“Quien mal anda, mal acaba”, dice el sabio
refranero español. Como de costumbre, no se equivoca. Grecia está completamente
quebrada. Ya ha incumplido el pago de su deuda; se niega a realizar los
durísimos ajustes que le imponen desde la UE para seguir prestándole dinero y
su salida del euro parece inminente. El posterior empobrecimiento del país va a
ser inevitable.
¿Cómo han llegado a esta
situación? No ha sido por castigo divino precisamente. Los griegos lo han
buscado y, al final, lo han encontrado. Les dejamos algunos ejemplos de ello:
- El ministro de Agricultura creó una
unidad no contabilizada que daba empleo a doscientas setenta personas para
digitalizar las fotografías de las tierras públicas griegas. El problema fue que
ninguna de las doscientas setenta personas tenía experiencia alguna en el campo
de la fotografía digital. Sus profesiones eran otras: carteros, peluqueros,
agricultores, gente del partido...
- El sistema de enseñanza pública es
escenario de una pasmosa ineficiencia: uno de los sistemas peor valorados de
Europa y que tiene ¡cuatro veces más profesores por alumno que Finlandia! Los
griegos que mandan a sus hijos a las escuelas públicas sencillamente dan por
sentado que tendrán que contratar profesores particulares para que aprendan
algo.
- Los Ferrocarriles Nacionales tienen unos
ingresos anuales de cien millones de euros frente a unos gastos, también
anuales, en personal de cuatrocientos millones y trescientos millones de euros
en otros gastos. El empleado medio de los ferrocarriles estatales gana ¡sesenta
y cinco mil euros al año! Hace dos décadas, un próspero empresario llamado
Stefanos Manos (después ministro de Finanzas), señaló que sería más barato
meter a todos los pasajeros de los ferrocarriles griegos en taxis. A día de
hoy, sigue siendo verdad.»
- El sistema sanitario público griego
invierte en suministros mucho más que la media europea. ¿Son más proclives los
griegos a caer enfermos? Según los estudios, no. Quizá influya el que
enfermeras y médicos salgan de los hospitales con los brazos cargados de
toallas de papel, pañales y cualquier otra cosa que puedan sacar de los
armarios de los suministros.
- En Grecia, los bancos no hundieron al
país; fue el país quien hundió a los bancos. Hasta treinta mil millones fueron
prestados... y nunca más se supo de ellos.
- Grecia es el único país europeo que no
tiene ningún Registro Nacional de la Propiedad. Sin saber donde ha comprado un
individuo un terreno, la dirección de éste y a quien, Hacienda tiene muy difícil
cuadrar los datos. Como mucho, existen libros escritos a mano muy difíciles de
descifrar. Difícilmente se podrán cobrar impuestos de algo que no se sabe que
existe.
- Después de treinta años muertos, muchos
griegos continúan cobrando su pensión de jubilación.
- Grecia tiene el porcentaje más alto de
trabajadores por cuenta propia de Europa. No hay nada más fácil para engañar a
Hacienda que ser autónomo.
- “El déficit previsto inicialmente en
siete mil millones de euros se transformó, finalmente, en más de treinta mil”
Tan pronto el nuevo ministro de Finanzas tuvo la cifra, se fue a la reunión
mensual de ministros de economía de la UE. "Cuando les comenté la cifra se
oyeron gritos ahogados de sorpresa. Me entraron ganas de decirles que ellos deberían haberse fijado en que los números de
los presupuestos cuando se presentaron, no cuadraban. Pero
el problema era que yo estaba sentado detrás de un letrero que decía 'Grecia' y
no de uno que dijera 'El nuevo gobierno de Grecia'”. Como pueden adivinar, esta
anécdota ocurrió hace cuatro años. Ahora, este “nuevo ministro de Finanzas” ha
finalizado su mandato y el país está mucho peor.
Supongo que debe haber miles y miles de
casos como estos que han llevado al país heleno a esta situación tan
desesperada. Esperemos que por el bien de todos, puedan salvar esta situación o
que, al menos, su quiebra no nos arrastre a los demás. Por cierto, y salvando
las distancias, ¿no encuentran ciertos paralelismos con algunas “costumbres”
españolas?
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