No. No me he vuelto loco aunque debo reconocer que he jugado un poco con las palabras del título de este post. Realmente no es que el gobierno de Mariano Rajoy, el de su comunidad autónoma o el de su ayuntamiento hayan decidido gastar menos y perdonarnos los impuestos a partir de ahora, sino que mañana, 4 de mayo, usted ya habrá trabajado lo suficiente como para poder pagar todo lo que nos exige el fisco a lo largo del año y a partir de ese momento, empezará a ganar dinero para satisfacer sus necesidades y caprichos. Nos explicamos.
Según el informe presentado este jueves por el think tank Civismo,
mañana viernes, 4 de mayo se cumplirá el Día de la Liberación Fiscal
en España. Es decir, ya habrán pasado los 124 días que un contribuyente medio
necesita para cumplir con todas las obligaciones tributarias. Lo han leído
bien: desde el 1 de enero ustedes han estado trabajando, única y
exclusivamente, para pagar impuestos.
Vamos con los números: un trabajador con un sueldo medio de
24.400 euros brutos destina 54 días a pagar el IRPF, 27 al IVA, 23 a la Seguridad Social ,
13 a los
impuestos especiales y 7 a
otros impuestos. En total, hablamos de 124 días y 8.261 euros para cumplir con
el fisco, tras lo que el trabajador se quedaría con el 66% de su sueldo.
Ahora bien, estos no son los únicos impuestos que pagamos ya
que nuestra empresa se encarga de cotizar a la Seguridad Social
el 29,9% de nuestro sueldo bruto. Siguiendo el ejemplo anterior, la empresa
para la que trabaja este empleado pagaría 7.296 euros más al fisco. Si en lugar
de pagarlos el empleador lo hiciese el trabajador, éste vería su salario
aumentado hasta los 31.696 euros brutos, pero sus obligaciones con el Fisco
crecerían hasta los 179 días de trabajo y los 15.557 euros. O sea, hasta
bien entrado el mes de junio. No es difícil llegar a la conclusión de que la
presión fiscal en nuestro país hace tiempo que se ha vuelto insoportable, con
un gravamen medio del 40% del salario de los trabajadores.
El presidente de la institución, Julio Pomés, ha explicado
que publicar un estudio así persigue tres grandes objetivos: "Que los
políticos sean responsables a la hora de gastar el dinero público, que cada
contribuyente sea consciente de lo que le cuesta el Estado del Bienestar y que
se conozcan las diferencias de la presión fiscal entre las diferentes
Comunidades Autónomas". Porque encima no todos pagamos igual: un contribuyente
del País Vasco o Navarra termina de pagar sus impuestos los días 29 y 30 de
abril, respectivamente y, en cambio uno de Cataluña lo hace el 8 de mayo.
Si quiere saber qué día se libera, fiscalmente hablando,
puede hacerlo consultando la "calculadora
de impuestos" que Civismo ha
habilitado en su página web. Bastará con responder a diez sencillas preguntas
para que esta herramienta nos diga cuántos días del año dedicamos a trabajar
para el Estado.
La rueda de prensa posterior a la presentación nos dejó
algunas “perlas” como la afirmación que hacía el secretario de Civismo, Pedro
Schwartz, señalando que Mariano Rajoy "sí tiene otra opción que subir los
impuestos". El economista recordó que "sólo el 19% del gasto de las
Administraciones Públicas es una adición al PIB; el 23% restante, hasta
completar el 44% del PIB, al que equivale el gasto público total, consiste en
tomar dinero de unos bolsillos para meterlo en otros".
Por su parte, el vicepresidente de Civismo, Carlos Espinosa
de los Monteros, subrayó que, "si el Estado fuese bien
nacido, sería agradecido... Y, por lo tanto, haría mañana un homenaje a los
contribuyentes que han dedicado toda esa renta que compone el gasto
público". El reconocido empresario subrayó que muchos españoles están
descubriendo poco a poco que "el gratis total no existe", y que esas
"prestaciones universales y gratuitas" que prometen los dirigentes
políticos no son, en muchos casos, económicamente factibles. "Los
gobiernos sucesivos prometen una y otra cosa, pero debemos recordar que esas
promesas siempre las pagamos nosotros. Cada vez más contribuyentes españoles
creen que tenemos un Estado demasiado grande". Y a modo de anécdota,
recordó que durante una visita a España, el Nobel de Economía, Milton Friedman,
le sugirió que la presión fiscal jamás debería superar el 10%.
No puedo estar más de acuerdo con todo lo expresado por
estos señores. Pagando un 40% de nuestros salarios, el Estado tiene un déficit
del 8,5% del PIB, o lo que es lo mismo, unos 85.000 millones de euros y una deuda
del 70% del PIB (más de 700.000 millones) ¡Y todavía salen progresistas y
sindicalistas a pedir que se aumente el gasto público! ¿No sería mejor pagar la
mitad de lo que pagamos y abonar esos servicios “gratuitos y universales”
cuando los necesitemos? Claro que entonces, ¿de qué vivirían nuestros
políticos?
Por cierto, los señores feudales cobraban a sus súbditos los
famosos diezmos y todos les tachaban de déspotas por hacerlo. Ahora pagamos
cuatro veces más; ¿Cómo podríamos llamar a estos “chupasangres”? Acepto
sugerencias.
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