lunes, 3 de septiembre de 2018

IBM repartirá café con drones… ¡Qué horror!




En la mayoría de los centros de trabajo es casi un ritual: a primera hora, a media mañana o tras la comida, varios empleados se juntan alrededor de la máquina de café y mientras “saborean” el líquido que expende la maquinita, en muchas ocasiones imbebible, comentan las últimas novedades en la empresa, hablan de sus vacaciones o discuten sobre las decisiones del árbitro del partido del domingo. Unos minutos amigables en los que los empleados desconectan de su rutina. Pues bien, gracias a IBM, esta sana costumbre puede tener los días contados.

Cansados de fabricar hardware, en IBM están explorando nuevas vías de negocio y una de sus últimas patentes está relacionada con el uso de drones dotados de cámaras y sensores biométricos para repartir café a los empleados de una compañía o en las cafeterías para aumentar las ventas.


El invento es para echarse a temblar. Los drones detectarán a las personas que levanten la mano o que hayan pedido un café a través de una aplicación móvil. Pero, además, con ayuda de sus sensores, detectarán la dilatación de las pupilas y las expresiones faciales para encontrar a las personas que “parezca que precisan una dosis de cafeína” y observarán a los grupos para evaluar si necesitan un café, basándose en factores como el tiempo que han estado hablando en grupo y si la conversación parecía tranquila o tensa.

Y si el sistema informático en el que se basan ya tiene cargados algunos datos como la calidad del sueño de los clientes o su agenda de reuniones, decidirán qué tipo de café le servirán en cada momento.

Y aquí también hay clases, ya que, si el dron reconoce a un alto directivo o a una persona famosa dentro del grupo, les entregará la bebida antes que al resto.

Por supuesto, las bebidas se entregarán en recipientes a pruebas de fugas por si el dron sufriera algún percance, no vaya a ser que todos los empleados lleguen manchados de café a casa por culpa del fallo de un rotor.


Que los drones ayuden en tareas de extinción de incendios, en protección antiterrorista, abonando o sembrando los campos o sacando preciosas imágenes con sus cámaras me parece un gran avance de la tecnología. Pero que vayan pululando por la oficina buscando quien necesita un café para que se mantenga bien despierto y continúe rindiendo al 100%, creo que ya es abusar. Señores de IBM: ¡déjennos tomar el café tranquilamente!


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