No crean que era violento o sexual. Simplemente hablaba de Mahoma. Imitando los populares álbumes de Wally, el dibujante tituló la viñeta “¿Dónde está Mahoma?”
No se rompan la cabeza buscándolo porque no aparece. Ése era el objetivo: satirizar el miedo que provoca en los editores publicar algo que pueda ofender a los islamistas.
Las excusas que han ofrecido los diferentes periódicos son variadas y poco creíbles: algunos han achacado la ausencia a falta de tiempo y prisas a la hora de sacar el periódico a la calle, otros dijeron que no tenía una gran calidad y algunos adujeron que el chiste no se entendía. Ninguno de ellos, por supuesto, puso al miedo como razón.
El autor, a pesar de no haber visto publicada su obra, está la mar de contento. Consiguió su objetivo. Miller ha dicho que su viñeta era una sátira de "la locura de un grupo que se dedica a organizar disturbios y hacer listas de objetivos a matar por unos dibujos" y de "unos medios que se encogen de miedo ante la idea de publicar cualquier dibujo que tenga la palabra Mahoma". Que grandes periódicos como el Washington Post (que acabó con Nixon) huyan aterrados de un dibujo tan inocente, es lo que le da la razón en la sátira.
¿Qué le pasa a la sociedad occidental? ¿Por qué se baja constantemente los pantalones ante el islamismo?
Podría entender que no se mencionase (no ya emitir burlas o criticas) a Mahoma en ningún medio de comunicación por respeto a la religión de cada individuo. Pero, claro, lo mismo debería ocurrir con el resto de religiones. ¿Ocurre verdaderamente así? Les dejo un ejemplo publicado en la revista oficial del ayuntamiento de Barcelona (“Barcelona Informacio”) por el segundo teniente de alcalde de la ciudad, el ecosocialista de ICV, Ricard Gomà, un artículo titulado “Ratzinger, el rostro de la intolerancia”:
-“El Papa representa una visión anacrónica y excluyente de la familia, intolerante con la diversidad, un discurso hipócrita sobre la anticoncepción que aboca a miles de personas a morir de sida en los países en vías de desarrollo; una respuesta insultantemente tibia al alud de casos de pederastia entre los altos representantes del clero a quien, por decencia y por justicia, hace falta aplicar mucho más que una invitación al arrepentimiento: respuesta penal y reparación urgente a las víctimas".
-"Ratzinger es la expresión de la cara más rancia y oscura de una Iglesia Católica que goza todavía de inexplicables privilegios por parte del Estado español".
-"La visita de Ratzinger será contestada socialmente en Barcelona como lo fue no hace mucho en Inglaterra por los miles de personas que salieron a la calle recordando lo que este Papa representa" (éste último punto hace referencia a la próxima visita del Papa a Barcelona).
Vamos a ver, que un político sea completamente irrespetuoso en un medio de comunicación con el cabeza visible del catolicismo en el mundo (y Jefe de Estado de un país, no lo olvidemos) se llama “ejercer la libertad de expresión” y no publicar una viñeta en la que no aparece Mahoma es “ser respetuoso con las creencias religiosas de los musulmanes”. Cada día me da más asco la hipocresía de lo “políticamente correcto”.
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