transparencia a la hora de la firma de la hipoteca, algo que se ha producido en la práctica totalidad de las contrataciones. En los últimos meses, los acuerdos entre bancos e hipotecados se han multiplicado y se han mejorado las condiciones en general. Pero, ¡cuidado!, en realidad, siguen siendo tan engañosos como antes. Nos explicamos.


Estos acuerdos entre hipotecados y bancos son, generalmente, de dos tipos. En el primero, el banco ofrece rebajar o quitar la cláusula suelo a cambio de firmar un contrato entre las dos partes. Una vez firmado, el afectado pierde toda oportunidad de reclamar en el futuro el dinero que ha pagado de más por culpa de la cláusula suelo. ¡Adiós posible retroactividad!

El segundo tipo es el que más se está generalizando. El banco, simplemente, deja de aplicar unilateralmente la cláusula suelo. El hipotecado confía en que su pesadilla ha acabado y que ni siquiera tiene que pasar por un juzgado, pero la realidad es que lo único que hace el banco es dejar de pasar la parte correspondiente a esta cláusula en el recibo y eso no supone el reconocimiento expreso de la nulidad de la cláusula suelo. Pasado un tiempo, y si las circunstancias cambiasen, las entidades podrían volver a cobrarla e incluso reclamar el dinero no cobrado durante el tiempo en que han suspendido la cláusula. El banco nunca da por escrito a su cliente la admisión de la nulidad de dicha cláusula ni modifica las escrituras de la hipoteca. Al igual que en el anterior tipo, el cliente, al aceptarlo aunque sea por omisión, renuncia a la posibilidad de reclamar la retroactividad aunque no firme ningún documento.    

Y existe el caso extremo en el que el banco pone como condición  la contratación de otro producto para no perder ingresos, algo que podría suponer un delito de extorsión tal como viene tipificado en el artículo 243 del Código Penal.


Desde la web Denunciascolectivas.com recomiendan que cualquier oferta del banco sobre este tema se solicite por escrito y, sabiendo que los departamentos legales de las entidades instruyen a sus departamentos comerciales para evitar dejar constancia fehaciente de sus ofertas, es preferible grabar la conversación que se tenga con el  interlocutor del banco.

Si ustedes  forman parte del grupo de sufridos hipotecados afectados por la cláusula suelo, tengan en cuenta que tras la sentencia del Supremo dictando doctrina sobre el tema, se puede, no solo reclamar con todas las garantías para conseguir la devolución de los intereses pagados de más desde el 9 de mayo de 2013, sino también que el banco corre con los gastos del procedimiento tras la más que previsible condena por costas.No se amilanen ante la palabrería del director de su oficina y reclamen todo lo necesario para que el proceso llegue hasta el final.


Nunca deberían haberles permitido cobrar esas abusivas cláusulas. Una vez denunciados, los bancos deberían haber devuelto hasta el último céntimo cobrado desde el primer día que las aplicaron y no desde 2013 como les obligan ahora. Consigamos que, por lo menos, no continúen saliéndose con la suya.   


martes, 19 de mayo de 2015

Porqué votaré a “Escaños en blanco” el 24M



Si las encuestas preelectorales aciertan (aunque, sinceramente, lo dudo mucho), las elecciones de este próximo domingo, 24M, tendrán el resultado más fraccionado de la reciente historia de la democracia española. Las mayorías absolutas prácticamente desaparecerán de la geografía patria y creo que nos vamos a reír con los pactos que se alcanzarán para lograr la gobernabilidad de algunos municipios y comunidades. Eso si no se tienen que repetir algunas tras pasarse varios meses intentando alcanzar acuerdos que difícilmente se lograrán.

Y en medio de todo este desbarajuste, existe un partido que sube como la espuma, aunque creo que le ha faltado tiempo para darse a conocer a la mayoría de la población. No hablo de Ciudadanos o Podemos, partidos de reciente creación, sino de otro con un nombre, cuanto menos, curioso: “Escaños en Blanco”. ¿Quiénes son?

Escaños en Blanco se fundó el año 2010 en Cataluña y su máximo órgano de representación del partido es la Asamblea general, formada por el conjunto de afiliados. El consejo Ejecutivo se encarga de la gestión y además hay asambleas territoriales y un Consejo territorial  que se encarga de elegir las candidaturas municipales y autonómicas. Las candidaturas a las Generales y Europeas las elige la Asamblea General.

Ya tienen tres concejalías; dos en Foixá (Gerona) y una en Gironella (Barcelona) que, consecuentemente, están vacías. Las últimas encuestas les otorgan un escaño en el parlamento aragonés. Lo malo es que no se presentan en toda España, aunque tienen candidaturas en las principales ciudades; Madrid, Barcelona, Sevilla…  

¿Y en qué se diferencia de cualquier otro partido político? En su programa electoral que consta de un único punto: “No tomaremos posesión del cargo”. Lo explican del siguiente modo:
“Nuestros candidatos, si resultan elegidos, no adquirirán la condición plena de diputado o concejal. Al no ejercer como tales, no tendrán derecho a ningún tipo de remuneración económica en forma de sueldo, dietas o complementos.
Asimismo, el partido Escaños en Blanco ni solicitará ni aceptará subvenciones públicas, en particular las adjudicables por escaños, votos o envío de propaganda electoral.”

¿A que ya les empieza a gustar? Pues seguimos. La formación pretende mostrar y canalizar el descontento de la ciudadanía de forma eficaz y se presenta como una forma de utilizar los votos de la población para expulsar políticos de las instituciones.


Somos muchos los españoles que estamos hartos de la clase política que nos ha tocado padecer. 
Personalmente, el PP me ha defraudado durante los últimos años. Ya sabemos que la papeleta heredada obligaba a realizar muchos sacrificios (a los españoles, claro), pero su desastrosa política de comunicación y el incumplimiento de buena parte de su programa electoral (no en temas económicos, que conste) ha hecho que muchos de sus votantes le hayan dado la espalda. Por no hablar de los casos de corrupción, ¡qué desastre!, pero esta lacra es común a cualquier partido que toque poder. Y algunos, incluso sin llegar a tocarlo.

Las siglas PSOE me dan repelús. Nos abocaron a la peor crisis económica de la historia española (por no recordar la de mediados de los noventa), empobreciendo a un país rico con medidas populistas, tonterías igualitarias y mastodónticas administraciones derrochadoras. Por mucho que busque entre sus candidatos no encuentro a ninguno que me inspire la más mínima confianza.

Lo de Izquierda Unida (o como se llame en cada sitio) se veía venir desde hace tiempo. Ideas trasnochadas de principios del siglo pasado, pronto o tarde, acaban cansando hasta a los más convencidos votantes. Oigan a Cayo Lara durante cinco minutos y sabrán de lo que hablo. Puede que sean sus últimas elecciones.

UPyD, formación que prometía hace un par de años, no ha sabido adaptarse a las circunstancias ni leer el panorama político que se avecinaba y tiene todas las papeletas para que, al igual que IU, éstas sean sus últimas elecciones.

Podemos parece ser la solución para todos los desencantados de la política actual. Votar a un partido que promete cosas que sabe que no va a poder cumplir me parece estúpido y muy peligroso.

Ciudadanos tiene buena pinta aunque me da miedo que nos gobierne un partido del que solo conocemos a su líder. ¿Quién hay además de Rivera? Están demasiado verdes para otorgarles mi confianza. Quizá, si continúan haciendo las cosas medianamente bien, en próximas elecciones…

Y de “aventuritas” separatistas no quiero ni oír hablar.

¿Voto en blanco? ¡Ni pensarlo! Nuestra perversa Ley Electoral discrimina los votos en blanco o nulos en favor de los partidos mayoritarios.

La única forma que encuentro para castigar a los políticos españoles es dándoles donde más duele: en su bolsillo. Políticos expulsados de las instituciones; escaños vacíos. Sólo así conseguiremos que espabilen y nos escuchen.

Por todo esto, mi voto irá para “Escaños en Blanco”





martes, 5 de mayo de 2015

Pago 184 días anuales en impuestos… ¡y Podemos me los quiere subir!



Pronto, demasiado para mi gusto, suena el despertador. Funciona a pilas porque no me fío que un repentino corte de luz nos fastidie el día a toda la familia. Pues bien, desde ese mismo momento, estoy pagando impuestos. En este caso, el impuesto sobre el reciclaje de pilas

Antes de poner un pié en el suelo enciendo la luz y empiezan a cascarme el impuesto eléctrico que financia a las comunidades autónomas, el de generación y el de la distribución de la electricidad. Por supuesto, cuando aprieto el botoncito de la cafetera ocurre lo mismo, igual que con la tostadora del pan. Abro la ducha y desde ese mismo instante pago el impuesto especial sobre hidrocarburos (mi caldera funciona a gas) además de los impuestos especiales sobre depuración y contaminación de las aguas. Llego justo a la cocina para comer una de esas “maravillosas” magdalenas envasadas y tras zampármela de un bocado, tiro el envoltorio a la papelera. ¡Impuesto nuevo! La tasa de recogida de basuras.   

Llego al garaje (IBI sobre la plaza de aparcamiento), subo la cuesta y salgo a la calle donde me toca pagar un vado (tasas por entradas y salidas de vehículos) para que casi nunca me bloqueen el paso. Continúo pagando el impuesto de vehículos de tracción mecánica, el impuesto sobre hidrocarburos cuando le pongo gasolina, el impuesto de primas de seguro porque me obligan a tenerlo asegurado y el impuesto de circulación porque, al parecer, las ruedas de mi coche destrozan el asfalto.

Por el mero hecho de “disfrutar” trabajando, me retienen una quinta parte de mi sueldo (IRPF), aparte de las cuotas a la Seguridad Social (impuesto porque no son voluntarias; me imponen pagarlas) y siempre con la amenaza de que me la van a aumentar.


Durante todo el día habré fumado 4 o 5 cigarrillos (80% de lo que cuestan se va en impuestos; impuesto sobre las labores del tabaco entre ellos) y al salir del trabajo nos metemos en un bar un par de compañeros para tomarnos una cerveza (impuesto sobre el alcohol y bebidas derivadas).

Y todo el día, ¡todo el santo día! pagando el dichoso IVA por todo lo que se consume o se compra, ya sean productos básicos en el supermercado, el periódico, los zapatos, la ropa del bebe o el croissant de la panadería. Incluso lo pago una vez añadidos todos los impuestos que he mencionado antes. Porque, ¡qué cara tienen!, los impuestos también pagan IVA.

Cuando llego a casa (IBI de la vivienda), continúo pagando impuestos cuando ceno, cuando veo la televisión y cuando consulto mi correo electrónico. Incluso cuando, agotado, caigo en brazos de Morfeo, pago impuestos, porque ¿alguien apaga la nevera cuando se va a dormir?

Y que conste que me he dejado muchos, muchísimos impuestos.

Todo esto se traduce en que el Estado me confisca anualmente todo lo que gano durante 184 días a base de impuestos. ¡Y en la edad media se quejaban de los diezmos!  Hasta el día 3 o 4 de julio solo trabajo para ellos. ¿Por qué? Pues porque nos hacen creer que no sabemos administrar nuestro dinero y que necesitamos un “padre” que asuma las responsabilidades que cada uno debería asumir individualmente. Un padre que nos proporcione educación gratuita (con los temarios que ellos imponen), una sanidad universal (y costosísima) y una subvención de vez en cuando en forma de becas para nuestros hijos, ayudas para la compra de vehículos nuevos o descuentos a la hora de adquirir esa prótesis que nos ayudará a caminar. Unas contraprestaciones ínfimas que podría pagar tranquilamente de mi bolsillo si no me lo hubiesen vaciado antes. Es la labor del político: recaudar todo lo que se pueda para comprar votos con subvenciones, obras innecesarias y puestos de trabajo para los amiguetes y quedarse con lo que sobre.   

Pues, al parecer, todavía hay quien cree que me puede exprimir más. Bajo el rimbombante título de “Propuesta de programa económico: la reforma fiscal que España necesita” el círculo 3E de Podemos ha publicado sus propuestas en materia tributaria para el partido. Lo que será, tal como admiten desde la dirección (ahora ya sin Monedero) de Podemos, la base de sus medidas económicas; el borrador sobre el que el partido de Pablo Iglesias elaborará su programa oficial. Échense a temblar porque lo que han hecho hasta ahora PSOE y PP con nuestros impuestos era una broma.


Como espero que nunca las puedan poner en marcha y no quiero aburrirles, se las resumiré. Si alguien siente curiosidad por conocerlas en detalle, supongo que estará en su web.

- IRPF: aplicación de un tipo impositivo único del 49,5% sobre las rentas, cuya progresividad se realizaría a través de la Renta Básica (7.500 euros por adulto y 2.250 por menor) o con un esquema con muchos más tramos que ahora con un objetivo de recaudación equivalente a ese 49,5%. Sea como fuere, pagaríamos más, mucho más.

- Ahorro: todas las rentas estarán sometidas a una sola tarifa general. ¿Cuál? Pues el 49,5%.

- Deducciones y reducciones: todas fuera. Fuera la compensación entre rendimientos del trabajo y capital mobiliario; fuera la desgravación por gastos fiscales; fuera las reducciones en la base por planes de pensiones y rendimientos del trabajo y fuera las deducciones por vivienda.

- Sociedades: eliminar todos los beneficios fiscales (deducciones y bonificaciones) y un único tipo del 35%.

- IVA: superreducido al 5% y general al 22% (cultura incluido).

- Cotizaciones sociales: eliminar el tope de la base máxima de cotización sin tocar la pensión máxima. Es decir, cotizar hasta el infinito sin cobrar más en la jubilación. También se proponen acabar con loe regímenes especiales y las bonificaciones sociales a la contratación. 

- Reinstaurar Patrimonio, Sucesiones y Donaciones: aumentar sus gravámenes y extender su aplicación a todas las CCAA. Además, pretenden que todos los que declaramos IRPF paguemos también Patrimonio todos los años. 


- Impuestos especiales y ecológicos: aumentar la fiscalidad sobre el tabaco y el alcohol. Subir los impuestos sobre los hidrocarburos y el carbón. Aumentar el impuesto de matriculación y el de circulación. Aplicar tasas por el uso de determinadas infraestructuras e impuestos por circular en ciertas ciudades.

- IBI: modularlo en función del certificado energético del edificio ( menos de un 5% de las viviendas lo poseen en la actualidad) e imponer un recargo especial a las viviendas vacías. Crear un nuevo impuesto por “ocupación” que pagaría el arrendatario o el dueño de la vivienda.

- Impuestos municipales: aumentar el de vehículos, plusvalías, actividades económicas, permisos de obra, tasas…

Como decía aquel discapacitado al que se le rompieron los frenos de su silla de ruedas por las calles empinadas de Lourdes: “Madrecita, que me quede como estoy”.