Subidas de impuestos, recortes de presupuestos, congelación de sueldos, rebaja en las subvenciones... el Gobierno de Mariano Rajoy ha empezado muy fuerte. Mucho más fuerte de lo que muchos ya nos temíamos. Y lo peor, como suele decirse, aun está por llegar; las arcas están vacías y hay muchas cosas por pagar.
¿Y como hemos llegado a esta situación de pre-quiebra? La respuesta está clara: gastando más de lo que teníamos, tanto a nivel familiar como institucional. Todos creíamos que éramos “nuevos ricos” cuando, en realidad, apenas teníamos para comer y poco más. Y quien más derrochaba era el que gastaba con el dinero de los demás, o sea, los políticos.
No hace mucho, un conocido me comentaba el caso de un ayuntamiento de una ciudad de tamaño mediano. Con el fin de demostrar que contaba con la juventud, su alcalde nombró a un joven que ni siquiera había acabado con éxito el bachillerato (pero que contaba con el carné del partido desde los 16 años) como nuevo concejal de “Promoción y desarrollo de las actividades cívicas de la ciudadanía”, un nombre rimbombante para una concejalía que nadie sabía de que se iba a encargar. Su presupuesto anual: cinco millones de euros.
¿En qué se los gastó? Pues en actividades tan variadas como el alquiler de un local y la compra de 20 consolas para que los jóvenes no vagasen por las calles y tuviesen adonde ir, un curso de risoterapia para jubilados en un hotel de Benidorm (viaje y estancia incluidos), la subvención de unas fiestas de barrio donde se servían canapés de caviar... Había dinero para todo aquel que se acercase (sobre todo si era “amigo”) y le pidiese su patrocinio. Es más, como nadie le preguntó por las cuentas, en el último ejercicio su concejalía sobrepaso en más de tres millones el presupuesto establecido. A fecha de hoy, ese Ayuntamiento no tiene ni para pagar la luz.
El problema es que este caso no fue una excepción; casos como éste hay cientos de miles. Y no sólo en los Ayuntamientos. Miren el caso del Ministerio de Exteriores. El Boletín Oficial del Estado acaba de publicar la relación de las últimas subvenciones otorgadas por el departamento de exteriores y cooperación que comandaba Trinidad Jiménez y que se concedieron, curiosamente, un día después de las pasadas elecciones generales. Aquí tienen parte del listado:
- Mejora de la producción agrícola mediante la resolución de conflictos con los hipopótamos en Guinea-Bissau: 293.889 euros.
- Fortaleciendo la perspectiva de género en el movimiento por el Comercio Justo (Xarxa de Consum Solidari): 112.091 euros
- Festival de Cine Africano de Tarifa (Asoc. Al Tarab): 250.000 euros.
- Campaña radiofónica "Latinoamérica en las ondas" (Asociación de Emisoras Municipales de Andalucía): 76.490 euros.
- Teatro social como herramienta de aprendizaje global (Asoc. Mujeres en zona de conflicto): 78.702 euros.
- Promoción del crecimiento económico de los más vulnerables al cambio climático en Nicaragua (Instituto de Estudios del Hambre): 298.449 euros.
- La sociedad civil en políticas públicas para los DD.HH. en Perú (Asoc. Entrepueblos): 304.372 euros.
- Promoción de los derechos de las mujeres en la reforma política de Egipto (CONEMUD): 225.338 euros.
- Sensibilización de los jóvenes residentes en 7 localidades españolas en la construcción de una Ciudadanía global: 108.676 euros.
- Capacitación en Género al personal vinculado a los medios de comunicación cubanos: 262.080 euros.
- Contribución al ejercicio de los Derechos Sexuales y Reproductivos de las Mujeres de Malí: 316.904 euros.
- Red Iberoamericana de festivales de cine lésbico, gay, bisexual y transexual: 100.000 euros.
- Adaptación al Cambio Climático de las Familias Campesinas de la Cuenca Alta del Mapacho, Ocongate – Cusco, Perú: 80.000 euros.
- Implementación del currículo de educación maya bilingüe intercultural: 219.573 euros.
- Avanzando hacia la igualdad de género y los derechos de las mujeres en Níger: 130.494 euros.
- Emisoras de radio con enfoque de género en Camboya: 282.786 euros.
Y así hasta 63,5 millones de euros (si tienen curiosidad, pueden consultar la relación completa en la página del BOE). Aclarar que en la mayoría de los casos, estas subvenciones se concedieron a ONG españolas que trabajan en esas zonas, o sea, a gente “conocida” de Doña Trinidad. Además, en ninguna de ellas se adivina que pueda ser ayuda humanitaria.
Subvencionando a los hipopótamos de Guinea, a los homosexuales de Sudamérica o a las radios de Camboya, ¿todavía hay alguien que se extrañe de nuestra situación al borde de la quiebra? ¡Que fácil es gastar con el dinero de los contribuyentes!
2 comentarios:
Muy bien Trinidad, por tu buen hacer.Estaras contenta con tus donaciones, mientras que en nuestro pais falta trabajo y hay muchas necesidades.Ojala que entre todos los Españoles podamos parar todo lo que estais haciendo con nuestro ruina. Abrir mas los ojos Españoles, que no nos roben mas.Ya esta bien.Debeis pensar que porque os dedicais a la politica y esteis en el poder, sois Dioses y lo unico que sois es una verguenza para España.
Me parece una autentica verguenza,en los tiempos que corren.
Estaras satisfecha.
los recortes sociales nos comen las asociaciones " normales" se parten la cara para lograr salir adelante y ella despilfarra que haga donaciones con su pasta y se deesaparezca si tiene un poco de conciencia.
un andaluz
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