Para que no se me malinterprete, vaya por delante que me parecen una barbaridad los sueldos que cobran los controladores aéreos. Estoy de acuerdo en que su profesión requiere de unos estudios y de unos conocimientos muy complejos y que su responsabilidad es altísima, pero que por ello cobren mas de medio millón de euros anuales...
El Ministro de Fomento, José Blanco, ha hecho saltar la liebre estos días provocando la polémica a raíz de la labor que realizan los controladores aéreos y los sueldos que perciben por ello. Desconozco en que le habrán ofendido, pero parece que Blanco los quiere responsabilizar de todos los males de nuestra economía.
Los controladores aéreos llevan décadas siendo los “niños bonitos” de la Administración. A la mínima que el Gobierno de turno no acataba sus reivindicaciones, montaban una huelga (encubierta o no), provocando una “bajada de pantalones” generalizada entre nuestros mandatarios, sin importar si estos eran de derechas o de izquierdas. Los sueldos y las condiciones de trabajo de que disfrutan en la actualidad se los han “ganado” tras muchos años de coacciones. Es lo que tiene el trabajar en un sector estratégico de la economía.
Este gremio no es muy apreciado por la población en general (quien haya sufrido sus paros encubiertos en un aeropuerto sabe de lo que hablo) y Blanco se quiere aprovechar de ello. Podría haberlo planteado de mil formas distintas, pero hacerlo comparando sus sueldos con el de otros profesionales cualificados de la Administración o con el suyo propio, denota maldad en sus intenciones.
Que nos diga que con lo que les quiere pagar a partir de ahora (200.000 euros anuales) todavía triplican los sueldos de los médicos de un hospital o más que duplican el suyo propio, no pasa de ser pura demagogia. Si vamos por ese camino, podríamos pedirle al Ministro que se rebajase el sueldo a la mitad, porque después de hacerlo, todavía triplicaría lo que cobra más del 50% de la población (los famosos mileuristas).
Ya que mira tanto por las arcas del Estado ¿por qué no nos informa también de lo que cobran los miles de asesores con que cuenta el Gobierno al que pertenece? Igual no le interesa que lo sepamos.
De todas formas, Blanco sabe que el farol que se esta echando con el recorte de los sueldos de los controladores, lo tiene perdido. Imaginemos que se lleve a cabo la citada rebaja y que todos los controladores decidan cambiar de profesión porque con ésta ya no les salen las cuentas. Sabiendo que no se podrían sustituir de un día para otro, ¿qué hacemos? ¿Dejamos a todos los aviones en tierra?
Sus palabras son, simplemente, una “cortina de humo”, sin que sepamos bien qué propósito persigue.
El sector de la navegación aérea estatal (o sea, AENA) arrastra un déficit de 300 millones anuales. Blanco dice que una gran parte de este desfase esta provocado por los sueldos de los controladores aéreos. ¿No habrá alguna otra causa que lo produzca? Lo digo porque dudo mucho que un aeropuerto por el que pasan 50 personas diarias produzca beneficios ¿verdad?
Nuestro territorio esta plagado de aeropuertos infrautilizados. Cualquier capital de provincia que se precie dispone de un aeródromo comercial. Se da el caso de que en algunas zonas (confluencia de La Rioja, Navarra, Pais Vasco, Aragón y Castilla y Leon) existen ocho aeropuertos en un radio de apenas 200 kilómetros.
Los números asustan: por el aeropuerto de Huesca-Pirineos pasaron 6.341 pasajeros en todo 2009, por el de Albacete 15.262, por el de Córdoba 15.566, por el de Burgos 27.710, por el de Logroño 35.634, por el de Vitoria 39.933… en fin, una “afluencia masiva” como pueden comprobar.
¿Cómo van a ser rentables estas instalaciones? ¿Por qué no empiezan a ahorrar cerrando la mitad de ellos? Les contesto a esta última pregunta con otra: ¿saben cuantos votos perderían en la ciudad a la que privasen de su coqueto aeropuerto?
Esta claro: meterse con los controladores aéreos resulta más rentable.
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