Transcurridos cinco años
desde que empezó esta crisis económica, hasta aquellos que creían que tenían su
trabajo asegurado para toda la vida, empiezan a dudarlo. Esa incertidumbre
atormenta hasta al más optimista de los mortales y provoca que todos vivamos
con el miedo de que, de un día para otro, perdamos nuestro trabajo y empiece el
maldito círculo vicioso que nos lleve a la miseria.
La pregunta que surge de inmediato
es la siguiente: si perdemos nuestra principal fuente de ingresos ¿cuánto
tiempo podríamos aguantar con nuestro actual nivel de vida antes de quedar
arruinados? La respuesta a esa pregunta se conoce como “libertad financiera” y
lo explica perfectamente en su último libro titulado “Ten peor coche que tu
vecino” el escritor Luis Pita.
Básicamente se trata de eso, de saber cuántos meses o años sobreviviríamos sin volver a trabajar. Para ello, debemos sumar todo el dinero disponible, ya sean cuentas bancarias, depósitos, acciones o cualquier otro ingreso habitual incluyendo los provenientes del subsidio de desempleo en el caso de que tengamos derecho a cobrarlo. Una vez calculado, lo dividiremos por los gastos mensuales que habitualmente tengamos y el resultado serán los meses o años que podríamos vivir antes de volver a trabajar.
¿Le sale un periodo muy
corto? ¿Querría disponer de más tiempo de “libertad financiera”? Pues ya sabe:
deberá ahorrar por lo que le pueda pasar. Luis Pita ofrece algunas recomendaciones
en su libro que, aunque algunas de ellas puedan parecer obvias, no viene mal
recordar.
- Practique el preahorro.
¿En qué consiste? Es muy simple, basta con pedir al banco donde nos ingresen la
nómina que separe parte del sueldo antes de ingresarlo
en la cuenta habitual y que esa cantidad la dirija a una cuenta de ahorro sin
que tengamos que indicarlo todos los meses. Ya saben, como ese dinero no llega
a nuestra cuenta corriente (dicho de otro modo, a nuestros bolsillos) no lo
podemos gastar.
-Ahorre en las subidas de
sueldo. Si podía vivir con lo que ganaba antes, ¿por qué gastar de más si le
han subido el sueldo? Coja esa cantidad extra y ahórrela.
- Cero deudas. Fácil de
decir, ¿verdad? Pita propone el método cascada para
reducir el nivel de deuda. Consiste en realizar un esfuerzo extra y liquidar lo
más rápido posible la deuda más pequeña. Luego, con el dinero de la cuota que
ya no pagamos, intentaremos liquidar por anticipado la siguiente y así hasta
llegar a la mayor.
- Austeridad. No se trata de pasar
penurias, simplemente hay que evitar los derroches. La sociedad parece que nos
empuje a consumir productos para ser feliz o simplemente para que nos sintamos
realizados: coches grandes cuando lo que necesitamos es un utilitario que
consuma poco; vacaciones en lugares a los que no nos apetecía ir simplemente
porque el vecino tenía previsto hacerlo al mes siguiente y queríamos
“chafárselo”; ropa “de marca” para bajar al supermercado; smartphones carísimos
a los que no les sacamos ni un 10% de su potencial…
- Invertir. El ahorro hay que ponerlo a
trabajar para que produzca ingresos. Pero hágalo con cabeza, sin arriesgar
aquello que tanto nos ha costado conseguir. Invierta en lo que conoce y ante
cualquier duda, consulte a un experto. Pero que sea un experto de verdad; no vale ese amigote “sabelotodo” que todos
conocemos.
- Ingresos pasivos.
Potencie todo aquello que le pueda provocar ingresos… sentado cómodamente en el
sillón de su casa. Nos estamos refiriendo a cobro de alquileres, dividendos
sobre acciones, intereses de depósitos o de deuda del Estado, venta
automatizada de productos o publicidad, derechos de autor, royalties, etc.
Todos estos pasos le
pueden llevar a la tan ansiada libertad financiera y, a partir de ahí, dedicarse a los proyectos que le interesan, a su familia, a
emprender, a vivir sin agobios y a no tener que pensar, con miedo atroz, qué
hará o cómo subsistirá si se queda sin empleo en un corto periodo de tiempo.
Puede parecer complicado,
pero si pensamos que el señor Pita ha calculado que tiene una libertad
financiera de diez años tras seguir sus propios consejos…
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