La foto fue
tomada ayer. El Presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy acababa de
salir de la sede neoyorquina del “Wall Street Journal” y caminaba justo por la
acera contraria al Radio City Music Hall.
A su derecha, el embajador español en Washington, Ramón Gil Casares; a
su izquierda su jefe de gabinete, Jorge Moragas, y su responsable de prensa,
Carmen Martínez Castro; a su alrededor, una nube de escoltas… y justo enfrente,
Jonan Basterra, autor del blog “Pixelydixel” que le sacó las fotos que
acompañamos.
Ya saben que una
imagen vale más que mil palabras y éstas son muy significativas. De acuerdo;
todo el mundo tiene derecho a fumarse un puro por la calle y más después de
haber lidiado con periodistas tan incisivos como los del “Journal”. Y si; un
puro se lo puede comprar cualquiera, que tampoco son tan caros. Pero la imagen
de un señor trajeado, que camina por la calle rodeado por sus vasallos
(ayudantes si lo prefieren), con un gesto sonriente y cara de enorme
satisfacción al saborear un gran cigarro, al menos aquí en España, se asocia a
la de los “señoritos” que hacían y deshacían a sus anchas en épocas de Franco.
Y Rajoy debería lleva mucho cuidado en no transmitir esa imagen a un pueblo
español que lo está pasando verdaderamente mal, sobre todo después de decir que
las reformas emprendidas por su gobierno “suponen muchos sacrificios
distribuidos de forma equitativa”.
Algunas fotos
marcan un antes y un después en la vida de las personas. Baste recordar lo que
pasó con el Presidente Aznar tras la famosa foto de la reunión en las Azores
con Bush, Blair y Barroso (que también estaba pero supo ponerse de perfil para no
resultar perjudicado). Por mucho que se haya demostrado que España no participó
en acciones bélicas en la
Guerra de Irak, nadie se lo pudo creer tras esta foto.
¿Recuerdan esta
otra de José Luis Rodríguez Zapatero totalmente solo en una cumbre mientras el
resto de mandatarios charlaban amigablemente? Por muchas fotos que se hiciese
con Obama, a partir de entonces nadie pudo creerse que era un estadista
reconocido internacionalmente.
¿Y estas otras
que surgieron a raíz de una cacería en la que el juez Garzón y el entonces
ministro socialista Bermejo decidieron como actuar en el caso Gürtel? Otra
ración de “señoritos” que el pueblo español no aceptó de buen grado.
Y para finalizar, siguiendo con las cacerías,
¿qué decir de esta foto? La primera vez que un monarca español pidió perdón a
su pueblo y aun está por ver si éste se lo concederá algún día.
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