miércoles, 2 de marzo de 2011

Cajamar, primera entidad en eliminar la cláusula suelo en sus hipotecas



El 30 de septiembre del pasado año, la Audiencia Provincial de Sevilla declaró la nulidad de las odiadas “cláusulas suelo” en los contratos hipotecarios al considerar que eran abusivas debido al “evidente desfase” existente entre los “suelos” y los “techos” de los tipos de interés.

El juez indicaba en su sentencia que mientras el “suelo” de interés fijado en las cláusulas es asumible por el usuario, el tope o “techo” es tan alto que estadísticamente nunca se va a dar, lo que proporciona a la entidad bancaria un beneficio que carece de reciprocidad en perjuicio del consumidor.

La demandante fue la asociación de consumidores Ausbanc y la ejecución de esta sentencia fue dictada por el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla, que ordenó a las entidades BBVA, Caixa Galicia y Cajamar la "expresa eliminación de dichas condiciones generales a la contratación y de abstenerse de utilizarlas en lo sucesivo, en sus contratos de préstamo hipotecario con consumidores y usuarios". Por supuesto, las tres entidades presentaron recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Sevilla.


No sabemos si será porque desconfían del resultado de esta apelación, pero hoy nos hemos despertado con la noticia de que una de las entidades citadas por el juez en su sentencia, Cajamar, ha decidido eliminar tanto la “cláusula suelo” como la del “techo”. Pero no lancen las campanas al vuelo: sólo lo hará en las nuevas hipotecas que se constituyan.

Con el nuevo mes, las oficinas de Cajamar están ofertando una nueva hipoteca para adquisición de vivienda, sin suelo ni techo, a un tipo de interés de partida del 4,25 por ciento, y con una bonificación por vinculación del 0,75 por ciento. Como pueden comprobar, tampoco es que ofrezcan “el oro y el moro”.


¿Cundirá el ejemplo y otras entidades también eliminarán la “cláusula suelo? Estamos convencidos de que así será. No, no tenemos una bola de cristal; simplemente es que la lógica indica que así ocurrirá. Y por varios motivos.

El primero de ellos es por el tímido movimiento que se viene observando últimamente en las resoluciones de los jueces dejando de apoyar, exclusivamente, a la parte más fuerte en los juicios, o sea, los bancos. Aunque ahora recurrida, hace poco comentábamos aquí mismo una sentencia de un juzgado de Pamplona en la que se aceptaba la dación de la vivienda para cancelar un préstamo, sin tener que pagar el hipotecado durante media vida la diferencia entre lo que le costó en su día y lo que vale ahora el piso.

Otro de los motivos es la escasa demanda de préstamos hipotecarios. Con la crisis en su momento más álgido y una vez eliminadas las deducciones por la compra de vivienda habitual (excepto para los que declaren menos de 24.000 euros, aunque cobrando eso es bastante difícil embarcarse en la compra de un piso), pocos son los que se acercan a una entidad bancaria a pedir un préstamo. Y menos aun los que cumplen las condiciones “aceptables” para que se lo concedan. Aunque sin arriesgar, los bancos necesitan seguir concediendo préstamos: es su negocio. Por lo tanto, ¿qué mejor táctica comercial que eliminar la tan denostada “cláusula suelo” de los contratos?

Pero aun voy más lejos: el Euribor se está encareciendo día a día y los expertos auguran que continuará esa senda alcista en consonancia con la elevada inflación que nos espera. ¿Qué arriesgan los bancos y cajas eliminando la cláusula si saben que no se llegará a ella durante muchos años, quizás décadas? Nada. Y estoy seguro de que en un “acto de bondad” también la eliminarán de las hipotecas antiguas. ¡Si no la van a poder aplicar!


Llevamos tres años con el Euribor por los suelos sin que los españoles hipotecados hayan podido sacar provecho de ello. Siempre nos habían contado que ésa era la ley y que no se podía hacer nada. Los jueces empiezan a dudar de ello.
Otro motivo para estar eternamente agradecidos a nuestros políticos que no se han dignado a mover un dedo para ayudarnos en nuestra desigual lucha contra bancos y cajas.

3 comentarios:

McArt dijo...

Es más importante bajar la velocidad a 110 km/h (y venga a comprar pegatinas que seguro que las hace el cuñao o el amigo de...) que poner orden en todo lo que conlleva una hipoteca.

Hay que recordar que la vivienda es un derecho de la constitución.

Así funciona, ayudando al ciudadano... por favor!

Sermau dijo...

Las pegatinas son imantadas y las hace una empresa de Alicante (desconozco si son familia de alguien).
La parte buena es que se colocan en apenas unos segundos y no estropean las ya existentes por si vuelven a la limitación anterior de 120 km/h (cosa que no creo que haga este gobierno ya que la cabezonería es difícil de curar). Lo malo es que son tan fáciles de poner como de quitar y me imagino que más de uno las coleccionará como si fuesen "tazos".
Supongo que deben de darle un toque muy "chic" a la nevera de casa.
Saludos.

McArt dijo...

No des ideas Sermau... aunque creo que más de uno ya está haciendo cola ante una señal, jajajaja