jueves, 25 de octubre de 2012

Lo que ya nos cuesta (económicamente) la independencia de Cataluña


 
Esto es lo que opinan algunos analistas de los principales bancos de inversión de medio mundo acerca de la tan cacareada independencia de Cataluña con respecto de España:

- Nomura. El banco de inversión japonés es tajante: “La posición financiera de Cataluña sugiere que un referéndum es poco posible debido a su dependencia de los fondos estatales”;  “en términos de implicaciones de mercado y eventos de riesgo, creemos que un voto sobre la independencia es el peor escenario posible”. Además, hace hincapié en que un Estado propio “sería económicamente inimaginable, especialmente por el tamaño del sector bancario”, y añade “consecuencias negativas como la fuga de depósitos”. Para el conjunto de España, Nomura asegura que el avance electoral “acelerará las dinámicas que conducen a una petición de rescate del España”.

- Royal Bank of Scotland (RBS). “La independencia de Cataluña tendría enormes implicaciones para la confianza en la construcción de una Europa más integrada”. Y también advierte de que “los mercados tendrán un tiempo difícil evaluando la probabilidad de una verdadera independencia dado que las consecuencias legales de este movimiento (como ser miembro de la UE), no están claras”.

- UBS. El banco suizo duda de la viabilidad financiera de la comunidad autónoma, considerando que el referéndum tendría consecuencias “sombrías” y “desastrosas”.La UE no podría aceptar el nuevo Estado independiente como miembro y por este motivo, no podría contar con los recursos financieros de un BCE o el propio Gobierno español. Un banco central catalán propio llevaría a un proceso de inflación y fuga de depósitos insostenible”. “No creemos que el presidente Mas quiere asumir este riesgo para su región”.

- Phillip Shaw, analista de Investec. “¿Cómo organizará [Cataluña] su defensa? ¿Cómo repartirá el país la deuda nacional, heredada de de su pertenencia a España?”. “Juntar a los países en la moneda única fue complejo, podría decirse que separar un país de ello es igual de difícil”.


¿Saben que conllevan las opiniones de estos expertos mundiales? Que la deuda emitida por la Generalitat sea considerada como “bono basura”, al mismo nivel que la de Portugal o la de Bangladesh; que estos bancos disuadan a sus clientes sobre posibles inversiones en Cataluña y, por extensión, en el resto de España; y que algunas de las multinacionales afincadas en la región empiecen a elaborar planes para su posible salida de la misma.

Aunque algunos independentistas seguro que lo piensan, evidentemente no nos encontramos ante una alianza anticatalanista a nivel mundial. Simplemente es que al capital lo que menos le gusta es la incertidumbre; es miedoso y ante los problemas, no lucha a cara descubierta sino que huye. Y eso es lo que está empezando a ocurrir ante la escalada independentista iniciada hace dos meses (aprovechando la celebración de la Diada) con un claro objetivo electoralista.


¿Alguien piensa que Artur Mas (que seguro saldrá reelegido gracias a esta estratagema) continuará con esta locura? Pues lo sentimos por los crédulos que puedan acudir a las urnas pensando que con su voto conseguirán la independencia. A partir del día 26 las palabras se suavizarán, los gestos se dulcificarán y el órdago independentista se rebajará hasta que a los políticos les vuelva a interesar removerlo. ¿Apostamos?
 
¿Vale la pena empobrecerse, perder inversiones y enemistarse con el resto del país para conseguir un puñado de votos? Algunos políticos opinan que si.
 
 

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