Dicen que los
españoles tenemos una escasa cultura financiera y que si esto no hubiese sido
así, quizás esta dichosa crisis la hubiésemos sobrellevado mucho mejor. Estoy
convencido de que quienes lo dicen tienen mucha razón, aunque tenemos que
reconocer que con los dirigentes que nos ha tocado sufrir, ni teniendo todos
los españoles un master en economía por Harvard nos habríamos salvado.
Iniciamos con
este post una serie en la que trataremos aclarar algunas de las dudas que a
todos nos asaltan cuando oímos hablar de economía. Simplemente eso; no
pretendemos sentar cátedra ni optar a ningún premio. Para eso ya existen muchos
otros blogs y webs especializadas que, sin duda, les ayudarán mucho más. Les
animamos a consultarlas.
Empezaremos con un concepto que nos atañe a todos. Al contratar un depósito con nuestros ahorros o a la hora de pedir un crédito, ¿qué significan TAE o TIN?
TAE (tasa anual
equivalente) y TIN (tipo de interés anual) son los términos financieros más
habituales a la hora de hacer referencia a la rentabilidad de un producto
bancario, tanto de ahorro como de financiación. Es decir, lo que nos “dan” por
nuestros ahorros en un depósito o lo que nos “piden” por prestarnos dinero.
Tal como su
nombre indica, la TAE nos indica lo que recibiríamos o pagaríamos al cabo de un
año; el TIN en cambio, nos dice lo que recibiremos en el periodo contratado,
que puede ser diferente al periodo anual. La diferencia entre uno y otro
estriba en que el pago de los intereses (que puede ser quincenal, mensual, trimestral,
etc.) hace cambiar las cifras que percibiremos al final del periodo. Les pongo
un ejemplo:
-Depósito de
10.000 euros a un año con abono de intereses mensual. Nos dicen que el TIN es
de un 3% y la TAE del 3,05%. ¿Por qué esta diferencia?
Simplemente por
el pago de los intereses: si dividimos el TIN por 12 meses nos resultará un
interés de 0,25% cada mes. Multiplicando esta cantidad por 10.000 euros nos da
que el primer mes nos abonarán 25 euros. ¿Y el segundo? Como nuestros ahorros
han crecido hasta 10.025 euros, al aplicarle ese 0,25, los intereses de ese
segundo mes son de 25,06 euros; al siguiente serán de 25,13 euros y así
sucesivamente hasta el final del año. El total cobrado cuando finalice el
periodo no será de 300 euros como cabría suponer sino de un poco más. Estas
cifras variarán si el abono de intereses es trimestral, semestral o anual. En
este último caso, el anual, la cantidad final si será de 300 euros, es decir,
la TAE y el TIN coincidirán. Por eso, es preferible que el abono de los intereses
sea por el periodo más corto posible y el pago de los mismos (en los créditos),
cuanto más largo, mejor.
Un último
consejo: huyan de las tasas que se diferencien demasiado de la media del
mercado. Cuando los intereses por un depósito rondan el 3%, si consigue uno con
el 4%, enhorabuena, pero si le ofrecen el 8%, no se le ocurra contratarlo:
seguro que la entidad que lo ofrece no es del todo fiable. Con los créditos
ocurre lo mismo: si encuentra uno en el que le cobren la mitad por los
intereses, ¡cuidado! Lea bien la letra pequeña que seguro que hay gato
encerrado.
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