Desde que el “President” Artur Mas emprendiera su
preelectoral huida hacia delante en pos de la soberanía y la independencia de
Cataluña con respecto de España, muchos han sido los argumentos que hemos
escuchado a favor y en contra de esta opción. En este blog no queremos
entrometernos en disquisiciones históricas o constitucionales que demuestren
quien lleva razón; que ya hay otras muchas publicaciones que lo tratan. Aquí
nos vamos a detener en el tema económico que, al final, será el que decante la
balanza hacia uno u otro lado. Sobre todo si de catalanes estamos hablando.
Uno de los argumentos que siempre están en boca de los
independentistas catalanes es “aquel que dice” que el gobierno de Madrid les
está robando los impuestos que pagan y que por eso su economía va tan mal y su
déficit es el más elevado de todas las autonomías. A esto suelen contestar los
contrarios a la autodeterminación aquello de la solidaridad entre las
diferentes regiones de España y que esta diferencia entre lo que pagan y lo que
ingresan está suplida con creces con las relaciones comerciales que mantienen
con el resto de las autonomías. Los soberanistas no tragan y responden que
Cataluña podría sobrevivir sin exportar al resto de España ya que ellos venden
más fuera de nuestras fronteras. ¿Qué hay de cierto en todo esto?
En el último informe de comercio interregional que el Centro
de Predicción Económica (Ceprede) elabora con datos facilitados por la Generalitat catalana
aparece que durante el primer semestre de 2012,
Cataluña realizó fuera de España un 54% de sus ventas. Indudablemente,
la comunidad catalana está aumentando año tras año el porcentaje de lo que
vende en el extranjero, ya que si en 2010 consiguió por primera vez vender más
en el exterior que en resto de España (52%), en el 2011 llegó al 53% y en lo
que llevamos de año ha superado esa cifra para conseguir ese 54% al que
hacíamos referencia. Según ellos, los motivos de este cambio han sido la
apertura al exterior (supongo que para justificar lo de las “embajadas”) y la
mejora en su competitividad, aunque creo que también habrá tenido mucho que ver
la desgraciada crisis económica (falta de consumo) que sufre España entera,
incluidos ellos.
Ahora bien, que vendan más en el extranjero no quiere decir
que puedan sobrevivir sin España. Cataluña es una región rica y como tal, su
balanza comercial refleja un importante superávit de 5.355 millones de euros
durante estos seis primeros meses. Pero adentrándonos un poco más en esos
números, descubrimos que ese superávit viene dado, exclusivamente, por su
relación comercial con el resto de España. Así, Cataluña exportó al resto de
las CCAA 24.880 millones de euros 46% del total de sus exportaciones) mientras
que solo importó 13.196 millones (27% del total). Es decir, tuvo un superávit
de 11.685 millones.
Con el resto del mundo, sus exportaciones fueron de 29.140
millones (54% del total) y sus importaciones de 35.470 millones (73%),
arrojando un déficit de 6.330 millones en el semestre.
Las cifras no dejan lugar a dudas: sin España, Cataluña
tendría unos números rojos semestrales de 6.330 millones de euros.
Está claro que aunque Cataluña se independizase, continuaría
vendiendo sus productos en España; decir lo contrario es una memez. Aunque
también resulta utópico creer que esas ventas no se verían mermadas una vez
alcanzada su soberanía. Si actualmente ya se produce, aunque minoritariamente,
el famoso boicot a los productos catalanes, imaginen lo que ocurriría luego.
Las empresas catalanas venden unos 50.000 millones de euros
anuales en el resto de España. ¿Estarían dispuestas a arriesgarlo todo por
apoyar las ambiciones independentistas del señor Mas?
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